LA BIOGRAFIA ESCOLAR EN LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO
José Ignacio Rivas Flores Analía Elizabeth Leite Méndez
RESUMEN Hace 14 años, los autores de este trabajo iniciamos la práctica de formar a nuestro alumnado de pedagogía y magisterio mediante la investigación sobre su experiencia escolar, a lo largo de sus años como alumnos y alumnas en la escuela. La docencia completa de las asignaturas en que impartíamos docencia (relacionadas con la Organización Escolar) se ha estructurado desde el análisis de cómo vivió nuestro alumnado las diferentes instituciones educativas por las que pasaron a lo largo de esta etapa con el intento de comprender su funcionamiento y sentido en la sociedad actual. Las diferentes actividades y acciones que se llevan a cabo están articuladas en torno al trabajo con estos relatos, poniendo en marcha distintos agrupamientos, tiempos y espacios (virtuales y presenciales). La estructura organizativa comprende actividades de gran grupo, grupo mediano (grupo clase), grupo pequeño (microgrupos) y trabajo individual. Todo ello se complementa y dinamiza a través de la plataforma virtual de la universidad
INTRODUCCIÓN Muchos trabajos relacionados con la formación del profesorado, que tienen en cuenta el punto de vista narrativo, de una u otra forma, coinciden en ligar la investigación con la formación docente, como dos componentes ineludiblemente ligados en el trabajo docente. Conle (2003) claramente lo plantea al afirmar que las actividades de investigación deben ser vistas también como actividades curriculares, algo que no se hace normalmente: “Debe asumirse que, en la formación del profesorado las prácticas curriculares narrativas tienen sus raíces y están históricamente vinculadas a
la investigación narrativa” (pp. 3 y 4). Distintas orientaciones de la investigación educativo han incidido en la formación de los docentes de una manera u otra, si bien la entrada del enfoque narrativo en los programas de formación nos permite verlo, como afirma Conle, como prácticas curriculares, y no una forma de currículum paralelo al académico. Desde este punto de vista es que afrontamos la forma de trabajar con nuestro alumnado de la Facultad de Ciencias de la Educación, en nuestra enseñanza. Partimos de sus biografías escolares, como una forma de estudio de sí mismo y de la historia particular, para convertirlas en currículum de formación; esto es, el relato autobiográfico se convierte en el contenido de estudio colectivo para construir conocimiento y saberes educativos. Así, desde el compartir y relatarse mutuamente los relatos, la experiencia particular se convierte en conocimiento público, mediante el proceso de análisis e interpretación correspondiente. Desde que nos iniciamos en este compromiso con el punto de vista narrativo – biográfico, tanto Leite como Rivas, este principio ha sido clave en el planteamiento de nuestra docencia. El aula se convierte en un proceso de investigación a partir del cual pretendemos que tenga lugar el aprendizaje, siguiendo el planteamiento anterior. De este modo ponemos de manifiesto un principio epistemológico, una concepción del conocimiento, y del académico en particular, y también un principio ontológico, en relación a una forma de comprender qué es la realidad, desde la perspectiva socioconstructivista. Política e ideológicamente, incluso, no olvidamos tampoco el carácter institucional de la escuela, por tanto contingente y ligado a las condiciones sociohistóricas en las que se desarrolla. Lo cual nos vincula con los sistemas subjetivos que viven y se forman en este contexto. Más que una opción de tipo didáctico o metodológico, para nosotros aprender desde las biografías escolares es una forma de desarrollar nuestra posición ante la educación, el aprendizaje, la escuela, la sociedad y el sujeto. Es una apuesta ideológica por la transformación de la escuela a través de la formación de sus docentes, y también por medio de la investigación. En la presentación que hacemos a continuación vamos a relatar cómo estamos investigando mientras nuestros alumnos y alumnas aprenden, y como enseñamos mediante procedimientos de investigación biográfica y reflexiva. Para ello vamos a narrar cómo es nuestra práctica docente, al mismo tiempo que presentaremos los vínculos con algunos proyectos de investigación que estamos desarrollando.
TRABAJANDO CON BIOGRAFÍAS. Situamos esta presentación en las asignaturas de Organización Escolar (con diferentes denominaciones) de las titulaciones de Educación Primaria y de Pedagogía, de la Facultad de Ciencias de la Educación de Málaga. La primera de ellas representa el trabajo de 3 años, desde que se inició el Grado de Educación Primaria, mientras que la segunda tiene una trayectoria más larga (15 años), tanto desde la licenciatura como en el actual Grado. En ambos casos, con los matices propios de diferente titulación, duración y ubicación en el Plan de estudios, el trabajo con las biografías escolares presenta una estructura equivalente. Hay que tener en cuenta, al mismo tiempo, el proceso de cambio en relación al crédito de Bolonia en el momento actual. Las reflexiones que hacemos en el presente trabajo tienen presente este proceso e intentan ser una aportación en la mejora de los cambios que están teniendo lugar. Trabajar con las biografías del alumnado en esta disciplina supone construir el conocimiento acerca de los centros escolares a partir de las propias experiencias de su trayectoria escolar. Ellos y ellas son sujetos activos del sistema escolar a lo largo de una media de 15 años; por tanto, son testigos únicos de cómo la escuela actúa sobre los sujetos que pasan por ella y cuáles son sus modelos de funcionamiento. Entendemos, por tanto, que cuando el alumnado trabaja con sus propias biografías está teniendo la oportunidad de adquirir aprendizajes relevantes ya que estos entroncan con su propia realidad, con su propia historia. Trabajando de este modo reconstruyen su experiencia de una manera significativa, descubriendo los significados de la actuación de la escuela en sus propias vidas (Rivas y Leite, 2006). Como ya hemos comentado en otras ocasiones (Rivas, Sepúlveda y Rodrigo, 2005), establecemos tres características básicas que justifican el uso de las biografías escolares en el aprendizaje del funcionamiento de la escuela, que representan para nosotros un ejercicio continuo de reflexión sobre el sentido de nuestra tarea docente: 1.- Los relatos escolares representan un modo de compartir la construcción de un relato o narración y la argumentación teórica acerca del mismo. Según este principio la interpretación de las biografías es parte sustancial del trabajo del alumnado, en un proceso colaborativo y participativo, que hace público la visión de cada uno sobre la escuela, a modo de conocimiento situado y experiencia. El profesorado es parte de esta
colaboración y tiene como objetivo la deconstrucción de su propia experiencia y la elaboración de teorías que les ayuden a explicar aquello que les ha sucedido. 2.- Las biografías constituyen una estrategia de indagación enmarcada en un proceso democrático y colaborativo. Una parte sustancial de nuestra propuesta es entender que los sistemas de enseñanza están cargados moral e ideológicamente, por lo que las estrategias sobre las que se sustentan son parte de estos sistemas de pensamiento y de acción. En este caso el proceso supone una implicación del sujeto en la elaboración del conocimiento desde la colaboración con los otros en un sistema de igualdad y de libertad. La condición es el compromiso con una tarea y una idea de educación y no con la superación de pruebas o herramientas de evaluación. 3.- Por último, el proceso de interpretación representa a su vez, un proceso de deconstrucción ideológica, teórica y práctica, por parte del alumnado, del que participa también el profesorado de la disciplina, haciendo explícita la forma como han ido interiorizando y comprendiendo la experiencia escolar. En términos caseros, el alumnado construye su propia teoría sobre el funcionamiento de la escuela, a partir de un proceso de reelaboración del conocimiento situado en relación al conocimiento histórico científico acumulado. Tal como lo expresamos en las clases, su pensamiento forma parte del proceso de construcción histórica del conocimiento, que entronca con las tradiciones previas, para lanzarse a nuevas interpretaciones con un sentido fundamentalmente experiencial. Estos 3 ejes, que de alguna forma actúan como principios de procedimiento de nuestro proyecto, constituyen, a nuestro modo de ver, un pilar importante para el futuro desarrollo profesional del alumnado, ya que les hace posible conocer y ser conscientes de los argumentos teórico – prácticos que constituyen el funcionamiento y el sentido de la escuela. Desde esta base deben ser capaces de reorientar su futura práctica profesional desde una posición crítica y reflexiva. En términos prácticos la propuesta la podemos estructurar de acuerdo al siguiente esquema: (Ver Figura)
CONSTRUCCIÓN CONCEPTUAL
PROCESO INTERPRETATIVO ¿CUÁL ES EL SENTIDO DE LA ESCUELA EN LA SOCIEDAD ACTUAL?
- Sistema ideologico - Modelos epistemológicos
- Sistema sociopolítico - Contexto socio – educativo
- Teorías
- Sistema escolar
- Conceptos
- Experiencia escolar
NARRATIVAS ESCOLARES (BIOGRAFÍAS) Se parte de las experiencias de las alumnas y alumnos en sus trayectorias escolares como hechos o acontecimientos a partir de los cuales inician la tarea de reflexión. Desde aquí se abren dos caminos que marchan simultáneos e interconectados. Por un lado hay una acción en torno a las biografías, en cuanto fenómeno, con una tarea continuada de reflexión y de reelaboración; por otro, se camina por la senda conceptual deconstruyendo
y
reconstruyendo
los
supuestos
teóricos
que
explican
los
acontecimientos narrados en las biografías. Y todo ello en torno a una cuestión central: ¿Cuál es el sentido de la escuela en la sociedad actual? Esta pregunta central ha ido cambiando con el tiempo e intenta ir respondiendo a los planteamientos propios del grupo y el modo como se cuestionan su realidad escolar. Desde la senda de la acción, que denominamos como “Proceso Interpretativo”1, los alumnos y las alumnas van avanzando paulatinamente sobre las biografías, transformándolas a partir de los avances en el proceso de comprensión, y elaborando respuestas sobre la pregunta central que se apoyan en los sucesos biográficos. En última instancia se pretende que el alumnado llegue, por este camino, a un juicio de valor, a una posición crítica, acerca de la realidad investigada. Lo cual entendemos que supone
asumir compromisos en torno al sentido de la escuela emanados de la reflexión sobre su propia experiencia; todo ello a la luz de las teorías y las herramientas conceptuales que les sitúan en las tradiciones académicas y científicas propias de la materia. Por tanto no se consigue sólo una adquisición de conocimientos, más o menos elaborados, sino fundamentalmente una toma de posición en torno a la escuela y su funcionamiento y un compromiso para su futuro profesional. Desde la senda conceptual2 el proceso intenta buscar explicaciones acerca de los fenómenos que aparecen en las biografías, desde las tradiciones científicas y académicas correspondientes y la toma de postura ante ellas. Por tanto, en un primer momento se pretende descubrir cuáles son los conceptos que están implicados en los registros biográficos. Conceptos que deben ser situados en los principios y teorías en los cuales estos conceptos entroncan y desde los que es posible entender y valorar su significado. Esto significa entrar en los modelos teóricos, en el contraste de teorías y marcos explicativos, en el desvelamiento de los significados profundos de estos conceptos, etc. En último lugar, estas teorías y principios se ubican dentro de marcos ideológicos y filosóficos precisos que suponen formas alternativas de entender la sociedad, el ser humano, el conocimiento, las relaciones entre las personas, la cultura, etc. Las cuales también es necesario conocer e interpretar. Por tanto la tarea de aprendizaje de los alumnos y alumnas consiste en un continuo ir y venir entre ambos caminos con el ánimo de poder dar respuesta a la pregunta central y sobre la que tendrán que adoptar una posición teórica, práctica e ideológica. El modo concreto de trabajar tendría varias fases: 1. Los alumnos y alumnas redactan sus biografías al comienzo de curso, desde su mero recuerdo: aquello que son capaces de rememorar como más significativo. Nos interesa la experiencia directa y cotidiana, y no la información que pueda ser inducida por nuestro interés a través de orientaciones o guías. 2. El alumnado trabaja en grupos con las biografías, lo cual constituye un tipo de agrupamiento usual a lo largo del curso. Los alumnos y alumnas configuran grupos de trabajo que serán la base de la reflexión y la construcción del conocimiento. Estos grupos se distribuyen entre el profesorado a cargo de la asignatura. De esta
1 Entendemos que el proceso de interpretación es de orden epistemológico, si bien queremos resaltar con esta denominación que no nos encontramos ante un mero análisis anecdótico sino a una continua interacción con el marco conceptual, único modo de acceder a la comprensión de los fenómenos.
forma el proceso de reflexión y construcción del conocimiento es posible desde un número más asequible y con más capacidad de participación. El grupo general sólo queda reservado para las aportaciones teóricas pertinentes que se van demandando en el proceso de trabajo con las biografías (CIDUA, 2005). 3. En estos grupos, los alumnos y alumnas inician un proceso de indagación y sistematización de la información. Se les pide, por tanto, en primer lugar, que contrasten sus biografías y que tematizen lo más relevante que encuentran en sus narraciones. Este listado de temas elaborado en cada grupo es puesto en común con los demás y se consensúa una lista única en cada uno de los grupos de trabajo. 4. Sobre esta primera lista se intentan elaborar interpretaciones globales sobre el sentido de la escuela que nos permitan afrontar la cuestión de “Qué es la escuela en la sociedad actual”. 5. La lista es sometida a un proceso de categorización a la luz de las interpretaciones hechas en el apartado anterior, sobre el significado de la escuela. Se trata de hacer un proceso de reducción de los temas en un número de categorías pequeño que nos permita estructurar un contenido para seguir trabajando. Cada una de estas categorías va a constituir un núcleo temático. 6. Cada núcleo temático va a ser analizado y trabajado en particular, extrayendo nueva información de las biografías, con la posibilidad de nuevas reelaboraciones y nuevas construcciones temáticas. Los alumnos y alumnas aportan sus experiencias, sobre las cuales se inicia el mismo proceso de análisis y reflexión descrito. 7. Cada alumno y alumna reescribe su biografía desde una perspectiva crítica a la luz de todas las explicaciones aportadas a lo largo de la dinámica. 8. Cada grupo, desde la aportación colectiva, intenta dar respuesta a la pregunta central elaborando un trabajo sobre la misma. De este modo se concluye la tarea, trabajando en esta secuencia esencialmente inductiva. Este procedimiento desarrolla nuestra idea de construcción de conocimiento, que rompe con el esquema tradicional de anteponer la teoría a la práctica. En nuestro caso entendemos que es justamente a través de los relatos, de la experiencia que en ellos se pone en evidencia, que se puede llegar a una teoría integrada, propia y con sentido, capaz de transformar las prácticas profesionales de nuestro alumnado. Proceso que,
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Entendida como un proceso de construcción desde las experiencias vividas y no solo como una presentación teórica.
como comentamos en otros trabajo (Rivas, Leite y Cortés, 2011), no está exento de dificultades
INVESTIGACIÓN Y ENSEÑANZA Este proceso de enseñanza que acabamos de presentar tiene un apoyo importante en el modo como la investigación está presentando el proceso de socialización profesional del profesorado. En nuestro caso se corresponde con sendas investigaciones vinculadas con el análisis de estas biografías escolares: “Bioescula, Estudio autobiográfico de la experiencia escolar” (Rivas et al, 2010) y “la Identidad profesional de los estudios de profesorado”, actualmente en vías de desarrollo. En ambas se ponen en juego estos relatos para producir nuevo conocimiento sobre la formación de los docentes. Estas investigaciones nos están aportando elementos para comprender el sentido de nuestra práctica de enseñanza en relación a la socialización y a la inserción profesional. El proceso de construcción de la identidad de los futuros docentes es un proceso dilatado en el tiempo, que se inicia desde los primeros pasos en la escuela infantil. El alumnado que llega a las facultades de educación presenta una variedad significativa de experiencias, de centros de diferentes tipo, de escenarios variados, de contextos sociales diferenciados… A lo largo de todos ellos se han ido desarrollando modelos de escuela que tienen en común ser parte del proyecto institucional de escuela en la modernidad occidental. Esto supone un aprendizaje adquirido desde la experiencia que ha ido configurando un sistema de pensamiento sobre la escuela en parte compartido y en parte peculiar. Entendemos que las diferencias son parte también del proceso de comprensión, que es necesario considerar, ya que en estas diferencias se enraízan las bases del sistema educativo. Podemos decir, por tanto, que tienen muy interiorizados comportamientos de lo que significa ser docente, criterios de cómo evaluar, concepciones de qué enseñar, qué actuaciones funcionan y cuáles no, qué es un alumno, etc. En 15 años de escolarización han atendido a diversos maestros y profesores de características variadas, lo cual supone, de hecho, de acuerdo a Knowles (2004, p. 119), un proceso de socialización profesional. La investigación educativa, cada vez más, considera que las biografías escolares tienen un peso significativo en los comportamientos y prácticas docentes en el aula.
La formación inicial, según este planteamiento, no tendría impacto en esta socialización, convirtiéndose, a lo sumo, en una formación académica a modo de contexto de justificación del docente, pero no en un contexto de actuación. Es comprensible que aquellas experiencias que se han vivido en primera persona, incluso que se han padecido, dejen una huella mucho más indeleble que los discursos teóricos que no suelen tener reflejo en la vida cotidiana de los estudiantes; huellas que han quedado definidas por la plasticidad de las vivencias y de las imágenes, así como por la incidencia de las actuaciones docentes en la vida, intereses y conformación de las identidades del alumnado. Investigación y formación, por tanto, deberían ponerse al servicio del futuro profesional, de forma que se establezca, tal como decíamos al principio del trabajo, un vínculo entre ambas. En este mismo sentido Berliner (2000) ha afirmado “que se ha prestado poca atención al desarrollo de aspectos evolutivos del proceso de aprender a enseñar, desde la formación inicial, a la inserción y a la formación continua” (p. 370). Esta separación entre ambos mundos, unido a una cultura social que prestigia poco la profesión de maestro, lleva a un determinado conjunto de supuestos dados, de “leyendas” o “mitos” establecidos, que perviven en los diferentes contextos escolares y sociales. Por ello es más que oportuno determinar las razones por las que se ha producido y se sigue produciendo esta fractura entre formación inicial y formación permanente, donde las interacciones, escasas, se deben a gestos de buena voluntad por una y otra parte, pero sin que haya una relación institucional consistente, ni tampoco finalidades compartidas. Incluso se podría afirmar que las concepciones y planteamientos son divergentes en no pocas ocasiones.
CONCLUSIONES Básicamente podemos hablar de 5 ideas que sintetizan el valor de las biografías en los procesos de formación del profesorado, visto como un proceso de indagación e investigación sobre la experiencia escolar: •
Se producen avances en la comprensión de la experiencia escolar y el sentido de la escuela como institución afincada en un momento histórico, social y político particular. El alumnado no reproduce teorías establecidas sino que es capaz de elaborar una posición propia acerca de la misma.
•
Se produce un incremento significativo de la capacidad interpretativa del alumnado, conjuntamente con los docentes, ya que las teorías que se desarrollan
son puestas siempre en cuestión en la confrontación con las tradiciones académicas vigentes. De este modo se adquieren más elementos para afrontar los procesos de comprensión de la realidad escolar. •
El hecho de compartir los relatos nos permite contar con un repertorio experiencial más rico, que abre las posibilidades interpretativas y de comprensión. Las diferencias en estas experiencias, las distintas trayectorias vividas, permite ir ampliando la mirada sobre la escuela, construyendo una visión más holística. Como antes decíamos, las diferencias, más que las semejanzas, son las que nos permite lograr una comprensión más profunda.
•
Poner en juego la experiencia, necesariamente conlleva cambios en la vida de los sujetos, en la medida en que la reflexión sobre sí mismo, es la única posibilidad de transformar la propia realidad.
•
Por último, conlleva un cambio moral, ya que modifica los puntos de referencia sobre los que construimos los valores y los proyectos sociales y políticos. Escuchar la historia del otro, o de los otros, atender a sus procesos, intentar construir una comprensión compartida (que no única) sobre la escuela, cambia nuestro sistema de valores y nos ayuda a desarrollas pautas más solidarias.
REFERENCIAS BERLINER, D. C. (2000). In Porsuit of the Expert Pedagoge. Educational Researcher. 15 (7), pp. 5-13. CONLE, C. (2003). An Anatomy of Narrative Curricula. Educational Researcher, 32(3), 3-15. CIDUA (2005). Informe de la comisión para la innovación de la docencia en las universidades andaluzas (CIDUA). Dirección General de Universidades, Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. http://www.uma.es/eees/ KNOWLES, J. G. (2004). Modelos para la comprensión de las biografías del profesorado en formación y en sus primeros años de docencia. Ilustraciones a partid de estudios de caso, en GOODSON, I. F. (ed.). Historias de vida del profesorado. Barcelona: Octaedro, pp. 149-205 RIVAS, J. I. y LEITE, A. E. (2003). Cultura Institucional y Función social de la universidad. Propuestas de Cambio. En: PROYECTO ANDALUZ DE FORMACIÓN DEL PROFESORADO UNIVERSITARIO: Materiales de
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