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Ashwell, Anamaría La Diosa Blanca Elementos: Ciencia y cultura, Vol. 16, Núm. 76, diciembre-febrero, 2010, pp. 3-18 Benemérita Universidad Autónoma de Puebla México Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=29411990001
Elementos: Ciencia y cultura ISSN (Versión impresa): 0187-9073
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Ashwell A. La Diosa Blanca. Elementos 76 (2009) 3-18
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L a D iosa B lanca
Anamaría Ashwell 1.
Doris Lessing reflexionó sobre la manera como se editó de la memoria el daño que la Primera Guerra Mundial causó a Europa y a los europeos. Ella había nacido en 1919, cuando la mitad del territorio europeo yacía devastado, sembrado de cementerios; diez millones de soldados habían muerto en las trincheras y millones más (se estima entre 20 y 30) morían por la pandemia de influenza llamada la “Dama Española”. Hubo aldeas en las cuales no sobrevivió un solo hombre sano ni un joven. Cientos de miles de nombres de escoceses –recuerda– quedaron registrados entre 1914 y 1918 en un libro del castillo de Edimburgo como “vidas no vividas”. La guerra no se ha tornado menos central a los europeos a medida que pasa el tiempo –piensa Lessing–, A
sino todo lo contrario: “Todos somos resultado de la guerra,
FT, vecino de Graves en Deyá, porque
dañados y marcados por la guerra, aunque al parecer lo
a él también se le apareció la Musa.
hemos olvidado”.1 El poeta Robert Graves nacía un 24 de julio de 1895 en Wimbledon, en las afueras de Londres. En 1919 Graves fue reportado muerto en combate, en Francia. Graves, con 22 años, se había alistado para combatir con los Fusileros Reales Galeses y a ese joven le alcanzó la “muerte” un año después: “A los 23 años de haber nacido” –contó en su autobiografía–“ya me había iniciado en una religión formal, viajé, aprendí a mentir, amé sin ser feliz, me fui a la guerra, procree mi estirpe, rechacé toda religión formal, gané fama y fui asesinado”.2 Elementos 76, 2009, pp. 3 - 18
3
Graves sobrevivió apenas. Con penas. Y al borde de
La “sustentable intuición histórica” de Graves se
la locura se refugió en Oxford, Inglaterra. Con el tiempo,
había informado y formado, aunque no totalmente, con la
Graves se recuperó física y mentalmente y se convirtió
lectura de –parte o todo– los doce tomos que conforman
en un prolífico escritor de prosa; un extraordinario
la obra de James Frazer: La Rama Dorada.8 De LaRama
narrador de historias; obsesivo estudioso de los mitos
Dorada, Graves obtuvo información histórica y desa-
griegos y hebreos y al final o finalmente, como explica D.
rrolló la idea que el cristianismo había evolucionado
Donoghue, se reveló como un gran poeta.
de “supersticiones” más primitivas y de civilizaciones
3
occidentales anteriores. La investigación de Frazer sobre los orígenes de la religión y el folclor –editada por
2. …Allí donde habita el peligro
primera vez en 1890– pretendió ser en un inicio solo
4
crece también lo que salva.
una explicación de una antigua tradición italiana: un Las resonancias de una Diosa –Musa– Lunar que en los
esclavo cimarrón, si tenía éxito al extraerle una rama
siglos de la cristianización de Occidente había quedado
al árbol dorado, se ganaba el derecho de pelear hasta
oculta, obsesionó al poeta Graves. Esa historia y su
la muerte contra el rey del bosque sagrado en Nemi;
encuentro con la Musa está contada en un libro fasci-
y si salía victorioso, se convertía en el siguiente rey.
nante, delirante y erudito que Graves publicó en 1948
Frazer fue hilando y revelando, sin embargo, no solo
bajo el título: La Diosa Blanca: gramática histórica del
el universo del mito, el folclor y las costumbres en la
mito poético. Según muchos, el des–ocultamiento
historia arcaica y clásica occidental sino que destacó
de la Diosa–Musa acompañaría a Graves en la compo-
las similitudes esenciales entre esos mitos con las
sición de sus mejores poemas.6 “Soy por vocación un
creencias y prácticas de pueblos “primitivos” contem-
poeta”, explicó, “aunque me he ganado la vida escri-
poráneos. Su obra resultó en una monumental reco-
biendo prosa, biografías, novelas, traducciones de
pilación de datos sobre mitos y religión en culturas
7
varios idiomas y otras cosas”.
arcaicas y clásicas, así como de costumbres en
5
En 1929 Graves dejó Inglaterra para instalarse defi-
pueblos “salvajes”. Monumental simplemente porque
nitivamente en Deyá, Mallorca (se ausentó de Deyá sólo
sir James Frazer casi nunca se movió de Inglaterra y sólo
en el periodo de la Guerra Civil Española, cuando viajó a
conoció brevemente Grecia; escribió, sin embargo, una
Estados Unidos y después, cuando se refugió de la gran
historia que abarcaba el mundo entero. La Rama Dorada
guerra en Inglaterra). Sin embargo fue en Galmpton,
resultó en una “épica de la humanidad que comienza con
Inglaterra en 1944, mientras trabajaba en una novela
la magia” –según explicó el propio Frazer–, y esa inves-
histórica sobre los Argonautas, cuando le sobrevino
tigación radió influencias y promovió muchas inves-
una suerte de “arrobamiento”. Él lo explica así: “No soy
tigaciones e hipótesis, incluyendo La Diosa Blanca de
ningún místico, pero una abrumadora obsesión me inte-
Graves. La Rama Dorada demostró, además, que las
rrumpió en la forma de una iluminación inesperada”.
semejanzas de mitos y creencias entre pueblos tan
A pesar de considerarse bastante “normal”, con una
dispares en tiempo y geografía debieron emanar del
cotidianidad sencilla y observar que nunca había tenido
contacto y migración entre culturas y civilizaciones.
experiencias en “cosas de brujerías”, Graves explicó
El impulso poético humano –pensó entonces Graves
que se puso a escribir este libro, basándose en un frené-
siguiendo a Frazer–, venía de un pasado insondable pero
tico impulso, apoyándose en una “sustentable intuición
que dejaba huellas históricas.
histórica”, en menos de seis semanas. El arrobamiento le
La otra fuente que informó la “intuición histórica” de
secuestró la concentración y le sobrevino una obsesión
Graves provino del antropólogo y psicólogo W.H. Rivers,9
con la Diosa Blanca de Pelión y el libro que estaba redac-
quien había argumentado sobre un matriarcado original y
tando entonces, The Roebuck in the Thicket (El corzo en
antiguo en la evolución de las sociedades del hombre.
el matorral) se convirtió en La Diosa Blanca.
4
La primera investigación que desencadenó el interés por el mito de un matriarcado en los albores de la civiliza-
A n a m a r í a
A s h w e l l
ción occidental no fue la de Rivers, sin embargo; como
© Luz María Genis.
lo saben todos, el libro de Johan Jacob Bachofen, Das
Otra fuente de inspiración de La Diosa Blanca cuya
Mutterecht, impulsado por teorías evolucionistas del
influencia aún no se precisa pero provoca polémica –en
siglo xix europeo, fue pionero en la propuesta. La origi-
parte porque Graves no dejó constancia de ello– fueron
nalidad del argumento de Bachofen residió en que sus
las ideas, investigaciones y publicaciones de la poetisa
fuentes eran mayormente poéticas (Ovidio, Virgilio, La
Laura Riding. Entre 1929 y 1939 Riding y Graves fueron
Iliada y La Odisea, entre otros). Bachofen argumentó que
amantes y llevaron una forma de vida –entre Egipto, Ingla-
El Derecho Materno tuvo primacía en la evolución de las
terra y Mallorca– que ni la palabra excéntrica alcanza
sociedades porque la primera organización social se
adecuadamente a describir.12 Se separaron en 1939 y
basó sobre la relación biológica entre madres e hijos. El
aunque Graves mantuvo respeto y reconocimiento por
matriarcado, explicó Bachofen, fue un desarrollo que
Riding, ella salió de la relación con encono y odio: mien-
emanó de esta relación natural y por la resistencia de las
tras vivió prohibió que su nombre fuera asociado al de
mujeres ante una “sexualidad no regulada o promiscua”
Graves. Laura Riding Jackson; mientras tanto, mudó
que el hombre le impuso. Evolucionó primero con la apari-
su residencia a Estados Unidos y se casó con Schu-
ción de la institución del matrimonio y después con la
yler Jackson; allí inició una correspondencia con Mark
regulación de la herencia de los bienes por vía materna.
Jacobs (actual profesor investigador de la Universidad
Eso llevó al derecho civil o al gobierno de las mujeres que
Trent en Nottingham, Inglaterra), cuando él era un estu-
con el tiempo fue secuestrado o derrotado por el “prin-
diante de posgrado. Esa voluminosa correspondencia,
cipio del padre sagrado”; no antes, sin embargo, de que el
después de la muerte de Riding en 1991, se incorporó al
matriarcado hubiera dejado su impronta en los rituales y
acervo de la Universidad. En esa correspondencia Riding
los mitos religiosos. Estos son elementos esenciales del
acusa a Graves de apropiación indebida de su obra y
mito poético sobre el matriarcado en la prehistoria de las
dice textualmente que las ideas que sostienen La Diosa
10
11
culturas del Mediterráneo que informan también la argumentación histórica de Graves en La Diosa Blanca.
La Diosa Blanca
5
Blanca, Graves las plagió de un libro suyo (publicado en
tados imposibles de obtener por un método deductivo;
1930) The idea of God así como de un manuscrito que
o quizás fue mediante un pensamiento “analéptico”
dejó abandonado en Deyá, The word woman.
–escribió también– capaz de recuperar el tiempo pasado
13
también mediante la suspensión del tiempo. Los poetas 3. ...y si en mí, como en los antiguos preferidos del
me entenderán –dijo Graves, no en vano la Musa de los
cielo, La plenitud del espíritu se volviese locura...
griegos llevaba el nombre Mnemosina o Memoria.
Graves escribió La Diosa Blanca ebrio de inspiración,
–por segunda vez– cuando su cotidianidad se ajustó
desbordado por la “iluminación” o la “gracia” que el deve-
cada vez más a su teoría sobre La Diosa Blanca.17 Se
lamiento de la Diosa causó en su espíritu y consciencia:
defendió, sin embargo, sobre cuestionamientos con
14
Graves empezó a rondar los límites de la cordura
respecto a su equilibrio mental, diciendo que en todo If strange things happen where she is
poeta “auténtico” siempre habita un “predicamento
So that men say that graves opens
obsesivo”. Más de un lector de La Diosa Blanca notó, sin
And the dead walk, or that futurity
embargo, el uso y abuso que Graves hizo del canon mito-
Becomes a womb, and the unborn are shed
lógico documental que sustentó ese universo mítico y
Such portents are not to be wondered at
devocional a la Musa; algunos críticos equipararon sus
Being tourbillions in Time made
argumentaciones con fantasías “neuróticas”.18
By the strong pulling of her bladed mind
La Diosa Blanca –intentó explicar Graves– esen-
Through that ever–reluctant element.15
cialmente argumenta que la poesía, toda la poesía, tuvo su origen en encantamientos mágicos y sagrados
Explicó –además– que cuando se propuso escribir
cargados de poderes adivinatorios y proféticos. Su única
La Diosa Blanca no contaba siquiera con una biblio-
función fue la de servir como invocación religiosa a una
teca adecuada para documentar los mitos de los bardos
Diosa–Musa que presidió abiertamente –bajo variados
medievales gaélicos que él conocía bien. Una “intuición”
nombres de distintas deidades– en los albores de
le indicó, sin embargo, que solo necesitaba comprobar
las primeras culturas y que la institucionalización del
textualmente cer tezas que ya tenía por esa “intui-
patriarcado ocultó, después del reino de su hijo Apolo,
ción” que calificó de “poética”. Le cayeron pronto, en
más o menos en el siglo viii a.C., ante el mundo occi-
las manos, libros de una librería de segunda, cartas
dental contemporáneo.
de poetas, documentación inesperada a las cuales se
Por eso mismo, La Diosa Blanca –dijo Graves– no
sumaron “coincidencias” que acercaron su vida y poesía
sirve de lectura para los que con facilidad se distraen,
a una diosa que llegaba a él desde la historia antigua de
se abruman o tienen una “rígida mentalidad científica”,
las culturas del Mediterráneo.
porque las suyas eran conclusiones no ortodoxas para las cuales no siempre se pudo acceder a las fuentes que lo
... all saints revile her, and all sober men
autorizan: los caminos de la poesía inspirados en la Musa
Ruled by the God Apollo’s golden mean
le llevaron por laboriosos y tediosos datos, intuiciones
In scorn of which I sailed to find her
y argumentaciones que a veces son referentes oscuros
In distant regions likeliest to hold her...16
e inaccesibles al lector común –se defendió Graves. La Diosa Blanca sostiene:
La Diosa Blanca fue para él un descubrimiento original, como son los inventos a los inventores o la
que el lenguaje poético en curso en la antigüedad del
música a los músicos –explicó Graves. Se le develó
Mediterráneo y el norte de Europa fue un lenguaje
la Musa, además, desde un pensamiento “proléptico”
mágico que se mezcló con las ceremonias religiosas
que anticipó, mediante la suspensión del tiempo, resul-
populares en honor de la Diosa Lunar, o Musa; algunas
6
originadas desde la edad de piedra y que éste perduró A n a m a r í a
A s h w e l l
como el lenguaje de la verdadera poesía.
© Luz María Genis.
La verdadera poesía –explicó Graves– recurrió a un
un tiempo en el cual la poesía es “deshonrada” –pensó
lenguaje que al final de la era minoica en Creta, cuando
Graves. Las serpientes, el león y el águila –evocaciones
los invasores de Asia Central logran sustituir las antiguas
de la Musa– “son hoy animales de circo”, y la Luna solo
instituciones matriarcales por instituciones patriarcales,
un satélite, una estrella sin luz, que ronda una Tierra en
quedó subsumido o falseado por la descalificación de los
la cual el dinero compra casi todo menos “al poeta que
mitos arcaicos. Los antiguos filósofos griegos, poste-
posee la verdad”.
riormente, clausuraron la intimidad que existió entre
Graves, mejor que nadie, supo que rondaba límites en
poesía y magia: Sócrates se sintió ofendido, incluso
su rendición histórica de la Musa, pero también debido a
asustado, por los mitos arcaicos, porque cuestionaban
su vocación de poeta; buscó un equilibrio a la invocación
su veneración por la lógica escribió Graves, y a partir
de la locura que la inspiración poética cultivaba en él:
de él, los griegos inventaron un nuevo lenguaje poético –conocido como clásico– olvidándose de la Diosa
There’s a cool web of language winds us in,
Lunar. La poesía y la religión sirvieron desde entonces al
Retreat from too much joy or too much fear:
dominio patriarcal y al culto de Apolo. Los mitos, por eso
We grow sea–green at last and coldly die
mismo –dice Graves–, son estudiados como “curiosas
In brininess and volubility.
reliquias de la primera infancia de la humanidad”, y el mundo moderno, siguiendo el pensamiento apolíneo
But if we let our tongues lose self–possession
en el cual reina la ciencia y el dinero, finalmente le dio la
Throwing off language and its watery clasp
espalda a la Diosa Lunar que los inspiró. Graves se dolió
Before our death, instead of when death comes,
de la “mentalidad científica” que ocultó para siempre
Facing the wide glare of the children’s day,
esta función de la poesía, es decir, su origen en “la invo-
Facing the rose, the dark sky and the drums,
cación religiosa de la Musa”. Nuestra morada desde
We shall go mad no doubt and die that way.19
entonces está trastocada por los “experimentos caprichosos de la filosofía, la ciencia y la industria” y vivimos
La Diosa Blanca
7
títulos son innumerables... no puedo recordar a un solo poeta desde Homero que independiente uno del otro no hayan registrado su experiencia con Ella” –escribió Graves. 22 Todas las Diosas fueron, sin embargo, una suerte de Cibeles; la eterna Madre de todo lo viviente, la diosa que se crea a sí misma y dona la vida. Si existiera un nombre inclusivo de todas las Diosas Blancas que quedaron registradas en la arqueología y en los textos de las culturas a lo largo del tiempo y las geografías, él escogería Ana, siguiendo también a James Joyce que juega con su nombre, Anna Livia Plurabelle, porque alude a su universalidad: © Luz María Genis.
...la forma simple Ana, o Anah, ocurre cómo el nombre
Y se refirió abiertamente a los misteriosos estados
de un clan Horite en Génesis xxxvi; aunque masculi-
mentales que la “inspiración poética” propicia: el
nizado en dos o tres menciones de ella; ella es princi-
tiempo queda trascendido en la poesía –escribió–,
palmente celebrada como la madre de Aholibamah
pero de manera distinta a como sucede con la sucesión
(tabernáculo de las alturas) la heredera que se casa
de imágenes oníricas durante el sueño. En el acto poético
con Esaú cuando él llega a los pastizales de Seir (el
–insistió Graves– el poema permanece en “control
supuesto descubrimiento de las mulas en el desierto
crítico” y racional mientras que en los sueños “uno se
se debe a un error del escribano)... Para los místicos
vuelve paranoide, convertido en un simple espectador
cristianos ella es la abuela de Dios.23
del evento mítico”.20 La Diosa Blanca documenta además cómo con Ella, 4. ...Y tú ángel del día , ¿no despierta s/ a los que
o por Ella, arranca la cuenta de los días y en la culturas
aún siguen durmiendo? Danos le yes, / danos
aparecen los primeros calendarios lunares –de luna
vida , vence, maestro, sólo tú/ tienes derecho de
nueva a luna nueva– en los cuales un mes se calculó con
21
28 o 29 días. Las más antiguas cuentas calendáricas
conquista como Baco...
–recuerda Graves– tienen no solo un sentido astronó“La Musa es hermosa, delgada, de nariz aguileña, palidez
mico sino místico:
mortuoria, labios rojos como las cerezas del fresno, ojos brillantes, azules, y larga cabellera rubia; ella se trans-
...28 (o 29.5 como comprendía doce lunaciones en el
forma inesperadamente en semental, yegua, perra,
más antiguo calendario de Mesopotamia) es un verda-
zorra, burra, serpiente, búho, loba, tigre, sirena o temible
dero mes lunar no solo en el sentido astronómico de
bruja” –escribió Graves– en La Diosa Blanca.
las revoluciones de la Luna en torno al Sol, sino en un
La Diosa Blanca es la deidad primigenia de la huma-
sentido místico ya que la Luna, por ser femenina, tiene
nidad y es blanca porque es la Luna; aunque en sus dife-
ese ciclo menstrual de 28 días (la palabra menstrua-
rentes fases tiene distintos atributos –nueva, creciente,
ción (en inglés) se relaciona a la palabra luna, moon).24
plenilunio y menguante– atestiguando y marcando los ciclos agrícolas. Ella es la primavera y la floración en sus
Los bardos homéricos fueron sus cantores –dice
fases crecientes, así como una bruja de invierno en su
también– pero en las tradiciones poéticas de los bardos
fase menguante. Tuvo muchos nombres desde la Anti-
gaélicos e irlandeses (específicamente en la fábula
güedad y diversos atributos culturales: “sus nombres y
proveniente de tradiciones folclóricas antiguas sobre
8
Gwion, el joven que prueba una pócima que lo hace A n a m a r í a
A s h w e l l
conocedor de todo presente, pasado y futuro y a quien
se le atribuyen los 58 poemas–adivinanzas recopilados en el llamado Libro Taliesin del siglo xiii Graves descifra un alfabeto y encantamiento dirigido a una Musa–Diosa precristiana que en La Diosa Blanca compara con otras tradiciones arcaicas, geografías y culturas. En un momento histórico esa deidad lunar queda violentamente desplazada: cuando su hijo o consorte la destrona. El triunfo de Apolo sobre el reinado de la Diosa Blanca, inicia esta modernidad occidental y todos sus males. La poesía –que solo podía existir como donación de esa Musa, que era una suerte de don o gracia que Ella caprichosamente otorgaba a algunos de sus devotos– se sacrificó en el altar de Plutón, dios de las riquezas, Apolo dios de la ciencia y Mercurio, el dios
© Luz María Genis.
de los ladrones. Graves pudo haber utilizado –ciertamente abusado,
La Diosa Blanca de Graves resultó así en un argu-
igual que Frazer– de la mitología de segundas fuentes
mento plausible pero, quizás, imposible de verificar
que referían cuentos como mitos; y asumido contactos
porque su argumento es del ámbito de lo simbólico: esos
arcaicos entre civilizaciones para rendir pruebas de
cultos y rituales dedicados a una deidad lunar originaria
un culto a una Diosa Lunar que “inspira” la poesía.25 Sin
que impulsaron los poemas consagrados a su culto,
embargo, a pesar de las puntuaciones y correcciones
finalmente y esencialmente, representan también el
a errores históricos en La Diosa Blanca (en 1948 la
predicamento amoroso que cantan todos los poemas y
arqueología y la etnografía no ofrecían la informa-
al cual sirven los poetas de todos los tiempos. La exis-
ción de hoy), el grueso del argumento de Graves siguió
tencia o no de la Diosa no podría tener otra respuesta
gravitando y radiando interrogantes porque más que
que la que dan los mismos mitos; ciertamente ninguna
contender que los mitos se replican en la historia real,
respuesta “científica” –como lo explicó Graves– porque
la argumentación de Graves insinuaba que los mitos
de Ella no se puede decir algo que no fueran esos rastros
solo dan cuenta fragmentada de experiencias colec-
culturales, artísticos o poéticos que sus devotos y
tivas que existen fuera del tiempo y el espacio. Esos
creyentes le fueron dedicando con sus rituales a lo largo
mitos, recitados una y otra vez, se convierten en algo
del tiempo.27 La Musa Lunar que Graves fue desocul-
así como una explicación simbólica sobre cómo esas
tando en los mitos del antiguo mundo del Mediterráneo
realidades históricas se originaron. Los mitos, cultos
continúa provocando a la mentalidad “científica”, pero
y ritos asociados a una Diosa Lunar han sido persis-
queda un hecho sin cuestionar: esa Diosa obró su magia
tentes y universales en las culturas del hombre; quizás
en el propio Graves; después de la publicación de La
seducen al imaginario porque se refieren esencialmente
Diosa Blanca Graves devino en uno de los más laureados
al misterio que es la aparición del arte y la poesía en la
poetas de habla inglesa.
cultura de los hombres. Después de la publicación de La Diosa Blanca, Graves llegó a convencerse de que en tiempos 26
5. ...Ay, envíame al Lugar del Misterio: bajo su mandato.. 28
arcaicos de la civilización occidental reinaron mujeres, como sacerdotisas de un culto a esa madre primordial,
La Diosa Blanca tiene dos referencias al universo
que decidieron también los destinos terrenales de sus
mítico mesoamericano.29 La primera es a los estudios
pueblos; a sus críticos los retó a que demostraran que
del “señor y la señora Wasson” así como del “profesor
la documentación sobre las creencias antiguas de esa Diosa primigenia no eran verificables.
La Diosa Blanca
9
Heim”, quienes demostraron que “el dios–sapo Tláloc, representado como un sapo con un penacho serpentino, durante miles de años presidió la ingestión comunitaria del hongo alucinógeno Psilocybe en una festividad que otorgaba a los comensales visiones trascendentales de gran belleza”. Graves sugiere que la contraparte europea de Tláloc fue Dionisios, porque los atributos de ambas deidades y su culto resultaban con demasiadas coincidencias: “tienen que ser versiones de la misma deidad; sin embargo, es debatible en qué periodo cultural existió contacto entre el Viejo y el Nuevo Mundo”, escribió Graves.30 Las coincidencias entre aspectos culturales del Viejo y el Nuevo Mundo durante el tiempo mesoamericano tienen una larga y polémica bibliografía de antropólogos americanistas y mexicanos. Las “coincidencias” entre algunos aspectos religiosos, representaciones artísticas y religiosas en cerámica y piedra,
© Luz María Genis.
pero en particular las coincidencias entre el calendario lunar y adivinatorio, el tonalpohualli mesoamericano,
mente tienen ante sí solo un “abanico de posibilidades
y las festividades religiosas y cuentas calendáricas
limitadas por las cartas que tiene en la mano... y (así
que regían en otras geografías, incluso de ultramar
se producen) los paralelos observables en las formas
(específicamente en China), a más de un antropólogo
artísticas y los rituales que son la expresión viva de los
americanista le sugirió influencias y contactos directos
mitos de cada pueblo” –concluyó. 32 Por otro lado, la
entre el Viejo y Nuevo Mundo.31 Sin embargo, continúa
investigación arqueológica contemporánea va descu-
siendo debatible insistir (como lo hicieron los antropó-
briendo crecientemente rastros materiales prove-
logos difusionistas de comienzos del siglo x x ) sobre
nientes de culturas en el continente americano al sur
contactos sistemáticos y prolongados entre las civili-
de Mesoamérica: los antropólogos, libres de prejui-
zaciones de los dos hemisferios en tiempos del inicio
cios nacionalistas, tendrán que investigar sobre los
de las culturas mesoamericanas. Las similitudes de
alcances de ese intercambio (quizás también de los
estilo y costumbres –como explica Nigel Davies–, “las
intercambios que sucedieron así sea esporádicamente
misteriosas semejanzas” que son muchas, obligan,
por vías marítimas transpacíficas) en la conformación
sin embargo, a explorar alguna explicación. A Graves,
cultural mesoamericana.33
quizás, le hubiera entusiasmado la tesis del propio
Los misterios órficos, los rituales eleusinos y
Davies sobre estas misteriosas coincidencias porque
otros rituales religiosos de la antigüedad –existentes
aunque Davies rechaza que el origen de estas seme-
en variadas geografías, culturas y desde tiempos
janzas sea por contactos ultramar entre las culturas del
arcaicos–, recurrieron a los hongos (Amanita muscaria,
Viejo y Nuevo Mundo en los tiempos primarios meso-
señalada en los ritos de Eleusis) para provocar visiones
americanos asume, a su vez, que las semejanzas cultu-
y el don de la profecía. Así mismo, los rituales mediante
rales son notables y reales: “En todo el planeta, la mente
estados alterados inducidos por plantas alucinógenas
humana comparte una herencia común, derivada de
que provocan visiones proféticas se registraron muy
un pasado insondable que es la base de toda forma
tempranamente en Mesoamérica. En toda Mesoamé-
de arte, mitos y rituales” –escribió. Los hombres final-
rica –todo el continente indígena americano– el uso
10
y recurso de una flora nativa, además de hongos, se A n a m a r í a
A s h w e l l
utilizaron y siguen utilizando en las comunidades indí-
genas para provocar visiones y profecías.34 Como
Wasson para destacar que en ese paraíso pluvial pleno
insinúa la leyenda de Gwion (explicada por Graves en La
de flores, niños, frutas, hombres y mujeres recitando o
Diosa Blanca), el mito de los bardos gaélicos sobre una
cantando, el papel de los hongos sagrados fue primor-
“gema” que se agranda bajo la influencia de un “sapo” o
dial.39 Sin embargo, “un asunto” sobre ese mural teoti-
una “serpiente” produciendo una iluminación universal
huacano que Wasson explica “carece de importancia
en aquel que la consume, no es exclusivo de los bardos
para su argumento” y omite desarrollar, hubiera tenido
gaélicos e irlandeses que extasiados por esos poderes
una gran significación para el argumento de Graves en
alucinatorios cantaron a la Diosa Blanca en tiempos
La Diosa Blanca:40 la identificación de la deidad central
medievales en las Islas Británicas: la misma “gema” se
del mural de Tepantitla (que Wasson explica como
consumía y fue parte de los mitos fundacionales de casi
una visión inducida por la ingestión de hongos aluci-
todos los pueblos mesoamericanos.
nógenos y que Graves retoma en su argumento en La
En Mesoamérica la ingestión de plantas aluci-
Diosa Blanca) algunos investigadores41 argumentaron
nógenas formó parte del ritual de gobernantes y reli-
no está dedicado a Tláloc sino a una portentosa deidad
giosos, por ejemplo, cuando decidían, según los mitos
femenina. Una diosa asociada a unos árboles floridos,
de origen, el lugar destinado a conquistar o colonizar: en
que presidió en los tiempos teotihuacanos mesoameri-
“penitencia” el tlamacazqui Couenan durante el siglo
canos sobre un paraíso celeste y terrenal; una diosa de
xi mesoamericano obtuvo una “visión” que le indicó
la tierra y de la fertilidad, también representada al lado
“aquí será nuestro hogar” en la cercanía de un manantial
del dios pluvial Tláloc, en otro mural teotihuacano cono-
–de aguas primordiales en más de un sentido– en cuya
cido como Techinantitla.42 El “asunto” quizás hubiera
vecindad estaba erigido el gran templo piramidal que la
resultado aún de mayor interés para Graves si él hubiera
htc nombra Tlachihualtepetl en Cholollan. La inges-
sabido que E. Pasztory, muchos años después, sosten-
tión de hongos alucinógenos y/o brebajes compuestos
dría que en los murales de Tepantitla lo que observamos
de diversas plantas psicotrópicas también entronizaba
sobre el borde del dintel es en realidad una deidad mitad
y legitimaba gobernantes y linajes, como lo demuestra
Diosa y mitad Dios de la Lluvia. Un Dios–Metáfora que
el llamado Códice Vindobonensis;37 en una lámina del
reunía todo el universo teotihuacano en una sola y trans-
códice se muestra al dios Quetzalcóatl cargando sobre
génica Deidad.43
35
36
sus hombros a la Señora 4 Lagartija y a la Señora 11 Lagartija, ambas con bocas serpentinas, espíritus de los
6. ...Nuestra Madre, la guerrera, nuestra Madre,
hongos alucinógenos, hacia la tierra primordial donde
la guerrera... de plumas es su atavío...44
se adora al dios de la lluvia y del maíz; se describe en esa lámina el estado visionario, inducido por hongos,
¿A quién cantaron los bardos nahuas en sus poemas?
al cual acceden gobernantes y sacerdotes que serán
Los informantes de Sahagún nos dicen que los poemas
instruidos y autorizados en la fundación de pueblos y
o cantares de los bardos nahuas eran himnos “con que
en la conducción de los linajes y señoríos. Fray Bernar-
hacían reverencia” a los dioses principales.45 Miguel A.
dino de Sahagún en la Historia general de las cosas de la
Garibay como Edward Seler que tradujeron y estudiaron
Nueva España38 también describe la ingestión de plantas
poemas recopilados por fray Bernardino de Sahagún,
psicotrópicas así como hongos alucinógenos, ingeridos
siguiendo los mismos métodos de Graves en La Diosa
en rituales y fiestas en las cuales unos bardos mesoame-
Blanca, es decir, descifrando una gramática histórica
ricanos se inspiraban y creaban poemas y cantos a los
y toponímica encubierta en el lenguaje poético de cada
dioses primordiales.
uno de los cantos, demuestran que los temas poéticos
El arte de la pintura mural mesoamericana tiene un
de los bardos nahuas aluden reiteradamente al paraíso
momento particularmente notable entre 450 y 650 d.C.
primario de los mitos de origen; describen los rituales
en Teotihuacan. A este periodo corresponde el mural de
que originan la vida; celebran a la deidad de la lluvia y la
Tepantitla descubierto en 1942 en una residencia atrás de la Pirámide del Sol y cuyo simbolismo sirvió a James
La Diosa Blanca
11
donación del maíz, y refieren a las “flores” que median
celebraban en torno al Árbol Florido, el Xochicuáhuitl,
en la celebración y rituales dedicados a una Diosa primi-
que se fabricaba exclusivamente para estas ceremo-
genia, que se distingue con varios nombres y atributos, y
nias o rituales: se trataba de una fiesta al aire libre, con
a quienes reconocen origina los pueblos mesoamerica-
música y danza, cantos, disfraces y poesías, inspirada
nos. Los poemas octavo y noveno, por ejemplo, cantan
en “flores”. En el poema se describe cómo, mediante la
a Xochipilli y a Xochiquétzal y aluden al paraíso origi-
embriaguez con “flores”, es decir plantas psicotrópicas
nario Tamoanchan/Tlalocan, una región “de nieblas de
u hongos alucinógenos, de los bardos nahuas brotaron
turquesa”, “asiento del Árbol Erguido” donde reinan los
los cantos sagrados: “con embriagantes flores bellas se
tlaloques, “donde llueven los dioses” y que es referido
va tiñendo mi corazón... Dentro de mi corazón se quiebra
también en los otros cantos. Los poemas doce y trece,
la flor del canto” dedicados a la Diosa Madre como diosa
sin embargo, cantan abiertamente a la misma deidad
del placer y desborde sexual, en su advocación como
femenina pero como Diosa Madre. Una Diosa Madre que
Tlazolteótl. En el poema ella se irá transformando en la
se manifiesta como ciervo; que tiene como símbolo un
primigenia Diosa Madre y aparecerá al final como Cihua-
malinalli o “manojo de hierbas” que usa como escoba
cóatl. Siempre como deidad lunar en un sitio “donde
barriendo los caminos; que siembra la primera mazorca
las flores, o el árbol de flores, se alzan en pie”, es decir
divinizada; que lleva un palo con sonajas, una sonaja de
en Tamoanchan/Tlalocan. El poema termina con una
tortuga “ayochicavaztli”, el mismo instrumento atri-
encantación que celebra la fertilidad y la fecundación
buido a Tláloc. Sus nombres son Quilatztli porque es la
que ella dona; en un lugar donde rige el comercio y es
que origina los alimentos y las legumbres; Cohuacíhuatl
gobernado por un pochteca o comerciante cholulteca;
o Mujer Culebra; Yaocíhuatl o Mujer Guerrera; Tzitzimcí-
allí la Diosa Madre en su advocación como Xochiquetzal,
chuatl o Mujer Infernal. “Es la diosa en sus formas múlti-
es adquirida y subida a cuestas por el dios Quetzalcóatl,
ples. La que cuida de la germinación de las legumbres...
quien con su mano le hace girar hasta colocarla de frente
la que forma parte complementaria del hombre (cóatl
para fornicar con ella.
46
47
significa serpiente y mellizo). La que se encumbra al Sol y con él obra, como águila cósmica, en el cielo, y humana
7. ...el dios Vitzilopochtli... y su pueblo... Lo primero
en la batalla” según explicó A.M Garibay. Ella es fomen-
que allaron fue una sabina, blanca toda, muy
tadora de vida; preside también los sacrificios que
hermosa, al pié de la qual salia aquella fuente. Lo
aseguran la vida; se viste con plumas de águila cuando
segundo que vieron, fueron que todos los sauces
es guerrera y como cihuateteo se aparece al abrigo de la
que aquella fuente alredeor tenia, eran blancos,
noche para infligir martirio y heridas a los que pasan por
sin tener una sola hoja verde: todas las cañas
las encrucijadas de los caminos. En su advocación más
de aquel sitio eran blancas y todas las espada-
temida ella es Tzitzimcíchuatl: trae la muerte que igual
ñas de alrededor. Empesaron á salir del agua ranas
que ella, se viste de blanco.
todas blancas y a pescado todo blanco, y entre ellos
48
El canto catorce, “Aquí está un Canto que se Cantaba
algunas culebras del agua blancas y vistosas... 49
Cada Ocho Años cuando la Época de Comer Tamales de Agua” refiere detalladamente a una fiesta nocturna
El universo mesoamericano estuvo dividido en cuatro
que se llamó Atamalcualiztli o Atamalcualoyan y que
rumbos. Cada rumbo, a su vez, fue relacionado con
se celebraba cada ocho años: una festividad o ritual,
un dios, color, glifo y árbol. El códice mixteco cono-
para celebrar al dios andrógino Cintéotl, el maíz divi-
cido como Féjervary–Mayer, muestra al Dios viejo y
nizado, que culminaba cuando a medianoche la luna
del fuego, Huehuetéotl-Xiutecutli, ocupando el centro.
se aparecía en el horizonte. Como lo señaló Gordon
El norte, a la izquierda, está relacionado con los colores
Wasson, “muchas de estas poesías, tal vez todas, se
amarillo y negro; es lugar frío y seco y corresponde al rumbo
recitaban o se cantaban en reuniones que los poetas
de la muerte –según explica Matos Moctezuma –.50 Se
12
asocia al “cuchillo de sacrificio” y la planta que lo repreA n a m a r í a
A s h w e l l
senta es la xerófita espinosa. El rumbo Sur es la región
de la humedad, su color es el azul y el glifo es el “conejo”.
producción magueyera en el Valle Poblano-Tlaxcal-
El rumbo oriente es el lugar donde sale el Sol, el color es
teca no solo implicó la producción pulquera sino fuego,
rojo y el glifo es la caña: es el rumbo de lo masculino.
vivienda, medicina y textiles para los pueblos mesoame-
El poniente es el rumbo femenino del universo; carac-
ricanos.55 Por eso Mayahuel como Diosa Lunar presencia
terizado por el color blanco, el glifo es calli o casa y “es
los tiempos primigenios de los pueblos mesoameri-
el lugar por donde el Sol, acompañado de las mujeres
canos, desdoblándose poderosísima en otras deidades
muertas en parto, es devorado por la tierra para alumbrar
primarias: cuando el hombre nace y muere, por ejemplo,
el mundo de los muertos”.51
es Tlazoltéotl, la Diosa Madre, la Diosa del tejido, la que
En Cholollan, fray Diego de Durán dice que rige el dios
preside el parto y la sexualidad, lleva puesta la narin-
Quetzalcóatl; en códices y documentos coloniales se le
guera así como un traje que se adorna de lunas blancas.56
relaciona a la ciudad con la blancura: sus símbolos son
Mayahuel se muestra también enjoyada y con doble colo-
el ahuehuete blanco (según Alvarado Tezozómoc en la
ración facial, símbolos de Chalchiutlicue, consorte de
Crónica Mexicáyotl); el sauce blanco, el junco blanco,
Tláloc, el dios de la lluvia, transformándose en una divi-
la rana, el pez y la culebra blanca, según fray Diego
nidad agraria. Ella es también Xochiquétzal, la deidad de la
de Durán, y el “tule blanco”, según la htc. Cuando los
alegría y de la embriaguez –en las festividades se consu-
mexicas hacen su aparición en los mitos (descienden de
mían las “flores”: en el Códice Vindobonensis los hongos
los chichimecas de la htc) ellos adquieren los símbolos
sagrados y alucinantes tienen el color blanco. Y ella, como
de la blancura, es decir aceptan las tradiciones y ense-
planta del maguey divinizado, es símbolo de la fecunda-
ñanzas toltecas como su legado, allí en Cholollan. El
ción agrícola: el Códice Vaticano A la describe como una
mito indica también cómo al día siguiente a los mexicas
mujer de 400 senos que por su fecundidad fue transfor-
le son develados sus propios símbolos: “los símbolos
mada en maguey por los dioses. El mito describe que el
mexica, relacionados con Huitzilopochtli represen-
maguey que otorga el pulque a los pueblos mesoameri-
tados en el águila (el Sol) venciendo al enemigo (pájaros
canos es la donación de esa Diosa Lunar. La producción
o serpiente) en el lugar en donde cayó el corazón sacri-
pulquera, por eso mismo, en tiempo mesoamericanos
ficado de Cópil, legitimando el lugar donde habrán de fundar su ciudad, Tenochtitlan”.52 Cholula está, según los mitos, en el lugar del color blanco; en el Poniente femenino del universo sagrado mesoamericano, quizás, porque cuando los tolteca-chichimeca arriban a conquistarla en el siglo xi, era centro comercial y sagrado de un gran valle, el poblano-tlaxcalteca, donde se había desarrollado una antigua y fuerte (desde el preclásico temprano 850-350 a.C) tradición magueyera: cuna de la elaboración pulquera en el altiplano mesoamericano. El Mural de los Bebedores (200-350 d.C) localizado en la gran pirámide o Tlachihualtepetl cholulteca da cuenta de ese temprano ritual– ceremonial, elaborado y asociado al consumo del pulque en Cholollan.53 La deidad del maguey en la religiosidad de Mesoamérica fue Mayahuel.54 Su asociación con el color blanco en los códices es su más destacado atributo: alude al pulque y a la Luna. Ella es la legendaria Madre que nutre a los mexicanos, la que porta la media luna como
© Luz María Genis.
naringuera, yacameztli, en forma de luna creciente, símbolos a su vez de recipientes de agua y pulque. La
La Diosa Blanca
13
© Luz María Genis.
pero hasta la actualidad, se rige estrictamente por las
chiutlicue: en el Códice Borbónico ella está sentada
lunaciones; los otomíes del Valle del Mezquital llaman
en un trono del cual emana un río y nacen los hombres
Virgen a esa luna que rige la siembra y la cosecha del
cantando con los símbolos del sustento y vida de los
maguey; es más, se siembra, se rasca, se propicia el
pueblos mesoamericanos. La naringuera de media luna,
aguamiel y se fermenta el pulque blanco del maguey
las plumas blancas del quetzal entre joyas y cascabeles,
regido siempre por las lunaciones. Y hasta la actualidad
la descubren como una diosa lunar. O ella es Chicome-
los tlachicheros de Tlaxcala rezan a la Virgen María al
cóatl que mora en el Tlalocán cuyo nombre calendá-
terminar la faena. La Diosa Madre Mayahuel es una Diosa
rico es 7 Serpiente: una escultura que la representa en
Lunar con atributos blancos en los códices igual a todos
el Museo Nacional de Antropología la muestra soste-
los dioses del pulque, también los centzontotochtin (400
niendo la casa (calli), todo el lado poniente del universo
señores conejos) de la embriaguez pulquera.
mesoamericano sobre sus hombros, con mazorcas
La Diosa Blanca Mayahuel preside además, porque
maduras en la mano, más poderosa imposible imagi-
de ella como maguey brotan las espinas, los sacrifi-
nársela. O es Teteoínnan, la originaria madre de todos
cios rituales. Ella embriaga con el pulque blanco a los
los dioses, también llamada Toci, Tonantzin, Ilamate-
que serán sacrificados y otorga valor a los guerreros.
cuctli o Cozozcamíauh cuando porta espigas del maíz.
Rige en el Poniente femenino del universo mesoame-
Le brotan flores blancas, “con tiza blanca, con plumas
ricano porque allí el Sol se apaga para que en el cielo
blancas ella se engalana”57 y en una escultura en piedra
brille la Luna.
conservada en el Museo Nacional de Antropología se la
Las deidades femeninas en el universo religioso
ve con incrustaciones que muestran sus ojos blancos
mesoamericano son portentosas: casi siempre son
como el brillo de la Luna, erguida y solemne, y en su
representadas como si fueran símbolos de diversas
falda un hombre cantando. ¿La Diosa Blanca, madre de
fases lunares –crecientes a menguantes– y sus atri-
los dioses como indica su nombre, cuyos rituales con
butos son simplemente terroríficos y omnipotentes.
hongos alucinógenos blancos incitan a que broten las
Por ejemplo, en su plenitud la Diosa Madre es Chal-
palabras en su alabanza también entre los bardos meso-
14
americanos? ¿Qué hubiera dicho el poeta Graves si la A n a m a r í a
A s h w e l l
hubiera conocido representada en piedra como la Coat-
licue o Cihuacóatl? Belleza y horror de sueños muy anti-
expansión la llegada de los españoles en 1519. Huitzilo-
guos, describió una vez Ernst Jünger, cuando presenció
pochtli –dice el mito– derrotó primero a una gran hechi-
una exposición de arte mesoamericano en 1952, en
cera, una deidad llamada Malinalxóchitl y sacrificó a su
París. Un escalofrío hubiera también sacudido a Graves,
hijo Cópil (su corazón fue arrojado al lago). Con ello dona
en sus profundidades.
a su pueblo los símbolos proféticos del lugar donde
58
debían erigir su ciudad porque del corazón de Cópil 8. Coatlicue... los atavíos con que esta mujer
brotó el nopal sobre el cual se posó el águila, símbolos
aparecía er an blancos, y los cabellos los tocaba
de Tenochtitlán. El nacimiento del dios también implicó
de maner a que tenía como unos cornezuelos
la derrota de otra deidad femenina. Su madre, Coat-
cruzados sobre la frente...
59
licue, según el Códice Florentino, parió al dios Huitzilopochtli completamente armado sobre el cerro llamado
El mito dice que el dios Huitzilopochtli, indicó a su pueblo
Coatepec. Coatlicue se embarazó mientras barría: se
dónde debían fundar su reino y ciudad: Tenochtitlan.
encontró una bola de plumas que recogió y colocó en
Después de una larga peregrinación que se había
su pecho y quedó impregnada: “Nadie apareció jamás
iniciado en 1168 d.C., desde una isla llamada Aztlán en
como su padre” –dice un relato recopilado por Sahagún.
el norte mesoamericano, el pueblo de Huitzilopochtli
Los huitznahuas o 400 guerreros del sur, guiados por su
arribó a Culhuacán. En ese lugar Huitzilopochtli le puso
hermana Coyolxauhqui, una deidad lunar, hijos e hija de
un nuevo nombre a su pueblo: “Ahora ya no os llamareís
Coatlicue, intentaron matar a la madre pero solo provo-
aztecas. Vosotros sois mexicas...” dice la Crónica de
caron el nacimiento del dios mexica:
Chimalpain. El dios procedió allí a embadurnarles de rojo las orejas y selló su destino: les entregó arcos y flechas.
En es momento nació Huitizilopochtli
El dominio de Huitzilopochtli y su pueblo mexica corres-
Se vistió sus atavíos
ponde a los últimos tiempos de Mesoamérica (Teno-
Su escudo de plumas de águila
chtitlan fue fundado alrededor de 1325 d.C.) pero el
Sus dardos, su lanzadardos azul...60
poderoso y militarista estado mexica que consolidaron no duraría sino unos siglos; interrumpe su dominio y
Huitzilopochtli, en venganza, capturó a su hermana y la decapitó, desde lo alto del cerro Coatepec Huizilopochtli arrojó a Coyolxauhqui; ella cayó a la tierra totalmente desmembrada.61 Algunas partes del mito, como el combate de Huitzilopochtli contra sus hermanos en Coatepec, parten de hechos históricos “que el pueblo donde acontece lo mitifica y lo que sucede entre hombres se convierte en lucha entre dioses”.62 Pero el mito describe simbólica y esencialmente, el triunfo de los poderes diurnos, solares y masculinos sobre las más antiguas y primigenias tradiciones religiosas regida por poderes nocturnos, lunares y femeninos. Las portentosas deidades lunares omnipresentes en la vida religiosa de los pueblos mesoamericanos fueron vencidas por el dios solar y guerrero Huitzilopochtli, y a partir del dominio de su pueblo tributario, el mexica, ellas ocuparon un lugar secundario en el panteón de los dioses mesoamericanos.63
© Luz María Genis.
La Diosa Blanca
15
Los tiempos de revelación poética en rituales en
Pero entonces ¿por qué los mitos insisten, con
honor a la Diosa Lunar; las festividades en las cuales unos
perfecta claridad –como dice Graves– en esa estrella
hongos blancos ponía a cantar a los bardos en honor a la
matutina y vespertina; en esas Madre que se transforma
Diosa Madre, el principio cósmico con apariencia feme-
en ciervo o tlacuache; que es un ahuehuete o cedro; y
nina, se siguieron practicando y venerando (así lo indican
es una bruja maldiciente cuando la luna es menguante o
las crónicas de Sahagún como la de fray Diego de Durán)
una seductora embriagante como Mayahuel cuando la
aunque en Tenochtitlán, a esa Diosa Madre los mexicas ya
luna esta ascendente? ¿por qué los poetas le cantan?
no le dedicaron ninguno de los dos templos principales.
–se preguntó Graves. La Diosa Blanca, quizás, solo apunta al misterio del
9. El camino del hombre occidental conduce a
arte. Al misterio que es la iluminación poética (o la inspi-
vastedades en las que Dios se vuelve abstr acto en
ración o el llamado al arte) que entre algunos hombres,
lo infinito y da testimonio de sí en los mundos
en todas las sociedades y en todos los tiempos, se torna
mediante parábolas...64
incontenible. Como cuando vienen las mareas altas porque la atracción de la luna y el paso del sol coinciden y
De la arqueología, la etnohistoria o la etnografía no hay
se hinchan los mares hasta rebosar sus márgenes.
pruebas o indicios que en tiempos primigenios meso-
“Secreta o abiertamente, la magia circula por el arte
americanos, ni en el antiguo Mediterráneo que Graves
de todas las épocas” decía Octavio Paz65 y Graves, en
documentó en La Diosa Blanca, durante el reino y
La Diosa Blanca, contó que él, poeta, una noche vio a
dominio religioso de unas diosas portentosas, lunares
la Musa, ojos centelleantes, y muy muy blanca. Quiso,
y lunáticas, las mujeres de carne y hueso ejercieron
quizás, solo contarnos, que no fue el primero, ni el único,
poderes o gobiernos terrenales. La mujer adorada, divi-
ni será el ultimo, porque ese encuentro con la Diosa
nizada y endiosada no inspira en la relación de géneros,
Blanca corresponde y llega, tarde o temprano, a todos
igualdades reales. Por el contrario, el reconocimiento
sus amantes, a todos los que serán llamados al arte.
de sus poderes, de su capacidad para la fecundación, sus portentosos poderes mágicos, mas bien debieron
n o t as
inspirar sociedades en la cuales los hombres –aterrorizados– hicieron todo lo posible por domesticarlas. Ni siquiera cuando el hombre enamorado canta su devoción a la diosa blanca, se desprende que su amor hacia la musa encarnada resultaría en otra cosa que no fuera su sometimiento: el hombre enamorado que se rinde ante la mujer divinizada solo persiste en su amor y devoción mientras perdura la persecución, no la satisfacción, de enamorarla. Si algo demostró La Diosa Blanca, a pesar de la insistencia que el mito debió tener una contraparte terrenal en un matriarcado antiguo y originario, fue que el mismo Graves, enamorado, claramente adoró a la Diosa en la misma proporción que la temió cuando la tuvo cerca y encarnada. Los mitos de La Diosa Blanca claramente no sirven –como pensó también Graves– para argumentar un matriarcado ni siquiera para sustentar una ética de igualdad y amor incondicional entre géneros.
16
A n a m a r í a
A s h w e l l
y
b i b l i o g ra f í a
Lessing, Doris, Under My Skin; Volume One of My Autobiography to 1949. Harpers Collins. 1994. 2 Graves R, Goodbye to all That, J.Cape and H.Smith, Londres, 1929. 3 Donoghue, Denis, “The Myths of Robert Graves” en The New York Review of Books; Vol.4,num 6; Abril, 4, 1996. 4 F.Hölderlin, “Patmos” en Hymns and Fragments (translated by Richard Sieburth), Princeton U Press. 1984. 5 Debido a que existen varias ediciones modificadas y ampliadas desde la primera de 1948, este ensayo cita exclusivamente a Robert Graves, The White Goddess: A Historical Grammar of Poetic Myth. Farrar, Strauss and Giroux. New York. Amended and Enlarged Edition. Sexta Impresión. 1966. [Las traducciones son mías.] 6 Denis Donoghue y Mike Nichols son algunos entre varios académicos, ingleses y norteamericanos, que han publicado estudios sobre los poemas de Robert Graves. 7 “Postdata” incorporada en 1960 a la edición original de 1948 de La Diosa Blanca. 8 Cito únicamente la edición resumida, de dos tomos, The Golden Bough: the roots of religion and folklore, ilustrado, edición de Crown Books de 1981. 9 En el poema “Sueño de un listón rojo” Robert Graves da cuenta de su relación con W.H. Rivers quien ayudó en el tratamiento de otros poetas, amigos de Graves, que retornaban de las trincheras de la Segunda Guerra Mundial profundamente traumatizados. W.H. Rivers, además, fue un prolífico escritor de etnografías (sus trabajos sobre el sistema de parentesco de tribus en el 1
sur de la India y los dos tomos que publicó sobre Oceanía y Melanesia fueron seminales en el desarrollo de la antropología británica); publicó además trabajos sobre mito y folklore en la cultura europea. 10 Existen varias ediciones en español del El derecho materno: una investigación sobre el carácter religioso y jurídico del matriarcado en el mundo antiguo de Bachoffen. Ver Ralph Manhein editor, Myth Religión and Mother Right. 1967 que incluye una versión resumida de la edición original. El libro del jurista suizo, Bachofen, se publicó originalmente en Stuttgart en 1861 y ha sido traducido a todas las lenguas principales. 11 Ver Joan Bamberger, “The Myth of Matriarchy: Why Men Rule in Primitive Society” en Woman, Culture, and Society. Michelle., Zimbalist Rosaldo and Louise Lam-Phere. Eds. Stanford University Press. Stanford, Calif., 1974. 12 Debora Baker; In Extremis:The Life of Laura Riding. 1993. 13 “The War Poet Robert Graves stole work from his mistress” (El poeta del periodo de la guerra, Robert Graves, robó la obra de su amante” por Arifa Akbar; entrevista con el doctor Mark Jacobs de la Universidad Trent en Nottingham; The Independent, Londres, 4 de julio 2008. 14 F. Hólderlin, “La Tragedia de Empédocles”. 15 Este poema, On Portents, (De Portentos) corresponde al año 1931, pero fue revisado en años posteriores por Graves: “Si cosas extrañas suceden donde ella está/tanto que dicen que se abren tumbas/y caminan los muertos, o que el futuro se hace vientre/ y son dados a luz los no nacidos,/ no te causen asombro esos portentos,/pues son torbellinos que en el Tiempo hace/ el fuerte tirar de su afilada mente/ a través de ese elemento siempre reacio.” Traducido por Antonio Rivero Taravillo, Poemas de Robert Graves, Colección La Cruz del Sur, editorial Pre Textos, Buenos Aires, 2005. 16 “Los santos la reprenden y los sobrios/ hombres a quienes rige el dios Apolo/ con su aurea mediocritras;/ despreciándolos, navegué para buscarla/ en regiones remotas donde es más probable abrazarla...” Poemas. Ibíd. 17 En tres biografías escritas sobre Graves, por ejemplo la de Martin SeymourSmith de 1982, se registra cómo esta “iluminación” poética, a partir de 1940, significó comportamientos excéntricos en su cotidianidad. Graves, vivió, por ejemplo, constantes y promiscuos amoríos sin amor; exhibió un comportamiento obsesivo y ensimismado por no decir egoísta; a veces también vengativo; y fue tedioso y repetitivo hasta el cansancio en sus declaraciones de amor a la Musa/Diosa. Su última mujer, Beryl Hodge, soportó lo que describió como su “nimphological disquiet”, algo así como su “inquietud ante las ninfas”, porque Graves se enamoraba perdidamente de cualquier jovencita que se aparecía por Deyá. Es decir, en todas encontraba la encarnación de la Musa. Su trato a las mujeres, sin embargo, tenía aspectos misóginos y sustentó excéntricas teorías homofóbicas. El poeta es poeta sólo en el asedio de la Musa, insistió. Si él piensa que la alcanza o doméstica la Musa le abandona. Pero sin el amor de mujeres de carne y hueso el poeta corre un riesgo “apolíneo”: cree que puede vivir sin ellas, dijo también Graves. El peligro que acecha al poeta es el del “sentimentalismo homosexual”, el falso estado de “amores platónicos”, de “patología mórbida” por lo cual la Musa abandonará al poeta, –escribió–. Las mujeres, –dijo también Graves– en La Diosa Blanca, no podían ser poetas: “Ella es una Musa o no es nada”. Solo algunas mujeres, como Safo, alcanzaban el estrado de la poesía porque “escribieron como mujeres, sin imitar al hombre”. La mujer está destinada a ser siempre solo la encarnación de la Musa, “la luna visible, imparcial, amante, severa y sabia”.Graves, como bien lo dice Donoghue, mezcló a lo largo de su vida conocimientos eruditos e intuiciones geniales con deslices verbales absurdos y conclusiones extrañas. Quizás los intentó metafóricos, quizás eran simples expresiones de un hombre en extremo excéntrico. En una entrevista, por ejemplo, ya avanzado en edad, enteramente serio, Graves explicó que la homosexualidad masculina se debía “en parte a la genética, en parte al medio ambiente, pero en gran medida al hecho de que los hombres tomaban demasiada leche”.
Jarrel, R. The Third Book of Criticism.Farrar, Strauss, Giroux. 1969. Este poema The Cool Web, “La red fría” es muy temprano y su primera versión corresponde a 1914-26; existe una versión modificada en 1927 y quizás hubo revisiones posteriores (después de La Diosa Blanca Graves revisó toda su poesía y modificó sustancialmente y descartó mucho poemas. Esta es la última versión publicada en Collected Poems de 1975). La traducción es de Antonio Rivero Taravillo, Ibíd: “...Hay una fría red de lenguaje que nos atrapa/ apartaos de demasiada alegría o demasiado miedo:/al final nos volvemos verdemar y morimos/fría, salobre, volublemente./ Pero si dejamos que nuestra lenguas pierdan autodominio/ alejando el lenguaje y a su abrazo acuoso/ antes de nuestra muerte, en vez de cuando ésta llegue,/haciendo frente al resplandor del día de los niños/ la rosa, el cielo oscuro y los tambores/nos volveremos locos y locos moriremos.” 20 “...se puede vivir en un mundo regido por los sueños y la imaginación, sin que esto signifique anormalidad o neurosis”, escribió Octavio Paz sobre la inspiración poética. Ver “La revelación poética” en Obras Completas. fce. Tomo i. 21 F. Hölderlin, “Vocación de poeta” en Odas. Hiperión.2005. Traducción de Txaro Santoro. 22 La Diosa Blanca. Ibíd. 24. 23 La Diosa Blanca. Ibíd. 372. 24 La Diosa Blanca. Ibíd. 166. 25 Antropólogos, estudiosos de las relaciones entre géneros en sociedades primitivas, y arqueólogos, no han podido documentar la existencia histórica de matriarcados, aunque han documentado etnográficamente las complejidades en las relaciones de parentesco y herencia en sociedades matrilineales en las llamadas “sociedades primitivas” en los cuatro continentes; igualmente está arqueológicamente documentado el culto matriarcal que existió en la antigua Mesopotamia, Egipto, Creta y Anatolia. Sin embargo, la principal bibliografía que discute el mito y la práctica de un matriarcado en las culturas se centra en los estudios etnográficos sobre las tribus iroqueses y, en la arqueología, los datos aportados sobre la arcaica civilización sumeria (Babilonia, Fenicia y Sumeria). Ver Joan Bamberger, “The Myth of Matriarchy”. Ibíd. Mike Nichols and Mama Rose: “Conversations on Robert Graves, The White Goddess and related things...” www.geocities.com/athens/forum/7280/ mike-rose.html 26 Graves aumentó y corrigió las sucesivas ediciones de 1948 de La Diosa Blanca. Explicó, además, que después de la conclusión en seis semanas del libro, dedicó seis años posteriores a corregir esa primera versión. 27 La Diosa Blanca. Ibíd. 490. 28 “Canto de Tláloc”. Poema anónimo en náhuatl. Traducción y versión de Ángel María Garibay. Veinte Himnos Sacros de los Nahuas. unam. 1995. 29 La segunda referencia, a la cual no me voy a dirigir en este ensayo, corresponde al capítulo 25, en la página 442 de La Diosa Blanca y responde a la pregunta: “¿Necesariamente la poesía debe ser original? De acuerdo con la teoría clásica y apolínea, no necesariamente, ya que la prueba de un buen poeta reside en su habilidad para expresar con fluidez sentimientos que han resistido la pátina del tiempo ) en formatos acreditados desde hace mucho. La poesía apolínea es esencialmente poesía cortesana, escrita para confirmar la autoridad delegada por el Rey a los poetas... Existe una sorprendente similitud en estos elogios: los aztecas adulaban a sus incas patriarcales como a ‘un águila bien comida, siempre lista para la guerra’, que es una frase recurrida hasta el cansancio por los tempranos bardos gaélicos...”. Graves introduce el nombre del gobernante del Alto Perú prehispánico entre los mexicas del altiplano mexicano. La palabra inca debió ser tlahtoani para que la referencia fuera correcta. Sin embargo, la equiparación de los guerreros mexicas y sus tlahtoani con el símbolo del águila es acertada. Por 18 19
La Diosa Blanca
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otro lado, las culturas militaristas tolteca de Mesoamérica y los huaris del norte peruano coincidieron en fases de desarrollo y en tiempo cronológico. Estas culturas generaron estados militaristas –incas y aztecas o mexicas– coincidentes cronológicamente y reinantes al momento de la llegada de los españoles en el siglo xvi. Lingüistas han propuesto que el purépecha de la región michoacana se originó o tiene relaciones con lenguajes indígenas del Alto Perú. Graves, con este “error”, apunta a lagunas que aún persisten en la investigación antropológica sobre la relación de Mesoamérica con culturas del continente al Sur. 30 La Diosa Blanca. Ibíd. 45. 31 En el ensayo “Dicen las crónicas que un monje budista...” Elementos, buap, 2008 intento resumir la discusión contra difusionistas como Paul Kirchhoff, que el nacionalismo de americanistas mexicanos clausuró. Ver también Christian Duverger, El primer mestizaje: la clave para entender el pasado mesoamericano. conacyt, inah, Taurus, México 2007. 32 Davies, Nigel, Ibíd. Existe una traducción resumida y una discusión de Octavio Paz en la revista Vuelta núm. 52-53 marzo, 1981. 33 “Dicen las crónicas que un monje budista...” Ibíd. 34 Ashwell A. “Cholula: pulque, religión y alucinógeno” en La realidad alterada, compiladores Glockner J. y Soto E. Debate. Mondadori, 2006. (Información etnohistórica proveniente de Cholula en relación al uso de plantas alucinógenas en la religiosidad mesoamericana). 35 Historia Tolteca Chichimeca documento pictográfico producido en Quauhtinchan del estado de Puebla, ca. 1547. 36 htc, p. 143. Ashwell A. “Cholula a donde se dirigió Quetzalcoátl...” Ibíd. 37 Documento pictográfico o códice, de época prehispánica, correspondiente a la región de Puebla–Oaxaca de las etnias mixtecas. Ver Reyes García, L, Anders F, Jansen M, Origen e historia de los reyes mixtecos, fce, México, 147. 38 Refiero a la edición, en dos tomos, del llamado Códice Florentino de Alfredo López Austin y Josefina García Quintana. Alianza Editorial, 1995. 39 Fue Alfonso Caso quien describió el mural de Tepantitla como el paraíso pluvial “Tlalocan”; paraíso de Tláloc que en los mitos mexicas del posclásico se describe como el lugar donde se forman las nubes y se reunían los muertos. Wasson R G. El Hongo Maravilloso Teonanácatl fce, 1983. Refiero al lector a las principales fuentes para el análisis de este mural: de la Fuente Beatriz, Teotihuacan. unam, 1987. Pasztory E. The Murals of Tepantitla. Garland, New York, 1974; Aztec Art. Oklahoma U Press.1983. Teotihuacan: An experiment in Living. Oklahoma University Press,,1997. Pre-Columbian Art. Cambridge University Press. 1998. Berrin. K; Millon C, Millon R, E.Pasztory, Seligman, T. Feather Serpents and Flowering Trees. San Francisco,1988. 40 No queda claro, sin embargo, por la manera como está citado en La Diosa Blanca, cómo Graves obtuvo esta información del “Sr. y la Sra. Wasson” y del “Profesor Heim”, muy probablemente la información le fue transmitida oralmente por algunos de ellos y todavía como una tesis preliminar. Wasson publicaría su libro sobre micolatría en Mesoamérica hasta el año 1980. 41 George Kubler. The Iconography of the Art of Teotihuacan. Dumbarton Oaks, 1967. Peter T. Furst en Mesoamerican Archeology, New Approaches, edited by N. Hammond. Duckworth, 1974. Furt interpreta el mural con énfasis en el gran árbol encima de la deidad principal y sostiene que representa las visiones extáticas producidas por semillas alucinógenas (ololiuhqui) consideradas sagradas en el mundo mesoamericano. 42 Este mural se localizó a unos metros de la Pirámide de la Luna en la sección conocida como Tlacuilapaxco, lugar donde se encuentran los murales relacionados con sacrificios y el maguey. En los murales figura la deidad pluvial Tláloc, pero el personaje principal es la “Gran Diosa”: “con benevolente y feroz aspectos al mismo tiempo” la describe E, Pasztory: ella pudo ser la deidad principal de Teotihuacan en este periodo “fase Metepec 600-750
d.C.”. “A reinterpretation of Teotihuacan and its mural painting tradition” en Feathered Serpents... Ibíd, 74. 43 The Murals of Tepantitla, Teotihuacan. op. cit. 44 “Canto a Cihuacoatl”. Poema anónimo en náhuatl. Traducción y versión de A.M.Garibay, op. cit. 45 Los poemas fueron recopilados en 1547 y 1558 en la región de Acohluacan, según indica A.M. Garibay. op. cit. 46 Seler E, Poesía Indígena, unam, 1940. Ángel María Garibay, Veinte Himnos Sacros de los Nahuas, unam, 1995. 47 López Austin A, Tamoanchan y Tlalocan, fce, 1994. 48 Veinte Himnos Sacros, op.cit. 49 Duran Fray Diego de, Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme. 1570. edición conaculta. ii Tomos. México. 1995, 88. 50 Resumo la explicación sucinta de Eduardo Matos Moctezuma, sobre los símbolos de los rumbos del universo mesoamericano según los códices y la arqueología. Teotihuacan, fce, 2009, 100. 51 Ver el Códice Fejérvary–Mayer: El libro de Tezcatlipoca, Señor del Tiempo. Anders F, Jansen M y Pérez Jiménez A. fce. 1994. También León Portilla M, Azteca–Mexicas. Alagaba Ed., 2005. 52 Matos Moctezuma E., Tenochtitlan, op.cit., 44 53 Ashwell A. “Cholula, a donde se dirigió Quetzalcóatl...” en La Realidad Alterada, op.cit. 54 Gonzalves de Lima O, El Maguey y el Pulque en los Códices Mexicanos. FCE. 1978. Este es el estudio pionero sobre la tradición pulquera en Mesoamérica pero realizado en 1955. Desde entonces varias interpretaciones citadas, como la de Edward Seler, han sido revisadas a partir de nuevas fuentes y nuevas traducciones de los códices. 55 Artes de México dedicado al Maguey, Num. 51, año 2000 reúne varios ensayos sobre la producción magueyera, las tradiciones y los mitos. Textos de Fernando Benítez, Dominique Dufétel y en particular los testimonios de un indígena otomí vuelto antropólogo, Jesús Salinas Pedraza, son invaluables. 56 Ver la “Tercera Trecena 1 Venado”. 63 Códice Borgia. L. Reyes García. fce. 1993 57 Cantar de Teteoínnan. Veinte Himnos Sacros de los Nahuas, op.cit. 58 Jünger E., “El nudo gordiano”, op.cit. 153. 59 Sahagún Fray Bernardino de, Historia de las cosas... Capítulo vi, op.cit. 60 Traducción de León Portilla M en Matos Moctezuma E, Tenochtitlan, op.cit. 35. 61 La monumental escultura circular de Coyolxauhqui fue encontrada sobre una plataforma a mitad de la escalera de la parte superior del Templo Mayor dedicado a Huitzilopochtli. Eduardo Matos Moctezuma atribuyó la ampliación del templo –correspondiente al lugar donde estaba ubicada esta escultura– a Axayácatl quien gobernó Tenochtitlan entre 1469 y 1481 d.C. Matos Moctezuma estima que “es muy probable que en todas las etapas constructivas hubiera habido una figura de la diosa, ya que el templo de Huitzilopochtli representa el cerro Coatepec en el cual se lleva a cabo el combate original. Tenochtitlan, op.cit. 70-71. 62 Matos Moctezuma E, Tenochtitlan, op.cit. 89. 63 En los últimos tiempos mesoamericanos Huitzilopochtli reinó como un dios Marte.”En los sitios donde la espada de Temis, la diosa de la justicia, se oxida brillan los cuchillos de las matanzas... regresa la noche telúrica” explicaba Jünger E. Pero el reino de las diosas madres mesoamericanas anteriores al dominio mexica, pueblos regidos por unas portentosas deidades que creaban o destruían con igual pasión, tampoco fueron sociedades menos guerreras. Quizás solo arbitradas, en su concepción del bien y el mal, de manera distinta, op.cit. 90. 64 E. Jünger, “El Nudo Gordiano”, op. cit. 79. 65 “Arte Mágico” en Los privilegios de la Vista.Obras Completas. fce, México, 2004.
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Anamaría Ashwell. email:
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