PARROQUIA DE SANTA JULIANA CONSAGRADA EN LA VERDAD Y EN LA

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PARROQUIA DE SANTA JULIANA: CONSAGRADA EN LA VERDAD Y EN LA MISIÓN

UN PLAN PASTORAL PARA EL 2012-2017

PARROQUIA DE SANTA JULIANA: CONSAGRADA EN LA VERDAD Y LA MISIÓN UN PLAN PASTORAL PARA 2012-2017 De su Párroco Les presento el Plan Pastoral de nuestra Parroquia para 2012-2017, con mis oraciones de que ustedes lo lean atentamente y consideren cómo podemos todos ser más plenamente parte de la vida de la Parroquia de Santa Juliana en los próximos años. Quiero agradecer a todos los que han ayudado a hacer que este plan llegue a ustedes, especialmente los miembros del Consejo Pastoral Parroquial, cuyos nombres aparecen en la última página. Estoy entusiasmado para trabajar con el equipo de la Parroquia, clero, religiosas, empleados laicos y voluntarios, y con todos ustedes, para poner en práctica los compromisos que verán a continuación. No podemos hacer todo esto solos. Sólo es posible hacerlo con la ayuda de Dios, y apoyándonos los unos a los otros. Parafraseando lo que se les dice en las ordenaciones, las profesiones religiosas y al recibir a nuevos cristianos en la Iglesia: Que Dios, que ha comenzado en nosotros esta buena obra, la lleve a buen término (cf. Filipenses 1, 6). En Cristo Jesús,

Padre Alfredo I. Hernández Introducción La misión de la Parroquia de Santa Juliana es crecer espiritualmente, evangelizar y servir, unidos como una familia de fe, acogiendo e incluyendo a cada persona con amor. Hace 10 años, nuestra parroquia proclamó, por primera vez, que ésta era su misión. En el último año, mientras el Consejo Pastoral Parroquial ha estado revisado los resultados de la encuesta parroquial y del trabajo de la Convocación Parroquial que se celebró el 29 de enero de 2011, hemos tratado de ver qué podemos mejorar para qué esta misión llegue a ser realidad, en la situación concreta en la cual vivimos. Este Plan Pastoral para la Parroquia de Santa Juliana es nuestro esfuerzo para encarnar nuestro compromiso de vivir esta misión en los próximos cinco años. Al desarrollar este Plan Pastoral, hemos tomado en cuenta el trabajo de las anteriores Convocaciones Parroquiales, la encuesta de la Parroquia que se hizo en el otoño del 2010, el Plan Pastoral Hispano de la Diócesis de Palm Beach en cuanto es relevante a nuestra comunidad, el Plan Estratégico de la Escuela de Santa Juliana, y sobre todo, las sugerencias y recomendaciones que surgieron en nuestra más reciente Convocación Parroquial, Este es NUESTRO Plan Pastoral Parroquial, y requerirá el esfuerzo de todos nosotros, sacerdotes, diácono, religiosas, personal, y la feligresía de la parroquia y comunidad escolar, para que se haga realidad y dé frutos en los próximos cinco años. Para que tengamos éxito, tendremos que tener en mente el espíritu de la Iglesia primitiva, tal como se describe en los Hechos de los Apóstoles: “La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma” (Hechos 4, 32). Al leer este Plan Pastoral, se hará cada vez más claro que nos llama a todos, ya seamos clero y equipo, grupos apostólicos y ministerios parroquiales, feligreses y voluntarios, jóvenes, ancianos y de edad media, a comprometernos en el futuro de la Parroquia de Santa Juliana. El Plan Pastoral no es una lista de promesas que el Párroco hace a los feligreses. Al contrario, describe compromisos, o mejor dicho, un 1

compromiso con muchas facetas, que nos estamos haciendo los unos a los otros y a Dios, de vivir más plenamente como el Cuerpo de Cristo. En su Discurso de Despedida en el Evangelio de San Juan, Jesús rezó por sus discípulos y por nosotros: “Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad. No ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí. Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno –yo en ellos y tú en mí– para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado, y que yo los amé cómo tú me amaste. Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, porque ya me amabas antes de la creación del mundo” (Juan 17, 19-24). En estas palabras vemos muchos de los elementos claves de nuestra Misión Parroquial, expresados en la voluntad de Jesús para nosotros. Cuando estaba acercándose a su forma final este documento, el Papa Benedicto XVI publicó su Carta La Última Cena de Stephano Apostólica, Porta Fidei (Puerta de la Fe), anunciando su di Giovanni Sassetta circa 1420 decisión de celebrar un Año de Fe, desde el 11 de octubre de 2012 (el 50º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II), hasta el 24 de noviembre de 2013 (la Fiesta de Cristo Rey). Parece apropiado ilustrar cada área de nuestra Misión y de los compromisos relacionados con una cita del Santo Padre, que nos recuerda: “Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida” (Porta Fidei, #1). Crecimiento Espiritual Jesús dice que quiere que sus seguidores estén con Él: “quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado”. El propósito de nuestros esfuerzos de crecer espiritualmente y ayudar a nuestros hermanos y hermanas en su propio crecimiento espiritual es poder estar con Jesús, más perfectamente cada día. Buscamos promover el crecimiento espiritual de las siguientes maneras: 1.

Mejorar la vida litúrgica y sacramental de la Parroquia de Santa Juliana: a. Buscaremos aumentar las oportunidades para la oración comunitaria y mejorar nuestros esfuerzos para alentar a los feligreses a comprometerse a estas actividades devocionales y litúrgicas. Estas pueden ser: aumentar la participación en la Misa dominical y entre semana, hacer crecer la participación en la adoración del Santísimo Sacramento, promover la celebración del Sacramento de la Reconciliación, rezar la Liturgia de las Horas en común, y promover el Rosario y otras devociones Marianas. A los feligreses se les pide que se comprometan a participar por lo menos en una actividad espiritual por semana, además de la Misa dominical. b. Seguiremos esforzándonos en mejorar el ministerio de música de la Parroquia, aumentando la participación en nuestros coros y en otras áreas del ministerio de música. Evaluando continuamente la calidad de la música seleccionada y usada, para asegurar que la música está ayudándonos a darle gloria a Dios en la liturgia y probar esa gloria nosotros mismos. Se les pide a los feligreses de todas las edades que tienen talentos que se unan al ministerio de música y los ministerios de apoyo relacionados a éste. 2

c. Los sacerdotes y diáconos de la parroquia aceptarán el reto de fortalecer el ministerio de la Palabra en nuestras liturgias, usando los métodos a nuestra disposición para mejorar las homilías y evaluar cuán efectivas son. 2.

Mejorar el ministerio de retiros de la Parroquia: a. El personal y los voluntarios de la Parroquia organizarán, promoverán y llevarán a cabo retiros y días de reflexión, respondiendo a las necesidades de nuestra comunidad de jóvenes y de adultos. Todos los feligreses están invitados a comprometerse a conocer más las actividades promovidas por la Parroquia y participar cada año por lo menos una actividad significativa para fortalecer su vida espiritual. b. Promoveremos retiros y oportunidades para crecimiento espiritual, ofrecidos alrededor de la Diócesis, avisaremos y alentaremos a las personas a participar en las muchas formas disponibles en la diócesis para ayudarlas en su crecimiento espiritual.

3.

Promover los matrimonios y el discernimiento espiritual: a. Mejoraremos nuestros programas de preparación prematrimonial y de apoyo a los matrimonios, para ayudar a todas las familias de nuestra comunidad parroquial y escolar a vivir su vocación de ser imagen del amor de Cristo por la Iglesia. Se invita a todas nuestras familias a aceptar el reto de promover la vida matrimonial, participando en estos esfuerzos e invitando a otros a hacer lo mismo. Citando el Plan Pastoral Diocesano para la Pastoral Hispana, es nuestro propósito apoyar a los matrimonios, “para que al vivir su fe más profundamente, la unidad sacramental de su matrimonio se fortalezca”. b. Implementaremos plenamente el Comité de Vocaciones de la Parroquia, alentando a nuestros jóvenes a estar abiertos a la vocación a la vida religiosa, al diaconado y al sacerdocio, buscando formas de ayudarles en ese discernimiento.

Desde el comienzo de mi ministerio como Sucesor de Pedro, he recordado la exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo. En la homilía de la santa Misa de inicio del Pontificado decía: “La Iglesia en su conjunto, y en ella sus pastores, como Cristo han de ponerse en camino para rescatar a los hombres del desierto y conducirlos al lugar de la vida, hacia la amistad con el Hijo de Dios, hacia Aquel que nos da la vida, y la vida en plenitud”. Sucede hoy con frecuencia que los cristianos se preocupan mucho por las consecuencias sociales, culturales y políticas de su compromiso, al mismo tiempo que siguen considerando la fe como un presupuesto obvio de la vida común. De hecho, este presupuesto no sólo no aparece como tal, sino que incluso con frecuencia es negado. Mientras que en el pasado era posible reconocer un tejido cultural unitario, ampliamente aceptado en su referencia al contenido de la fe y a los valores inspirados por ella, hoy no parece que sea ya así en vastos sectores de la sociedad, a causa de una profunda crisis de fe que afecta a muchas personas No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf. Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14). Debemos descubrir de nuevo el gusto de alimentarnos con la Palabra de Dios, transmitida fielmente por la Iglesia, y el Pan de la vida, ofrecido como sustento a todos los que son sus discípulos (cf. Jn 6, 51). Papa Benedicto XVI, Carta Apostólica Porta Fidei, #2-3

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Evangelización Jesús dice: “Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad. No ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí”. Hay una verdad en la cual creemos, la verdad revelada en y por Jesús, y somos llamados a compartir esa verdad con los demás. Los esfuerzos de la Parroquia de Santa Juliana en el campo de la evangelización tienen como meta ayudarnos a todos a ser “consagrados en la verdad” y poder atraer a otros a creer en Jesús, “gracias a (nuestra) palabra”. Nos comprometemos en las siguientes formas de incrementar nuestros esfuerzos en la evangelización: 1.

Fortalecer nuestros esfuerzos de enseñar la fe a nuestros niños, jóvenes y adultos: a. Al comenzar la Escuela Católica de Santa Juliana su séptima década educando los niños de nuestra comunidad, con un renovado compromiso para el futuro, nos comprometeremos, como parroquia, en hacer que la educación católica, ofrecida en nuestra escuela parroquial, sea realmente excelente y accesible a cuantas más familias católicas sea posible. Trabajaremos juntos con nuestros hermanos de la Parroquia Holy Name of Jesus (Santo Nombre de Jesús), para asegurar la sólida identidad católica de nuestra Escuela, su excelencia académica, y a la vez fortalecer su salud financiera a largo plazo. Estimulamos a las familias de la Parroquia a dar una educación católica a sus hijos, estamos dispuestos a apoyarles en ese sacrificio. b. Seguiremos haciendo todos los esfuerzos posibles para hacer que el programa de educación religiosa de la Parroquia responda a las necesidades de todos nuestros niños y de sus familias. Los padres y madres de familia de la Parroquia se comprometerán a la visión de la Parroquia, que, “consagrados en la verdad”, los niños, jóvenes y adultos necesitan seguir aprendiendo la fe a lo largo de su vida, no solamente en preparación para los sacramentos. c. Santa Juliana renovará su compromiso con el programa de RICA, estudio bíblico para adultos, programas de formación de adultos de la parroquia y de la Diócesis, todo con el fin de profundizar el conocimiento de la fe y el compromiso con ella de los feligreses adultos. Se les pedirá a los feligreses que dejen saber al personal de la Parroquia cuáles son sus anhelos y necesidades en programas de formación en la fe, y que luego participen en los programas desarrollados para responder a sus necesidades. d. Santa Juliana buscará maneras de fortalecer y renovar nuestro ministerio con los adolescentes y jóvenes adultos, para que conecte más efectivamente con la juventud, y le ayude a reconocer y responder al llamado de Dios a vivir como sus hijos e hijas. De acuerdo con el Plan Pastoral Diocesano para la Pastoral Hispana, nos enfocaremos particularmente en la dimensión familiar de la pastoral de jóvenes, para fortalecer los lazos de los jóvenes con sus padres y familias.

2.

Incrementar nuestro alcance más allá de la Parroquia a. Usaremos todos los métodos de comunicación disponibles en el mundo de hoy, continuando nuestro apoyo al ministerio de radio El Mensaje, expandiendo nuestra presencia en la Red Informática, y dedicando recursos a la comunicación del Evangelio de la manera más efectiva, usando la tecnología moderna en cuanto sea necesaria. b. Se les pedirá a los feligreses, jóvenes y adultos, a que inviten a sus amigos, católicos y nocatólicos, a Misa y otros eventos parroquiales, por lo menos una vez al mes.

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Como se puede ver, el conocimiento de los contenidos de la fe es esencial para dar el propio asentimiento, es decir, para adherirse plenamente con la inteligencia y la voluntad a lo que propone la Iglesia. El conocimiento de la fe introduce en la totalidad del misterio salvífico revelado por Dios. El asentimiento que se presta implica por tanto que, cuando se cree, se acepta libremente todo el misterio de la fe, ya que quien garantiza su verdad es Dios mismo que se revela y da a conocer su misterio de amor. Papa Benedicto XVI, Porta Fidei, #10. “Caritas Christi urget nos” (2 Co 5, 14): es el amor de Cristo el que llena nuestros corazones y nos impulsa a evangelizar. Hoy como ayer, él nos envía por los caminos del mundo para proclamar su Evangelio a todos los pueblos de la tierra (cf. Mt 28, 19). Con su amor, Jesucristo atrae hacia sí a los hombres de cada generación: en todo tiempo, convoca a la Iglesia y le confía el anuncio del Evangelio, con un mandato que es siempre nuevo. Por eso, también hoy es necesario un compromiso eclesial más convencido en favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe . Papa Benedicto XVI, Porta Fidei, #7.

Servicio No podemos llegar a la perfección en Cristo, si no escuchamos el mandamiento que Él hace en muchas ocasiones, incluso en el discurso final del Evangelio de San Juan, de amarnos los unos a los otros. El llamado al servicio es una respuesta a este mandamiento: “Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando” (Juan 15, 12-14). Los esfuerzos institucionales de la Parroquia y de los miembros individuales de Santa Juliana estarán dirigidos a servirnos los unos a los otros, como formas concretas para mostrar el amor de Cristo: 1.

Servicio de la Parroquia a los que necesitan un ministerio de caridad: a. La oficina de pastoral social de la Parroquia seguirá buscando la forma más efectiva de servir a los necesitados en nuestra área, siendo responsables en el uso de los recursos y tratando a cada persona que se nos acerca con respeto y amabilidad. b. Seguiremos esforzándonos para organizar mejor e implementar nuestro ministerio hacia los enfermos de la Parroquia, y los que no pueden salir de su casa, esperando que Jesús diga de nosotros, “(Estaba) enfermo y me visitaron” (Mateo 25, 36). A los Ministros Extraordinarios de la Comunión se les pedirá que se comprometan a llevar la Comunión a los enfermos y los que no pueden salir de casa.

2.

El desafío a los feligreses a dar de sí mismos en servicio: a. Habrá un esfuerzo organizado para dejar saber a los feligreses, cada mes, qué oportunidades hay para servir a la Parroquia y a los necesitados. b. A los feligreses se les pedirá dar una hora por semana de servicio por a las necesidades de la Parroquia, mostrando con sus acciones su compromiso a la misión de Santa Juliana. c. A los feligreses se les motivará a dar una hora por semana a alguien que tenga necesidad, como una forma de vivir el mandamiento de amar como Jesús amó. 5

El Año de la fe será también una buena oportunidad para intensificar el testimonio de la caridad. San Pablo nos recuerda: “Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de ellas es la caridad” (1 Co 13, 13). Con palabras aún más fuertes —que siempre atañen a los cristianos—, el apóstol Santiago dice: “¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Podrá acaso salvarlo esa fe? Si un hermano o una hermana andan desnudos y faltos de alimento diario y alguno de vosotros les dice: ‘Id en paz, abrigaos y saciaos’, pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así es también la fe: si no se tienen obras, está muerta por dentro. Pero alguno dirá: ‘Tú tienes fe y yo tengo obras, muéstrame esa fe tuya sin las obras, y yo con mis obras te mostraré la fe’” (St 2, 14-18). Papa Benedicto XVI, Porta Fidei, #14.

Unidad Jesús vio la unidad entre Sus seguidores como la llave para el éxito de sus futuros esfuerzos de evangelización: “Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno, yo en ellos y tú en mí– para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado, y que yo los amé cómo tú me amaste” (Juan 17, 22-23). Esta unidad es posible cuando compartimos los sacramentos de la Iglesia, cuando hacemos nuestra profesión de fe común y cuando trabajamos juntos en servicio de nuestra parroquia y de unos a otros. Todo esto hace más creíble nuestra evangelización. Algunos de los esfuerzos específicos que haremos para construir la unidad incluirán los siguientes: 1.

La Parroquia de Santa Juliana promoverá de maneras concretas la visión de los Obispos de Estados Unidos, quienes constantemente nos llaman a vivir en unidad, sin importar nuestro país de origen, el idioma en que adoramos a Dios, nuestra edad, etnia o raza: “La comunión no elimina las diferencias pero nos une como una familia, diversa y unida en un solo Señor.” (Acogiendo al Forastero entre nosotros: Unidad en la Diversidad, Declaración de los Obispos Católicos de Estados Unidos): a. Continuaremos ofreciendo servicios en el idioma que necesiten las personas que vengan a nosotros, a la vez, procurando que todos nuestros feligreses se sientan parte de una familia. b. De manera particular, el ministerio juvenil de la Parroquia de Santa Juliana buscará unir a todos nuestros jóvenes, para que en su unión, al mismo tiempo en que crecen espiritualmente, evangelizan y sirven, ellos sean signo de toda nuestra comunidad. c. Nuestra parroquia continuará buscando maneras de ayudar a todos los feligreses a sentirse en casa en las celebraciones designadas para toda la comunidad parroquial, reconociendo que las celebraciones bilingües y multiculturales pueden ser un reto para algunos, pero son necesarias para construir y expresar la unidad del Cuerpo de Cristo. d. Santa Juliana también buscará maneras de ayudar a los feligreses a encontrarse para eventos sociales y actividades que les unan de manera festiva, fortalezca el compañerismo, y ayude a recaudar fondos y dar servicio.

2.

Unidad como misión para acercar a todos los Cristianos unos a otros y para mostrar apertura a los no-Cristianos: a. Santa Juliana se compromete a participar en las actividades ecuménicas que promuevan la unidad entre todos los cristianos, incluyendo la celebración anual por la Semana de la Unidad entre los Cristianos. 6

b. Nuestros esfuerzos por estudiar y celebrar nuestra fe serán diseñados para enseñar claramente lo que la Iglesia expresa sobre la apertura a otros cristianos y el diálogo con otras religiones. Por la fe, los discípulos formaron la primera comunidad reunida en torno a la enseñanza de los Apóstoles, la oración y la celebración de la Eucaristía, poniendo en común todos sus bienes para atender las necesidades de los hermanos (cf. Hch 2, 42-47). Papa Benedicto XVI, Porta Fidei, #14.

Bienvenida En el Prólogo del Evangelio de San Juan, leemos: “La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre. Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios. Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios” (Juan 1, 9-13). Al darnos la bienvenida unos a otros en nuestra comunidad Parroquial, expresamos la bienvenida a la Luz del Mundo que aquellos que vieron a Jesús por primera vez, no fueron capaces de dar. Ciertamente con nuestras actitudes y acciones por acoger y ser inclusivos estamos dando la bienvenida a Cristo, pero también nos comprometemos a demostrar nuestra bienvenida de las siguientes maneras: 1.

Dar la Bienvenida a los nuevos miembros a la Parroquia y mantener un espíritu de acogida: a. Apoyando el trabajo actual de los ujieres de la Parroquia, estableceremos un ministerio de bienvenida y acogida que sea efectivo, daremos la bienvenida en las puertas de la Iglesia a aquellos que nos visitan, ofreciéndoles la oportunidad de conocer más sobre Sta. Juliana, informándoles cómo pueden inscribirse en la parroquia, y hacer que sientan la conexión humana desde su primera visita. b. A todos los ministerios y grupos parroquiales se les motiva e insta a que se abran y den bienvenida a los nuevos miembros. c. Los edificios de la Parroquia y Escuela se modificaran para ser más acogedores para los que nos visitan. Todos los empleados de la Parroquia y la Escuela se esforzarán por hacer que los feligreses y visitantes experimenten la misma acogida que deseamos que Jesús encuentre en nuestras casas. La determinación de cómo usar permanentemente el antiguo Convento (Casa San José) se hará con esta intención en mente. d. Escuchando una petición específica del Plan Diocesano de Pastoral Hispana y de muchos feligreses, la Parroquia buscará maneras de proveer horas de oficina de fin de semana para los que no pueden venir a la oficina durante el horario regular. Esto requerirá voluntarios que se comprometan a trabajar en la oficina durante esas horas.

2.

Dar la Bienvenida a aquellos que la sociedad no acoge: a. En todas nuestras actividades formativas y servicios parroquiales, buscaremos promover la visión de la Doctrina Social de la Iglesia, manteniendo el sentido de justicia social que ayude a nuestros feligreses a reconocer la dignidad de todo ser humano.

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b. Santa Juliana mantendrá como punto central la necesidad de reconocer a Jesús en el más necesitado promoviendo la dignidad del los pobres, los enfermos, los ancianos, los inmigrantes y los no nacidos. Tratando de percibir los signos de los tiempos en la historia actual, (la fe) nos compromete a cada uno a convertirnos en un signo vivo de la presencia de Cristo resucitado en el mundo. Lo que el mundo necesita hoy de manera especial es el testimonio creíble de los que, iluminados en la mente y el corazón por la Palabra del Señor, son capaces de abrir el corazón y la mente de muchos al deseo de Dios y de la vida verdadera, ésa que no tiene fin. Papa Benedicto XVI, Porta Fidei, #15.

Mayordomía En Santa Juliana, reconocemos, que como estamos “en el mundo”, sin ser “del mundo”, es esencial tener el apoyo financiero de todos los feligreses y utilizar nuestros recursos con prudencia y sabiduría, si queremos cumplir con nuestra misión de crecimiento espiritual, evangelización, servicio, unidad y bienvenida. Con este espíritu hacemos los siguientes compromisos: 1.

Compromiso a la mayordomía: a. Se les pedirá a todos los feligreses que se inscriban en la parroquia y que utilicen el sistema de sobres, si no lo hacen ya, o que se comprometan a donar regularmente, utilizando los medios electrónicos. b. Se incentivará a todos los miembros de la Parroquia de Santa Juliana a que examinen con cuidado su compromiso de apoyar la Parroquia, y si no lo hacen actualmente, que por lo menos den una hora de su salario semanal a la parroquia. Esta invitación a dar de sí mismo para apoyar el trabajo de la Iglesia se les extiende a todos los miembros de la Parroquia, incluyendo a los jóvenes y niños. c. Cuando tengamos una campaña especial para alguna construcción u otra necesidad de costo importante pediremos a los feligreses que se comprometan a contribuir de la mejor manera que les sea posible.

2.

Transparencia y comunicación a los feligreses sobre la situación financiera y las necesidades de la Parroquia y la Escuela: a. Al menos anualmente, los miembros del Consejo de Finanzas de la Parroquia ayudarán al Párroco a informar a la Parroquia sobre la situación actual de la misma, y cuáles son las necesidades particulares que tenemos para poder cumplir con la misión de la Parroquia. b. Las Revisiones de los procedimientos financieros de la Parroquia y la Escuela, hechas por una firma de contadores públicos fuera de la Parroquia, estarán siempre disponibles para los feligreses que las quieran revisar.

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La fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento constantemente a merced de la duda. La fe y el amor se necesitan mutuamente, de modo que una permite a la otra seguir su camino. En efecto, muchos cristianos dedican sus vidas con amor a quien está solo, marginado o excluido, como el primero a quien hay que atender y el más importante que socorrer, porque precisamente en él se refleja el rostro mismo de Cristo. Gracias a la fe podemos reconocer en quienes piden nuestro amor el rostro del Señor resucitado. “Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mt 25, 40): estas palabras suyas son una advertencia que no se ha de olvidar, y una invitación perenne a devolver ese amor con el que él cuida de nosotros. Es la fe la que nos permite reconocer a Cristo, y es su mismo amor el que impulsa a socorrerlo cada vez que se hace nuestro prójimo en el camino de la vida. Sostenidos por la fe, miramos con esperanza a nuestro compromiso en el mundo, aguardando “unos cielos nuevos y una tierra nueva en los que habite la justicia” (2 P 3, 13; cf. Ap 21, 1). Papa Benedicto XVI, Porta Fidei, #14.

Conclusión En el pasaje del Evangelio de San Juan que nos ha ayudado en este Plan Pastoral, Jesús dice: “Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno, yo en ellos y tú en mí– para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado, y que yo los amé cómo tú me amaste” (17, 22-23). Hemos recibido tanto de Dios, en su Hijo Jesucristo. Al gozarnos en “la gloria” que hemos recibido, hemos oído la llamada a vivir nuestra común misión Cristiana, aquí en la Parroquia de Santa Juliana, en la unidad del Cuerpo de Cristo. Hay muchas palabras en estas páginas. Si queremos que se hagan vida, y no que se queden solamente en letra muerta, tendrán que echar raíces en los corazones y las vidas de todos los miembros de nuestra comunidad Parroquial. Todos necesitamos comprometernos a hacer estas palabras realidad, y a la vez, todos necesitamos encomendar estas palabras y nuestros compromisos a Dios, para que Él las haga fructificar. En ese espíritu, terminamos con una parte de la oración que la Parroquia rezó cuando se preparaba para la Convocación Parroquial de Enero del 2010, una oración que sigue siendo importante ahora al pedirle a Dios que nos permita que hagamos brillar su gloria: Dios de amor, recibe los dones de tus siervos, los miembros de la Parroquia de Santa Juliana, y concédenos la gracia de tu luz para que conozcamos tu camino, lo comprendamos con verdad y lo sigamos con firmeza. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. “Creemos con firme certeza que el Señor Jesús ha vencido el mal y la muerte. Con esta segura confianza nos encomendamos a él: presente entre nosotros, vence el poder del maligno (cf. Lc 11, 20), y la Iglesia, comunidad visible de su misericordia, permanece en él como signo de la reconciliación definitiva con el Padre”. Papa Benedicto XVI, Porta Fidei, #15.

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ANEXO CÓMO PUEDO AYUDAR Algunas de las aéreas en las que pueden ayudar para hacer realidad el Plan pastoral. Pueden encontrar los teléfonos de contacto en el boletín parroquial.

1. Administración a. Ayuda en la Oficina Parroquial 2. Liturgia (incluye Ministerios de Música, Bienvenida, Arte y Ambiente) a. Lectores y Ministros de la Eucaristía b. Servidores del Altar (monaguillos) c. Adoración del Santísimo d. Ujieres e. Música y coro f. Equipo de apoyo de proyección g. Comité de Arte y Ambiente (decoración y arreglo del altar y templo) 3. Formación en la fe a. RICA (Rito de Iniciación Cristiana para Adultos) b. Catequesis c. Grupos Bíblicos d. Programa Bautismal e. Programa Post Bautismal f. Preparación de Quinceañeras g. Retiros h. Programa de Formación para Padres i. Grupo de Mami y Yo (en inglés) j. Grupo de Home School (madres y padres que educan a sus hijos en casa) 4. Ministerio de Familias y Parejas a. Noches de Parejas b. Formación de Teología del Cuerpo

c. Preparación de parejas que se van a casar (FOCCUS, God’s Plan for a Joy-filled Marriage en inglés, Camino al Matrimonio en español) d. Planificación Natural de la Familia 5. Ministerio Juvenil a. Grupo de Escuela Intermedia (6-8 grados) b. Grupo de Escuela Superior (9-12 grados) c. Jóvenes Adultos (Epifanía en español) 6. Ministerio Social a. b. c. d. e.

Ayuda con ropa y comida Clases de inglés Servicios varios de ayuda social Respeto a la Vida Tienda de efectos religiosos

7. Grupos Parroquiales a. Cofradía de la Caridad del Cobre b. Cursillo de Cristiandad c. DCA (Damas Católicas en Acción) d. CCW (Council of Catholic Women) e. Grupo de Hombres (inglés) f. Grupo de Oración Alabaré g. Misión de la Paz h. Hermandad del Señor de los Milagros i. Legión de Maria (inglés)

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Índice I.

Introducción …………….…… ...................................................................................................... 1

II.

Crecimiento Espiritual……….. ...................................................................................................... 2

III.

Evangelización……………….. ...................................................................................................... 4

IV.

Servicio………………………. ...................................................................................................... 5

V.

Unidad……………………….. ....................................................................................................... 6

VI.

Bienvenida……………………....................................................................................................... 7

VII

Mayordomía .................................................................................................................................... 8

VIII.

Conclusión……………………....................................................................................................... 9

IX.

Anexo………………………… .................................................................................................... 11

¡Santa Juliana, ruega por nosotros!

Las fotos utilizadas en este Plan Pastoral, de la fachada de la Parroquia y de la imagen de Santa Juliana son cortesía de Teresa González de Wings of Time Photography. Agradecemos a todos los feligreses que han hecho este Plan Pastoral una realidad, y de manera especial el trabajo del Consejo Parroquial: Guy Icangelo, Presidente, Rosendo Acosta, Jeri Brown, Tom Harper, Jean Moore, Millie Rivera, Margarita Rendón, Andrew Van Otteren y Lidia Vargas – así como a la Hermana Vivian González, rmi.

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