N°5
Noviembre de 2014
El Parlamento al Día Boletín Electrónico del Centro de Estudios Parlamentarios
PECIA S E N Ó I EDIC
Nuestras Efemérides
EDITORIAL En esta edición especial de noviembre, la Secretaría General a través del Centro de Estudios Parlamentarios, le rinde honores a la Patria, por celebrar 111 años de vida independiente y soberana. Como Primer Órgano del Estado, la Asamblea Nacional, comparte este momento tan representativo para los aquí nacidos, que año tras año para esta fecha, rememoramos con orgullo cada uno de los instantes en los que nuestros padres fundadores, olvidándose de sus intereses, tomaron como escudo la dignidad, como espada el amor por Panamá y como sublime inspiración a Dios, para lograr esa gran presea que por tanto tiempo le fue negada, el derecho a residir en un país libre, independiente y soberano, cuyo nombre además de significar abuindancia de peces, flores y mariposas, también significa : ¡LIBERTAD!
Nuestro Idioma
Patria Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos.
… para nosotros se llama Panamá, puente del mundo, corazón del universo...
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-En el Mes de la PatriaRedacción/CEP w.g.b.
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e acuerdo al diccionario de la Real Academia, la palabra efeméride corresponde a un acontecimiento notable, que se recuerda en cualquier aniversario de él. En lo que respecta a Panamá, por determinación divina, nuestras efemérides se circunscriben al mes de noviembre, denominándole “el mes de la Patria”. Y es que cada uno de los acontecimientos desarrollados en este espacio del calendario, en diferentes épocas de nuestra historia, representan el legado de hombres y mujeres aguerridos, que con determinación y valentía, lucharon para convertir a este codiciado espacio de la América Latina, en tierra fértil para depositar en ella la semilla de la autodeterminación y sin duda alguna, de la libertad. Con publicaciones como esta, la Asamblea Nacional, en donde se construye el futuro de la nación, intenta de corregir uno de los grandes males que aprisiona la mente del ser humano: el olvido y de la mano con la historia patria, contribuye a destacar nuestras efemérides, resultado que emanó del sacrificio, pero más que todo, del sentimiento de autodeterminación que se apoderó de aquellos corazones, cuyo palpitar en diversas páginas de nuestra historia, exigían a gritos la tan anhelada libertad. Tal como lo destacó el escritor Doménico Cien Estrada, cuando
Medallón del cielo raso del Salón Amarillo de la Presidencia de la República (Palacio de las Garzas). Maestro Roberto Lewis. “Panamá, la nueva Nación, recibe el saludo del concierto de naciones”. Óleo sobre tela aplicado al plafón. dijo: “Trae el pasado si solo vas a construir”, nos basamos en grandes aportes como la anfictionía del Libertador Simón Bolívar y de todo lo que conformó su movimiento de emancipación, o el aporte que en otro momento destacó “el más ilustre de los panameños”, don Justo Arosemena; sin obviar claro está, todo lo liderado por “los padres fundadores” desde la entonces Casa del Cabildo, hoy la Sede del Concejo Municipal de Panamá y todo lo posteriormente gestado por la Junta
Provisional de Gobierno y nuestra Primera Asamblea de Diputados, que desde el primer momento que tomaron las riendas del poder legislativo, se dedicaron a convertir nuestro sueño en realidad, una república naciente, pero segura de quiénes la formaban. O de los que tiempo después, ofrendaron sus vidas, por extirpar lo que se denominó “la quinta frontera”. Esto y mucho más representa noviembre… ¡que viva Panamá!
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La Independencia de Panamá de España -Fin del colonialismo ibéricoRedacción/CEP w.g.b.
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dos Unidos en el año de 1776.
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movimiento panameño de inde‐ pendencia en contra de la Corona Española, se inicia en la Villa de Los Santos por Rufina Alfaro y Don Segundo Villareal. Justo es comentar, que al ser difundidas las ideas independentistas por parte de Segundo de Villarreal, el día 10 de noviembre de 1821, éste designó a Rufina Alfaro para aprovechar la simpatía que los soldados sentían hacia ella y espiar así el cuartel, con la intención de informar la situación de los uniformados y realizar la gesta sin derramamiento de sangre. Al entrar al cuartel Rufina se percató que los solda‐ dos estaban descuidados, avisando a los conspirado‐ res para que se tomaran la ciudad sin resistencia alguna. Posteriormente, fue convocado un cabildo abierto en donde La Villa fue declarada "Ciudad Libre" del yugo colonial español. Este suceso es conocido como el Grito de independencia de La Villa de Los Santos e iniciaría un proceso de alza‐ mientos en varias ciudades del istmo, finalizando con la declaración de la independencia de Panamá el día 28 de noviembre de 1821, el cual contó con el respaldo de otras ciudades como Natá, Penonomé, Ocú y Parita. El ejército realista de la ciudad de Panamá estaba al mando del Coronel José de Fábrega, criollo oriundo de Veraguas, lo cual fue aprovechado por los istme‐ ños, obteniendo la complicidad del Coronel Fábre‐ ga, las sociedades patrióticas y el clero, que contri‐ buyó económicamente al movimiento. El 28 de noviembre, el Ayuntamiento convocó a Cabildo Abierto y en acto solemne, en presencia de las autoridades militares, civiles y eclesiásticas, se declararon rotos los vínculos que ataban al Istmo de Panamá con España. Entre los personajes ilustres se encontraban: José Higinio Durán y Martell, Obis‐ po de Panamá, Dr. Carlos de Icaza, Mariano Arose‐ mena, Juan de Herrera, Narciso de Urriola, José de Alba, Gregorio Gómez, Manuel María Ayala, Anto‐ nio Planas, Juan Pío Victorias, Antonio Bermejo, Gaspar Arosemena y Casimiro del Bal. Algunas de las principales razones que motivaron la independencia de Panamá de España fueron:
Algo muy semejante ocurría en toda la franja cen‐
tro y suramericana, pues la serie de abusos, atro‐ pellos e inequidades de sus gobernadores acrecen‐ taron la ira popular, que comenzó a manifestarse públicamente, razón para la que surgieron nuevas repúblicas, libres y soberanas.
El 30 de noviembre de 1821 las fragatas de guerra Prueba y Venganza llegan a la bahía de Panamá, acompañadas a buscar al resto de las tropas españo‐ las. Los capitanes españoles José de Villegas y Joa‐ quín de Soroa, firman un tratado de paz con el Gene‐ ral José de Fábrega el 4 de enero de 1822, entre la monarquía española y los patriotas, donde acuerdan la no agresión a los territorios del istmo y la retira‐ da de las tropas y todos los barcos de la Corona Española de la nueva nación istmeña.
La falta de presupuesto, el poco armamento militar con el que se contaba y la inseguridad de ser reconquistados por España, pone en peligro el continuar “la epopeya Independentista del Istmo”, por lo que se propone la unión con algunas de las nuevas naciones, entre ellos los vecinos de la unión centroamericana y la na‐ ción del Perú, que había sido el principal socio comercial del Istmo en la época colonial.
Sin embargo los panameños motivados por la anfic‐ tionía de Bolívar, que en su Carta de Jamaica en septiembre de 1815, se refirió, entre otras cosas, en la necesidad de unificar a Hispanoamérica en una sola nación con una sola cultura. Pero una vez cono‐ cida por el Libertador , la acción independentista por parte de los conjurados istmeños, un año después (1 de febrero de 1822), desde su cuartel general de Popayán, envía nota de felicitaciones al General José de Fábrega, del siguiente tenor: “No me es posible expresar el sentimiento de gozo y admiración que he experimentado al saber que Panamá, el centro del Universo, es segregado por sí mismo, y libre por su propia virtud. El Acta de la Independencia de Panamá es el documento más glorioso que puede ofrecer a la historia ninguna provincia americana”. La Independencia del Istmo de Panamá se proclamó en la entonces Casa del Cabildo, hoy Palacio Munici‐ pal de la ciudad de Panamá, donde se reunió una Junta formada por los miembros del Cabildo, autori‐ dades, militares, eclesiásticas y civiles. Luego de discutir la situación existente, terminaron procla‐ mando espontáneamente y conforme el voto general de todos los pueblos, la Independencia de Panamá de la Corona Española.
A finales del siglo XVII, Francia sufre una de las más extraordinarias muestras de democracia, al abolir‐ se la monarquía vigente y eliminarse todas las bases económicas y sociales que con ella funciona‐ ban, e implantarse una nueva forma de sociedad, la República.
Posteriormente varios lideres de las tallas de Na‐
poleón y Bolívar, comienzan a plasmar las ideas revolucionarias que surgían de las sociedades subyugadas por las monarquías establecidas en América, libertándolas y proclamando nuevas repúblicas libres e independientes.
En los estados Unidos de Norteamérica, a finales del siglo XVII, se dio fin a una serie de abusos co‐ metidos sobre el pueblo norteamericano, lo que desencadenó una revolución civil que dio al traste con la promulgación de independencia de los Esta‐
El Cabildo, escenario de innumerables hechos que enaltecieron la panameñidad. Hoy en su lugar, per‐ manece el edificio que alberga al Consejo Municipal del Distrito de panamá, construido el 1 de julio de 1810.
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, d a d i t n e d i a r t s s e e n u o n i c s i e d a r t y Esta s e r b m u t s ! o á c , m a a i r n a P histo a v Vi
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El 3 de noviembre de 1903 -Se ilumina la nueva naciónRedacción/CEP w.g.b./d.l.
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tilizando la última línea del coro de nuestro himno nacional, destaca‐ mos otra página de la gloriosa historia patria, pues una vez con‐ cluida la independencia de España, el 28 de noviem‐ bre de 1821, los gobernantes de Panamá tomaron la decisión de unirse voluntariamente a la Gran Co‐ lombia, Estado extinto conformado en la mayor parte de su territorio por las actuales repúblicas de Colombia, Ecuador, Venezuela y Panamá. Con el entendimiento que se conservaría autonomía de gestión económica y administrativa. En 1826, año en que se celebró el Congreso Anfictió‐ nico en la capital istmeña, Panamá rechazó la consti‐ tución bolivariana, pero esto no fue obstáculo para que en ese año se produjera la primera tentativa de separación de la Gran Colombia. A pesar que el congreso colombiano hacía caso omiso de las solici‐ tudes de franquicias comerciales para el istmo, lo cual frustraba las aspiraciones panameñas, surgió un movimiento separatista para convertir a Panamá en un país hanseático bajo la protección de Gran Bretaña y los Estados Unidos. El movimiento fue, sin embargo, reprimido por los militares colombianos destacados en el istmo. En algunas ocasiones, militares en el territorio istmeño, conocido como departamento del Istmo bajo el centralismo o estado Soberano de Panamá bajo el federalismo, habían intentado separarse, independizarse del gobierno colombiano o auto gobernarse de facto, siendo las más importantes en 1830, 1831 y 1832; posteriormente hubo revueltas populares en Colombia (de hecho seis guerras civiles en 82 años). En 1840 y por un año se estableció el Estado del Istmo, haciendo una clara constancia de que se reincorporaría a la Nueva Granada si esta adoptaba el régimen federal y durante parte de la Guerra de los Mil Días (1899‐1902), conflicto civil que devastó a Colombia, nación a la que entonces pertenecía Panamá, aunque en estado de rebelión, pues muchos de sus líderes luchaban en contra del gobierno conservador y a favor del Partido Liberal Colombiano. Entre 1846 y 1848, los gobiernos de la Nueva Granada y los Estados Unidos habían firmado el tratado Mallarino‐Bidlack, con el que los Estados Unidos garantizaban la soberanía de la Nueva Grana‐ da sobre el istmo. Posteriormente en 1850 y 1868 también se desvinculó el istmo de Colombia, pero una efectiva acción colombiana con apoyo armado de Estados Unidos, restituía el territorio al país, invocando el Tratado Mallarino‐Bidlack. El 21 de noviembre de 1902 en la bahía de Panamá, liberales y conservadores ratificaron el fin del con‐ flicto a bordo del acorazado Wisconsin de la Armada estadounidense, en donde se redactó y finalmente fue firmado el tratado del mismo nombre que puso
fin a la guerra denominada: de los mil días. La Gue‐ rra de los Mil Días dejó devastado al departamento de Panamá, donde, entre octubre de 1899 y mayo de 1902 hubo más de sesenta combates. El general Victoriano Lorenzo, indígena panameño y guerrille‐ ro liberal, se negó a aceptar sus términos, por lo que fue fusilado el 15 de mayo de 1903.
contratiempos por la complicidad de las autorida‐ des del Ferrocarril Transístmico con los conjurados, entre ellas el superintendente norteamericano J.R. Shaler. Después de muchas excusas, el Estado Mayor pudo desplazarse hacia la capital. En Colón quedó la tropa bajo el mando del coronel Eliseo Torres.
José Agustín Arango, político istmeño, empezó a trabajar en secreto en la preparación del movimien‐ to separatista. Una junta revolucionaria clandestina se formó en torno suyo para planificar una revolu‐ ción destinada a consolidar la separación del Istmo de la soberanía colombiana, para negociar directa‐ mente con Estados Unidos la construcción del ca‐ nal. La red conspirativa estaba conformada aparte
Una vez llegados a ciudad de Panamá, Juan B. Tovar y sus otros oficiales fueron arrestados por instruc‐ ciones del general Esteban Huertas, quien estaba al mando del Batallón Colombia, cuya jefatura pretendía reemplazar al recién llegado general. Al enterarse de la inminente acción revolucionaria, el comandante John Hubbard del buque nortea‐ mericano «Nashville», entonces en las aguas del puerto y quien había retrasado previamente el desembarco de las tropas colombianas en Colón, procedió a impedir su transporte y cualquier des‐ embarco posterior, argumentando que debía res‐ petarse la "neutralidad" del ferrocarril, un argu‐ mento que las autoridades norteamericanas hab‐ ían empleado en anteriores ocasiones en sentido contrario.
Apresado el contingente militar colombiano y congelada la movilización de las tropas en Colón, se apresuraron las acciones para decla‐ rar la separación del Istmo.
del propio Arango, por Manuel Amador Guerrero, médico; Nicanor de Obarrio, militar y general del ejército colombiano y por otros como Ricardo Arias, Federico Boyd, Carlos Constantino Arosemena, Tomás Arias y Manuel Espinosa Batista. Pero la parte operativa, la de mayor riesgo, le tocó a Ama‐ dor Guerrero, quien viajó a Estados Unidos en busca de apoyo para el plan, ya que las fuerzas norteame‐ ricanas habían ayudado en el pasado al ejército colombiano. También obtuvo en Panamá el apoyo de importantes jefes liberales y el apoyo del coman‐ dante militar Esteban Huertas. El Batallón Tiradores, al mando de los generales Juan B. Tovar y Ramón G. Amaya, llegó a la ciudad de Colón en la mañana del 3 de noviembre de 1903. No tuvo problemas para desembarcar, pero su transporte hacia la ciudad de Panamá sufrió muchos
El Consejo Municipal se reunió bajo la Presi‐ dencia de Demetrio H. Brid (autoridad máxima en el territorio panameño en ese momento) y proclamó en un acta la voluntad del pueblo de ser libre y de establecer un Gobierno propio, independiente, y soberano bajo el nombre de República de Panamá. Demetrio H. Brid se convirtió entonces en el Primer Presidente de facto de la recién formada República de Pa‐ namá.
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e reconoce como primer presidente de facto de la República d e Panamá y Prócer de la Patria en grado eminente a Demetrio Honorato Brid Lasso (Ley 27 de 1953). Fue Presidente del Consejo Municipal del Distrito de Panamá, asumió la responsa‐ bilidad de llamar a cabildo la noche del 3 de noviembre de 1903, para respaldar el movimiento separatista. Ante el surgimiento de un gobierno de facto, el cual presidió, le correspondió designar y delegar sus poderes en la Junta de Gobierno Provisio‐ nal en la tarde del 4 de noviembre.
Demetrio Honorato Brid L.
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os Símbolos patrios de la República de Pa‐ namá, son en este orden: la Bandera, el Him‐ no y el Escudo, adoptados mediante la Ley 34 de 1949, reformada por la Ley 2 de 23 de ene‐ ro de 2012.
La bandera fue diseñada por don Manuel Encarnación Amador, hijo del Presidente Amador Guerrero, su madre doña María Ossa de Amador, con la ayuda de su cuñada doña Angélica B. de la Ossa (esposa del autor de la letra del Himno Nacional) la confeccionó. El Himno Nacional es la música de exaltación y de júbilo, que canta los triunfos y glorias de la Patria. El maestro don Santos Jorge compuso la música, inspirado en un arreglo escolar que denominó “Himno Istmeño” . Tiempo después, le solicitó a don Jerónimo de la Ossa que compusiese la letra del Himno Nacional . En 1906, se adoptó esta pieza provisionalmen‐ te, a través de la Ley 39 y a partir de 1925, el Presidente Rodolfo Chiari , le da carácter definitivo con la Ley 48 .
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n lo que respecta al Escudo de Armas, fue creado por don Nicanor Villalaz, al principio elige el lema: “Paz, Libertad, Unión y Progre‐ so”. Durante la sesión en la Asamblea Nacional de entonces, los Diputados Rafael Niera y Juan Henríquez sugi‐ rieron el lema: “Pro Mundi Beneficio”, en honor a nuestra privi‐ legiada posición geográfica. La propuesta se adopta formalmente, a través de la Ley 64 de junio de 1904.
Manuel E. Amador
María O. de Amador
Nicanor Villalaz
Jerónimo de la Ossa
Santos Jorge
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El 4 de noviembre de 1903 -El resurgir de nuestra identidad
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raíz de lo acontecido el día anterior y con un pueblo orgulloso del accionar de sus próceres, inicia un nuevo día en la historia de la República.
El 19 de febrero de 1904, la convención Nacional constituyente designó a don Manuel Amador Guerrero , co‐ mo Primer Presidente Constitucional de la República de Panamá.
Motivado el pueblo por todo lo acontecido, a raíz de la invitación del Honorable Consejo Municipal, se dio cita en la ahora Plaza de la Independencia, para participar del Cabildo Abierto. De esta forma, el movimiento revolucionario por el cual se emancipó el Istmo del resto de la República de Colombia, formando una nación soberana y libre, quedó legitimado por el pueblo de Panamá. Durante el Cabildo Abierto, se leyó el Acta de Independencia de la República, una vez concluida la lectura de tan representativo documento, don Demetrio Honorato Brid, como Presidente del Consejo, designa y otor‐ ga los poderes en nombre de la entidad que representaba, a los miembros de la Junta de Gobierno Provisional José Agustín Arango, Federico Boyd y Tomás Arias, enco‐ mendándoles transitoriamente "la admi‐ nistración, gestión y dirección de los negocios" y demás asuntos propios de la estabilidad nacional, mientras se formali‐ zaba la nueva república. Concluida su lectura, Demetrio H. Brid expresó como muestra de su incondicional compromiso con la Patria, lo siguiente: “Patria, por ti sacrificarse debe todo lo que Dios en su bondad nos dio, hasta el bienestar de nuestros hijos”.
Una nueva bandera tricolor, que representaría al país ahora independiente, fue paseada por las calles en compañía de un público eufórico. En la madrugada del día 4 con la participación del Alcalde del Distrito, se izó la bandera en el asta del Palacio Municipal, bajo los acordes de la entonces popular mar‐ cha Hiawatha, compuesta por Neil Moret (Charles N. Daniels) en 1901, la cual fue coreada por los allí reuni‐ dos y tocada por una improvisada banda de música. El bautizo de la Bandera Nacional, tuvo lugar en la Plaza Chiriquí, hoy Plaza de Francia, el 20 de diciembre de 1903.n el techo
Medallón en el techo del Salón Amarillo (Palacio de las Garzas). Maestro Roberto Lewis. Alegoría del Himno Nacional. Óleo sobre tela aplicado al plafón.
La Junta de Gobierno Provisional, estuvo integrada por José Agustín Arango, Federico Boyd y Tomás Arias. Por designación entró en funciones a partir del 4 de no‐ viembre de 1903, para encargarse de la administración del Estado.
Anterior a este edificio de escultura neoclásica, existió en el mismo lugar el edificio del Cabildo, que databa de la época de la colonia española. La ac‐ tual estructura suplantó la anterior, a partir del 1 de junio de 1910. del Salón
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Galería Histórica
Victoriano Lorenzo
Dr. Manuel A. Guerrero
Dr. Justo Arosemena
Amelia Denis de Icaza
Hechos que consolidan nuestra nacionalidad Redacción/CEP w.g.b.
El 21 de octubre de 1980, la Asamblea Nacio‐ nal declara a la Orquídea Periferia Elata, me‐ jor conocida como la flor del Espíritu Santo, como la Flor Nacional de Panamá.
La Ley No. 18 del 10 de abril de 2002 promulgada en la gaceta oficial No. 24530, declara a el Águila Harpía como el Ave Nacional de la República de Panamá. Esta norma cuenta con cuatro artículos, estableciendo el tercero de ellos multas hasta de cinco mil balboas (B/. 5,000.00) para quien capture, trafique, cause daños o muerte de águilas Harpías adultas, sus crías, huevos o nidos. La ley fue promovida por la entonces Legisladora Susana Richa de Torrijos.
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El 5 de noviembre de 1903 -Se reafirma nuestra separación-
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tro de los episodios que destaca nuestra historia patria, es aquel en donde se observa la participación de la provincia de Colón, en la glo‐ riosa gesta novembrina. Decimos esto, basándonos en todo lo acontecido durante el amanecer del 3 de noviembre, con el arribo a nuestra costa caribeña, de tres (3) naves a la bahía colonense, dos (2) colombianas, como lo fueron el “Cartagena” y el “Alexander Bixio” y el estadounidense “Nashville”. Además de los oficiales, desembarcó el Batallón Tiradores formado por 500 hombres, comandados por los generales Juan Tobar y Ramón Amaya, con la intención de trasladarse a la capital, para relevar al General Esteban Huertas, Comandante del Ba‐ tallón Colombia, quien simpatizaba con los conjura‐ dos y acabar con la emancipación, lo cual no fue posible, porque las autoridades del ferrocarril se encargaron de buscar excusas, para que el traslado de las tropas Colombianas hacia la ciudad de Pa‐ namá, no se efectuara. Sólo sus generales se trasla‐ daron, pero una vez que arribaron a su destino, fueron tomados prisioneros, por aquel que sería relevado (Esteban Huertas). Los soldados colombia‐ nos se queda‐ ron en Colón, al mando del coronel Eliseo Torres, el cual se encontraba decidido a cumplir con su misión a cual‐ quier costo. Comenzaron entonces las conversacio‐ General Esteban Huertas nes entre los Comandante del Batallón Colombia miembros de la Junta Revolucionaria colonense del alcalde Eleazar Guerrero y de otras autoridades locales, con el obje‐ tivo de convencer a los colombianos de abandonar Panamá, lo cual según la información que nos permi‐ te conocer la historia, se materializa a través del pago de ocho mil dólares. En un reportaje publicado por la periodista Delfia Cortez para el diario Crítica del 5 de noviembre de 2000, nos presenta una entrevista al historiador colonense Jorge Luis Macías, quien destaca “Ese dinero provino de la Compañía del Ferrocarril. El mismo fue contado y entregado por el cajero, señor Wardlaw y su asis‐ tente, José Lefevre. El retiro de las tropas colombia‐ nas de territorio panameño se dio a las 7:35 de la noche del día 5 de noviembre de 1903”.
Tiempo después, toda la soldadesca colombiana zarpa en el barco Orino‐ co de regreso a su país. Fue entonces cuando el miembro de la Junta Revo‐ lucionaria de Colón, Juan Antonio Henríquez, envió hacia Panamá un telegrama que decía así: "Sólo ahora, 7:30 p.m. puede decirse que la inde‐ pendencia de Panamá está asegura‐ da". El día cuatro de noviembre, se de‐ claró solemnemente la separación de Panamá de Colombia, pero el cinco de noviembre se confirmó nuestra separación, gracias a la lucha patrió‐ tica de colonenses, que apoyaron la lucha.
Tobar y los demás generales perma‐ necieron en la nueva República hasta el 12 de noviembre, cuando se les dejó en libertad bajo la condición de que se marcharan de inmediato. JUNTA REVOLUCIONARIA DE COLÓN Regresaron a Colombia en el vapor Sentados, de izquierda a derecha: Porfirio Meléndez (1854‐1915), León XIII. el jefe, nacido en Colón y Juan Antonio Henríquez (1860‐1915) nacido en Panamá; De pie y en el mismo orden, observamos a Orondaste L. Martínez (1858‐1915), nacido en Cartagena Por todo lo vivido en aquellos aciagos (Colombia), pero afincado en la capital atlántica. Por último, Car‐ momentos, las páginas de la historia los Clemant (1858‐1933), quien tenía el grado de Teniente Coronel, patria, jamás pasarán como inadverti‐ título ganado en el enfrentamiento de Coto tras haber sido invadi‐ do, el valiente aporte de hombres y da esta población chiricana por fuerzas costarricenses. Era tam‐ mujeres Colonenses, quienes de bién natural de la capital. (foto Ricardo López Arias). corazón acudieron al llamado de la Patria. Sobre esto, el historiador Macías nos dice “… que la revo‐ lución que se gestó primero en Colón y que abortó después también en Colón, no pudo consumarse sin los actos del 5 de noviembre, y siempre se ha preguntado: ¿Qué hubiese ocurrido, si los aliados en Colón hubieran traicionado la causa?...”
Primera plana del "The Colon Starlet" con titulares sobre la separa‐ c i ó n , n u e v o g o b i e r n o y e n v í o d e m á s acorazados de Estados Unidos a Panamá. Colón, noviembre 7 de 1903. Fuente: Ovidio Díaz Espino. Revista Credencial Historia. (Bogotá ‐ Colombia). Edición 164.
General Juan Tovar Comandante del Batallón Tiradores
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Lineth Márquez Pintora Nacional Título : Sentimientos autóctonos Técnica: Óleo sobre lienzo medidas: 100cm por 120cm Exposiciones: Participó en la exposición colectiva Nexus en la Galería Manuel Amador con el auspicio de la Universidad Nacional de Panamá. Participó en la exposición individual Reflejos panameños , con el auspicio del Banco Nacional de Panamá.
Descripción de la obra Sentimientos autóctonos son los que fluyen por nuestras raíces, nuestro folclor, todo aquello que forma parte de lo que somos, nuestra identi‐ dad. El tema de la obra, dos empolleradas henchidas de sentimiento por sus raíces. La Pollera Panameña La Pollera es el traje típico Nacional de Panamá, que utilizan las mujeres panameñas en fiestas patrias, noches de gala y eventos folclóricos, es el producto de un arte anónimo que creció y se desarrolló al calor de nuestros hogares campesinos, entre el ambiente más puro de nuestra artesanía femenina. Está compuesto de dos piezas separadas que consisten en una camisa y un pollerón confeccionados con tela fina altamente valorada por el elaborado trabajo de bordado y encaje que requiere, tapa hueso de color en el pecho, en la cabeza peinetas de oro, tembleques ?flores que tiemblan? y las joyas según la tradición que nos recuerda la época de esplendor de oro de Panamá. Fragmento de la poesía Mi pollera autor: Ana Isabel de Illueca No me pidas que cambie mi vestuario por gasas ni por sedas. Ninguna paname‐ ña cambiaría por nada, su pollera.
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Sabía Usted
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Que el General José de Fábrega fue ascendido Este inmueble fue restaurado hacia 1975, a General y nombrado jefe civil y militar del istmo por Simón Bolívar. Que fueron 17 los intentos separatistas pa‐ nameños después de fundada la colonia. Que junto al Acta de Independencia del Ist‐ mo, se le incorporan las actas de Indepen‐ dencia de la Villa de Los Santos y de Santiago de Veraguas, consolidando así el fin de la época colonial española en Panamá y dando así, inicio a la unión voluntaria a la Gran Co‐ lombia. Que el Acta de Independencia de Panamá fue redactada el 28 de noviembre de 1821 por don Manuel José Hurtado y constó de doce artículos. Que el 1 de diciembre de 1821 Santiago de Veraguas se une al movimiento independen‐ tista panameño, proclamando así su indepen‐ dencia de España y uniéndose así a la Gran Colombia. Tras este acontecimiento, se pro‐ cedió a la firma del Acta de Independencia de Santiago de Veraguas. Que no deben confundirse los términos: "Independencia de Panamá de España" con "Separación de Panamá de Colombia". Los hechos del 28 de noviembre de 1821 repre‐ sentan "La Independencia Nacional de Pa‐ namá", y los del 3 de noviembre de 1903, son el nacimiento de la "República de Panamá" una vez separados definitivamente de Co‐ lombia, a la cual se habían unido de manera "voluntaria". Que Panamá entra en el grupo de las llama‐ das Naciones del Bicentenario, ya que el 28 de noviembre de 2021, se conmemorarán los 200 años de su independencia del Imperio español. Que el monumento a la LIBERTAD ubicado en la Villa de Los Santos, es creación del finado escultor, pintor y creador del Cilindrismo, Prof. Guillermo Mora Noli, en el año de 1947 y simboliza a Rufina Alfaro, rompiendo las cadenas de la opresión española. Que en los cabildos de 1821 y 1903 realizados en el Consejo, se declararon las independen‐ cias de Panamá de España y de Colombia respectivamente. Hoy Las actas originales reposan dentro del Salón de Sesiones Manuel A. Guerrero, ubicado en la actual sede del Consejo Municipal de Panamá.
fecha en la que se habilitaron en éste algunas dependencias de la Academia Panameña de la Historia y la Dirección Nacional de Patri‐ monio Histórico. Que la Primera Constitución Nacional de la República de Panamá, fue sancionada el 15 de febrero de 1904. Que la Asamblea Nacional de Panamá, me‐ diante Ley 4 de 1955, decreta reconocerle como Prócer de la República en su calidad de miembro del Honorable Consejo Municipal de Panamá, a Demetrio Honorato Brid Lasso, el cual “asumió el poder supremo de la Nación panameña, y en virtud de ello nombró una Junta de Gobierno” y “firmaron el Acta de Independencia del Istmo el día 4 de Noviem‐ bre de 1903, por medio de lo cual se consti‐ tuyó la República de Panamá”. Que la redacción del Acta de Independencia del Istmo, fue encomendada en la mañana del histórico día 3, por Don José Agustín Arango, a un eminente jurista panameño de figuración destacada en la vida política del país, el Dr. Carlos Antonio Mendoza. Que el 13 de noviembre Estados Unidos reco‐ noce formalmente a la República de Panamá (después de haberla reconocido extraoficial‐ mente del 6 al 7 de noviembre), Francia lo haría al día siguiente y antes de finalizar no‐ viembre, otros quince países de América, Europa y Asia lo harían también. Que la Ley 34 de 1949, ordena todo lo relati‐ vo a la Bandera, el Escudo y el Himno de Panamá, fue modificada ampliamente por la Ley 2 de 2012, debatida en el Palacio Legisla‐ tivo Justo Arosemena, sede de la Asamblea Nacional. Que por el Decreto Ejecutivo 824 de 2012, se creó la Comisión Nacional de los Símbolos de la Nación, formada por 5 miembros. Que el 21 de octubre de 1980, la Asamblea Nacional declara a la flor del Espíritu Santo, como la flor nacional de Panamá. Que el Ferrocarril de Panamá fue el más cos‐ toso en la historia, al facturar unos 8 millo‐ nes de dólares a mediados del siglo XIX, 8 veces más del estimado inicial y su construc‐ ción se realizó en 5 años.
Que Panamá es la única ciudad del mundo, con una selva dentro de sus áreas limítrofes, haciendo alu‐ sión al Parque Natural Metropolitano.
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EN EL MES DE LA PATRIA
-En el mes de la Patria-
Entre prosa y verso - A la Patria con amorRedacción/CEP w.g.b. / d..l.
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atria por
Ricardo Miró
¡Oh Patria tan pequeña, tendida sobre un Istmo en donde es más claro el cielo y más brillante el sol, En mi resuena toda tu música, lo mismo que el mar en la pequeña celda del caracol! Revuelvo la mirada y a veces siento espanto cuando no veo el camino que a ti me ha de t o r n a r … ¡quizás nunca supiera que te quería tanto si el Hado no dispone que atravesara el mar! La Patria es el recuerdo… pedazos de la vida envueltos en jirones de amor o de dolor; la palma rumorosa, la música sabida, el huerto ya sin flores, sin hojas, sin verdor. La Patria son los viejos senderos retorcidos que el pie desde la infancia sin tregua recorrió en donde son los árboles, antiguos conocidos que al paso nos conversan de un tiempo que pasó. En vez de esas soberbias torres con áurea flecha, en donde un sol cansado se viene a desmayar, dejadme el viejo tronco, donde escribí una fecha donde he robado un beso , donde aprendí a soñar. ¡Oh, mis vetustas torres, queridas y lejanas yo siento la nostalgia de vuestro repicar! he visto muchas torres, oí muchas campanas, pero ninguna supo. ¡torres mías lejanas! cantar como vosotras, cantar y sollozar. La Patria es el recuerdo… pedazos de la vida envueltos en jirones de amor o de dolor; la palma rumorosa, la música sabida, el huerto ya sin flores, sin hojas, sin verdor.
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anto a la bandera por Gaspar Octavio Hernández
Se detuvo el mancebo en la rampa, frente al mar transparente. Comen‐ zaba a brillar la mañana. En una de las naves de Aguadulce fondeadas en el puerto, hercúleo marino de color de bronce ‐ cantando un alegre cantar de aldea‐ enarbolaba el pendón trico‐ lor del Istmo. El mancebo sintióse inquieto de entusiasmo: el entusiasmo le hizo poeta y le inspiró este canto:
¡Ved cómo asciende sobre el mar la enseña que refleja en sus vívidos colores el mar y el cielo de la patria istmeña! ¡Mirad…! ¡Es la bandera panameña, vistosa cual gentil manto de flores! ¡Ved cómo asciende al mástil del velero serpenteando con lánguida armonía b a j o l a l u z d e l m a t i n a l l u c e r o , m i e n t r a s c a n t a f o r n i d o m a r i n e r o con ruda voz, canciones de alegría! El céfiro de Ancón, puro y fragante c o m o b e s o d e v i r g e n , a c a r i c i a la tenue seda del pendón flotante y tierno idilio sobre el mar sonante con el céfiro la bandera inicia. ¡Bandera de la patria! ¡Con celajes de púrpura encendida, con pedazos del cielo de los ístmicos paisajes y de marina espuma con encajes tejieron nuestras vírgenes los lazos! ¡Bandera de la patria! Las estrellas en tus colores su fulgor derraman p e r e n n e m e n t e v í v i d a s . P o r e l l a s , los hombres duros, las mujeres bellas ¡en patriotismo férvido se inflaman! ¡Ellas, en nuestros fuertes corazones, l a l l a m a a v i v a r á n d e l h e r o í s m o , cuando al grito marcial de los cañones, e n e m i g o c l a r í n v i b r e c a n c i o n e s bajo el ardiente sol de nuestro Istmo! Ellas reavivarán en nuestras almas amor por nuestras fértiles campiñas sembradas de naranjos y de palmas, donde ‐tras de luchar‐ núbiles niñas nos ceñirán de mirtos y de palmas… ¡Bandera de la patria! Sube, sube hasta perderte en el azul… Y luego de flotar en la patria del querube; de flotar junto al velo de la nube, s i v e s q u e e l H a d o c i e g o e n l o s i s t m e ñ o s p u s o c o b a r d í a , desciende al Istmo convertida en fuego y extingue con febril desasosiego ¡a los que amaron tu esplendor un día!
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DIRECTIVA H.D. ADOLFO VALDERRAMA PRESIDENTE H.D. BENICIO ROBINSON PRIMER VICEPRESIDENTE H.D. ALFREDO PÉREZ SEGUNDO VICEPRESIDENTE MGTER. FRANZ WEVER SECRETARIO GENERAL LICDA. ANELIS BERNAL SUBSECRETARIA GENERAL
CENTRO DE ESTUDIOS PARLAMENTARIOS Licda. Marisol Martínez Directora Encargada Prof. Wolfgang González Beluche Coordinador del Boletín Asesores Licdo. Jaime Beitia Licda. Mariela Laguna Licdo. Karim Paredes Licda. Daphne Cárdenas Licda. Delia de López Colaboradores Marcela Chang Gladys Moreno Paola Martínez Bosco Arosemena
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