guía ampliada
el destete: de la leche a la comida sólida cómo cambia su forma de comer y beber
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preparados, listos... ¡ya! Tu bebé crece deprisa y su peso se ha más que duplicado desde su nacimiento. Sin embargo, para seguir creciendo bien, necesita una dieta que se adapte a las distintas etapas de su desarrollo físico.
ahora ya tiene casi seis meses, siente curiosidad por todo, mira a su alrededor y responde con sus ojitos a tus dulces mimos... Ha llegado el momento de que ocupe un puesto en la mesa: ¡tu bebé está listo para probar las deliciosas papillas que tú o papá le prepararéis! El destete es una fase importante para tu pequeño. La leche materna o artificial, aunque seguirá estando presente en su alimentación, deja de ser su alimento exclusivo, y de la experiencia de succionar el seno o el biberón pasa a deglutir alimentos sólidos. Así, tu bebé empieza a descubrir sabores distintos, como el dulce y el salado, consistencias diversas –y no sólo líquidos– y colores diferentes. Se recomienda empezar con un número limitado de propuestas, con unos cuantos alimentos seguros y sencillos, y seguir, si es posible, el ritmo de las estaciones para poder ofrecerle siempre platos frescos y suculentos.
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comienzo del destete Según las últimas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la leche materna garantiza por sí sola un crecimiento óptimo hasta el sexto
Así pues, el destete no se comienza antes de este momento. En cambio, en el caso de la lactancia artificial, se requiere menos tiempo y el destete puede empezarse ya en el quinto mes.
Durante el primer mes de destete puedes darle a tu bebé una sola papilla al día, y seguir con la leche en el resto de comidas. Sin embargo, cada bebé tiene un ritmo, unos gustos y un desarrollo propios, y por eso siempre es mejor pedir consejo a tu pediatra, y no tomar iniciativas por cuenta propia.
Una dieta únicamente a base de verduras no es muy nutritiva, y es posible que tu pequeño aún busque el pecho. Así pues, debes satisfacer esta necesidad.
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descubriendo el gusto Tu bebé está acostumbrado al sabor y a la consistencia de la leche, y es normal que pueda mostrar un poco de resistencia a la nueva alimentación. Sólo es cuestión de paciencia y de transmitirle entusiasmo por su nueva conquista. Intenta mantener la papilla siempre templada, apartando un poco cada vez en el borde del plato, e intenta «experimentar» sabores distintos, haciéndole probar, pero sin obligarlo, un alimento nuevo cada vez. La introducción debe ser gradual, tanto en calidad como en cantidad, y si al principio lo rechaza, espera unos cuantos días antes de volver a ofrecérselo. Tal vez sólo necesita coger confianza con el color y con este nuevo aroma.
¿un p pequeño ñ ttruco ruco para hacer que lla comida id sea más apetitosa? añade un poco de zanahoria y la papilla tendrá un sabor más dulce 5 053033-Approf svezzamento CAS 2.indd 5
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primeras papillas: sin prisas y con un poco de sentido común con la verdura, los cereales, las legumbres y, a partir del décimo mes, con el queso. En este periodo deben evitarse el tomate, los huevos, la miel y la leche de vaca de larga conservación. También en este caso es mejor acudir al pediatra: él te indicará cuál es la alimentación más adecuada para tu pequeño.
¡Por fin puede comer la papilla como papá y mamá! Sí, pero ¿cómo hacer que acepte comida más consistente, que aunque esté triturada requiere una ligera masticación? El secreto está en ir poco a poco. Al principio puedes incorporar fruta fresca y caldo vegetal en su dieta, sin añadir sal ni azúcar. Después procede
la cuchara, esa gran desconocida Es normal que al principio tu bebé é observe la cuchara como un objeto dere misterioso y que lo considere más como un juguete o como un mitar instrumento para imitar a mamá y papá. Ciertamente, acostumbrarse a comer con cubiertos, y sobre todo a tragar en adec el momento adecuado, no será tan fácil succion del pecho o el biberón, como succionar e una misión imposible! ¡pero no es imp Lo importante es que la cuchara sea ade adecuada para su boquita y que la comida esté en la punta de la cuchara. De hecho, tu pequeño tenderá a succionar porque todavía no sabe masticar, y es posible que escupa la papilla o que se divierta ensuciándolo todo. Si quieres evitar que la cocina se convierta en un campo de batalla, necesitas este armamento: un mantel plastificado de colores, un babero enorme, mucha paciencia... ¡y muy buen humor!
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Además de leche materna o artificial, a tu bebé puede gustarle el té sin teína y sin azúcar –rico en flúor– y los zumos o batidos de fruta fresca, que contienen vitaminas y azúcares, ¡indispensables para una buena dosis de energía diaria.
para él sólo leche, té sin teína y agua
en este periodo tu bebé debe beber mucho y a menudo
Al final de la comida, sin embargo, es mejor darle sólo un poco de agua: no le hinchará la barriguita y no interferirá en su digestión. Están prohibidos el café, el cacao, el chocolate, el té fuerte y las bebidas con gas. Acuérdate siempre de proporcionarle la cantidad diaria necesaria de vitaminas y proteínas.
1a receta
crema de verduras (para los primeros días)
IIngredientes di t para una porción: 75 g de calabaza 75 g de zanahoria 2 hojas de lechuga 1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra ½ cucharadita de queso parmesano o grana padano
Pela la calabaza y córtala en dados, pela las zanahorias y córtalas a trozos, y corta las hojas de lechuga. Ponlo todo en una cacerola y añade un vaso de agua mineral sin gas. Remuévelo y déjalo cocer a fuego bajo durante 30 minutos. Tritúralo todo con la batidora y mézclalo con el aceite. Si la papilla es demasiado espesa, añade una cucharada de agua y caliéntala un poco más. En el momento de servir, espolvorea el queso por encima. Si no tienes calabaza, puedes hacerlo con patata. 7
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galletas, ¡qué tentación! Todos los recién nacidos desarrollan primero el gusto de lo dulce y después el de lo salado. Es por este motivo que las galletas son ideales en esta fase de su vida.
Existen distintas variedades que, según su valor nutricional, pueden incorporarse a la alimentación diaria de tu pequeño.
Por lo general, se dividen en galletas con o sin gluten - una proteína que puede provocar alergias alimentarias y galletas con o sin huevo, un alimento que no puede suministrarse antes del octavo mes porque también puede dar lugar a intolerancias. Verás que cuando le hayan salido los primeros dientes, alrededor de los ocho meses, podrá comerse las galletas enteras y cogerlas él mismo con la mano. También puedes hacerle probar una
rebanada de pan del día. Se divertirá muchísimo y, como en el caso de la cuchara, al principio se tomará la experiencia como un juego... Sin embargo, en cuanto empiece a saborear una cosa y otra, ¡se convertirá en un glotón! En cualquier caso, como siempre, es recomendable consultar primero a tu pediatra, que te indicará la cantidad máxima de galletas al día - por lo general no más de tres o cuatro -, y qué variedad debes darle a tu pequeño.
comiendo solo ¡aprende antes! Enséñale a sujetar el biberón con sus manitas - ¡elige uno que sea irrompible y ligero, por supuesto! - y vigila siempre la higiene: después del uso, es importante lavar bien el biberón y todo lo que utilices para su alimentación. Con el tiempo, podrás convencerlo de que utilice la cuchara y coma solo, cogiendo directamente la comida del plato. Poco a poco irá aprendiendo, pero una buena dosis de paciencia y mucho amor por tu parte lo harán todo mucho más fácil.
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es fundamental educarlos desde pequeños para que se alimenten correctamente Si se acostumbran desde ahora a beber zumos y a comer fruta y verdura, es más probable que mantengan esta actitud saludable también cuando sean adultos.
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potitos: ¿y si los hicieras tú? Hoy en día en el mercado se pueden encontrar muchos tipos de potitos que satisfacen los gustos de todos los niños, incluso de los más caprichosos. Tiene una consistencia suave y son fáciles de digerir, por eso son perfectos para tu pequeño. Sin embargo, si quieres puedes prepáralos tú misma, con productos frescos, preferentemente biológicos o con origen certificado. Tal vez la consistencia no sea la misma que la de los potitos que puedes adquirir en las tiendas, pero seguramente que el sabor será más agradable.
Así, su papilla tendrá un ingrediente único e irreemplazable: ¡el cariño de su mamá! 2a receta
papilla con queso
Ingredientes para una porción: 150 g de verduras variadas limpias (patatas, zanahorias,
Prepara un caldo vegetal, para ello cuece las verduras cortadas a trozos en un litro de agua durante aproximadamente una hora a fuego lento. Tritura la verdura hasta que quede fina y añade tres cucharadas de este puré a unos 200 g de caldo. Llévalo a ebullición y apaga el fuego. Añade cuatro cucharadas de crema de cereales y remuévelo. Espera hasta que esté templado y añade el queso. Sigue removiendo hasta que quede bien mezclado. Condiméntalo con aceite de oliva virgen extra y ya puedes servirlo.
calabacín, judías verdes, etc.)
4 cucharadas de crema de cereales para la infancia
(preferentemente de maíz o tapioca)
2 cucharaditas de aceite de oliva virgen extra, y requesón o queso en tarrina
(una cucharadita las primeras veces, que puede irse aumentando según la aceptación del pequeño)
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el principito Míralo, sentado con la espalda erguida, ha llegado la hora de tomar posesión de su trono: ¡la trona! Una posición estratégica que le permitirá comer y divertirse contigo, ver el mundo desde otra perspectiva y observar todo lo que ocurre a su alrededor. El pequeño se mueve, se agita y se gira, así que lo más prudente es abrocharle el cinturón de seguridad antes de darle de comer. Mientras come, puedes dejarle una cuchara –¡su cetro!– para que la tenga en la mano. Con ella podrá divertirse y meterla en el plato de papilla o golpear la trona. Es el comienzo de lo que durante un tiempo será su juego favorito: tirar al suelo la cuchara o cualquier objeto que tenga en sus manos. De esta forma experimenta nuevas situaciones. Así aprende que las cosas ligeras y blandas no hacen ruido, que algunas tintinean y que otras ¡incluso rebotan! Todo esto le hará sentirse orgulloso de sí mismo y hará que su mamá también se sienta orgullosa de sus portentosas conquistas.
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comer papilla es tan fácil... ¡como beber un vaso de agua! ¿Tu bebé, a los diez meses, ya sabe coger la cuchara y el vaso con sus manitas? Si la respuesta es no, no te preocupes: no existe una norma establecida
Por lo general, las primeras veces la papilla y el agua terminan derramadas sobre la mesa, por el suelo, por las paredes...
Anima a tu pequeño a meterse la cucharita en la boca y a beber correctamente: verás como con el tiempo conseguirá hacerlo él solo. ¡Y será una gran satisfacción para él! Tal vez se ensuciará más de lo que comerá, pero observándote a ti y a papá en la mesa intentará imitaros y muy pronto podrá comer «como los mayores».
¿adivina quién cena con mamá y papá? Ahora está sentado en la trona, compartiendo mesa con vosotros. Todos vuestros gestos serán un descubrimiento continuo para él, e intentará imitaros en todo: ¡es agradable sentirse parte de la familia y participar en la vida casera! Siente curiosidad por cualquier objeto, intentará tocar todo lo que esté a su alcance, se divertirá tirando del mantel y participará en vuestras conversaciones: por eso siempre conviene vigilar sus movimientos. Al principio, podrá tomar su papilla con vosotros, en una mesita con una silla pequeña a su medida, en la que pueda ir cogiendo la comida a voluntad. Gradualmente, mientras os sigue observando, veréis como aprende «buenos modales».
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tu bebé ya da sus primeros pasos y ha aprendido a comer solo... ¡o casi! fruta, verdura y… ¡fantasía! Por lo general, en la primera etapa del destete, el alimento principal es la fruta (manzanas, peras, ciruelas), ya sea triturada o en potitos. Esto se debe a que, gracias a su sabor naturalmente dulce, es más fácil que tu pequeño la acepte. Más adelante puedes probar también con las verduras de temporada, que también son fácilmente digeribles y ligeras, empezando por las que tienen un sabor más apetecible, como la zanahoria, la patata y el calabacín. Al cabo de dos o tres semanas puedes añadir lechuga y judías verdes,
y hacerle probar un poco de menestra cremosa con una gota de aceite de oliva virgen extra y una cucharadita de queso grana. A continuación, puedes ir introduciendo el queso y, cuando sea un poco mayor, por fin podrás prepararle cualquier plato delicioso, aplastando los ingredientes con un tenedor, sin triturarlos, y disponiéndolos por separado en el plato. Así podrá apreciarlos individualmente y reconocer su color, sabor y aroma. Tu pequeño tiene un sentido del gusto muy distinto del tuyo y, sobre todo, su primera elección no responde al paladar, sino a la vista.
Preséntale la papilla de una manera graciosa, y sobre todo juega con los colores, ¡así todo será más bonito y divertido!
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qué alimentos sí y qué alimentos no Al principio, no todos los tipos de fruta y verdura son aconsejables. El secreto es vigilar con los alimentos que, por su alto potencial alérgeno, no deberían incluirse en la alimentación del niño hasta que este tenga uno o dos años (como por ejemplo el tomate, las fresas, las cerezas o las uvas). Ocurre lo mismo con los cítricos, que son un poco más ácidos, y que no deberías dar a tu bebé hasta que cumpla un año, y siempre fuera de las comidas, porque pueden hacer que la digestión sea más pesada. No se debe insistir demasiado: si a tu hijo no le gusta algo, es normal. Ten en cuenta que todo esto es nuevo para él, y verás como, con la ayuda de tu pediatra, en unos dos años podrá comer prácticamente de todo.
No antes de
3a receta
I di t para una porción: Ingredientes 250 ml ml de agua 1 potito de verduras 1 filete de lenguado 4 cucharadas de crema de arroz 1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra
papilla a la marinera En una cazuela pequeña, diluye el potito de verduras en el agua y llévalo a ebullición. Añade la crema de arroz y mézclalo bien. Quítale la piel al pescado y cuécelo al vapor durante unos 15 minutos. Quítale cuidadosamente todas las espinas, pásalo por un tamiz y añádelo a la crema de arroz una vez la hayas retirado del fuego. Condiméntalo con aceite de oliva virgen extra, mézclalo, y ya puedes servirlo.
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los consejos del nutricionista ¿en qué mes es mejor empezar el destete y cómo debo comportarme?
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El destete es una etapa importantísima, un gran cambio, y debe efectuarse gradualmente y sin prisas. Por lo general, es habitual empezar hacia el quinto o sexto mes, porque es justo en este periodo cuando el organismo de tu bebé siente la necesidad de ingerir sustancias nutritivas distintas de la leche. La diferencia entre empezar el destete a los cinco meses o a los seis no es demasiado importante: algunos pediatras recomiendan empezar al quinto mes si el bebé ha sido alimentado con leche no materna, pero cada pediatra, según el caso, puede decidirse por una opción u otra. Sin embargo, no es obligatorio empezar exactamente al sexto mes, no pasa nada si esperas una o dos semanas más. Cada niño tiene unas necesidades diferentes. Sin embargo, la mayoría de pediatras coinciden en que el destete no debe iniciarse antes de los cuatro meses, que es cuando el bebé empieza a levantar bien la cabeza y a deglutir mejor.
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¿cómo puedo saber que le estoy dando la cantidad correcta?
Cómo medida orientativa, puedes partir de la cantidad de leche que le das normalmente a tu bebé (por ejemplo, 150 cc de leche) y después, gradualmente, empieza a aumentar la cantidad según te lo vaya pidiendo. En lo que a la cantidad de papilla se refiere, basta con que te guíes por si parece saciado, y pedir consejo a tu pediatra. Al principio, tu pequeño no sabe coordinar la deglución, por lo que escupe una pequeña parte de la comida. No te confundas: esto no significa que aquel alimento no le guste ni que ya esté saciado; poco a poco os iréis conociendo el uno al otro. Hacia el sexto o séptimo mes, empezará a mostrarte que quiere comer abriendo la boca y tirándose hacia adelante, y un poco más tarde podrá mostrarte su desinterés y que está saciado tirándose hacia atrás y girando la cabeza. Si tienes miedo de que no coma suficiente –un temor que comparten muchas madres– es posible complementar las comidas con un poco de leche (materna o artificial). Así pues, no hay problema si no se termina toda la papilla: podrás seguir dándole leche como complemento todavía durante mucho tiempo.
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¿cuál podría ser su primera papilla?
Generalmente, se empieza con un «plato único» en el que se unen todos los alimentos: los sabores se mezclan, pero de esta manera tu hijo come un poco de todo. La menestra con caldo vegetal y verduras es ideal en la primera etapa del destete, y permite introducir las patatas, el calabacín y las zanahorias
en su alimentación. La cantidad de caldo que debe utilizarse dependerá de su apetito y, sobre todo, de lo acostumbrado que esté, pero si al principio rechaza la papilla, no debes obligarlo, ofrécele leche y vuelve a probar con la papilla al día siguiente. Para una alimentación sana y equilibrada va bien introducir un poco de manzana rayada desde el principio.
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si la papilla tiene poco sabor ¿puedo usar sal y azúcar?
En la alimentación de tu pequeño no debes añadir ni sal, ni azúcar, ni cubitos de caldo vegetal a las menestras, sobre todo durante la primera etapa del destete, porque está viviendo una momento de exploración de los sabores y aún no reconoce los ingredientes individualmente.
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No tiene el mismo sentido del gusto que los adultos, y será él quien te haga comprender si el plato que le has preparado es de su agrado o no. En caso de que prefiera algo más sabroso, puedes añadir a su comida un poco de queso parmesano y un o de aceite de oliva virgen g chorrito extra.
una vez se haya iniciado el destete, te, ¿hay que eliminar la leche de e su alimentación? alimentación
Literalmente, por destete se entiende el momento en que el bebé deja de mamar del pecho de la madre, una fase lenta y progresiva que prevé la introducción de otro tipo de alimentos. Estos alimentos serán una comida complementaria, pero no exclusiva, para tu pequeño. De hecho, en la primera etapa del destete, la dieta mixta prevé la sustitución de la toma de leche del mediodía por una comida sólida, hasta llegar poco a poco a dos comidas sólidas y dos tomas de leche al mes de empezar el destete. Así, gradualmente, irás introduciendo la papilla de la noche, y sucesivamente todas las demás, pero sin olvidar que el consumo de esta leche es importante para la alimentación de tu pequeño debido a la elevada necesidad de calcio habitual en esta edad. 17 053033-Approf svezzamento CAS 2.indd 17
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¿cuándo puedo darle leche de vaca y el resto de alimentos?
Puedes introducir la leche de vaca únicamente después del primer año de vida, y siempre es conveniente pedir consejo a tu pediatra. Sin embargo, no es aconsejable en la primera etapa del destete, ya que la leche de vaca tiene una fracción proteica demasiado elevada y altamente alérgena. De la misma manera, la clara de huevo no debe introducirse antes de los doce meses, mientras que la yema puede incorporarse a su dieta a partir del noveno mes. Algunos alimentos (como el gluten) son un poco más complejos que otros y pueden provocar reacciones alérgicas, por este motivo siempre es conveniente introducir gradualmente un alimento nuevo cada vez, para ver de inmediato si presenta alguna intolerancia. No existen normas exactas ni periodos obligatorios para un ingrediente, pero en general puede tomarse como referencia lo siguiente: gluten
no antes de los
meses
carne
a partir de los
meses
pescado y jamón
a partir de los
meses
yema de huevo
a partir de los
leche de vaca
no antes de los
clara de huevo
a partir del
meses
meses
año
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