Análisis personal de El Conde de Montecristo - Fran Kapilla

ANÁLISIS PERSONAL DE EL CONDE DE MONTECRISTO Fran Kapilla Este ensayo puede leerse completo y descargarse en la página web www.frankapilla.com siendo...

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ANÁLISIS PERSONAL DE EL CONDE DE MONTECRISTO Fran Kapilla

Este ensayo puede leerse completo y descargarse en la página web www.frankapilla.com siendo una valoración subjetiva sobre el libro de Alexander Dumas. El autor de éste análisis, Fran Kapilla, deja completamente a disposición de quien quiera usar este contenido con fines culturales, pidiendo la mención del autor si fuese oportuno. Junio de 2015.

1 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

ÍNDICE 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.

Introducción Una valoración personal La justicia de Montecristo Los límites de su venganza La política de la novela La fortuna de Montecristo La venganza Los personajes Conclusiones

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I ) INTRODUCCIÓN “Un día y en un momento de desesperación igual al tuyo, me conducía a una idéntica resolución: acabar con mi vida. También un día, tu padre, desesperado, quiso hacerlo igualmente. Si hubiesen dicho a tu padre en el momento que se apoyaba el cañón de la pistola contra la frente, si me hubiesen dicho a mí cuando tiraba lejos el pan de prisionero que hacía días que no comía, si a los dos nos hubieran dicho en aquel momento supremos: ¡vivid! porque vendrá un día en que bendigáis la vida. Fuera quien fuera el que nos hubiera dicho eso, lo hubiéramos recibido con la sonrisa de la duda y la angustia de la incredulidad, y sin embargo, ¡cuántas veces tu padre, abrazándote, bendijo la vida!”

No suelo escribir comentarios ni mucho menos ensayos sobre literatura porque mi principal ocupación es el cine. Con lo cual puedo definir este ensayo como algo poco habitual en mí. Sin embargo, hay algo que me mueve a plantear mis ideas de una forma pública, es un impulso, casi obligación de compartir mi valoración sobre este libro, que lo considero magnífico y extraordinario. Además de indicar todo lo que me ha gustado, también quiero mencionar que contiene una riqueza literaria muy beneficiosa para quienes escriben guiones y hacen cine, con lo cual intentaré analizar como lector y como cineasta. Espero no cometer errores sobre los personajes, porque las líneas parentales y las relaciones son abundantes y complejas en el libro. Tampoco se realmente el alcance y magnitud de los estudios que se habrán hecho sobre este libro; han pasado más de ciento setenta años desde su publicación, así que daré por sentado que mi ensayo es una gota más en un mar de comentarios ultradetallados sobre El Conde de Montecristo. Sin embargo, espero por lo menos, poner en orden mis teorías y animar a la lectura (aunque ya lo hayáis leído). El día que acabé de leer El Conde de Montecristo, busqué en internet algunas opiniones del libro y encontré cientos de comentarios abrumadoramente épicos. Expresiones como “es una maravilla”, “no he leído nada así en mi vida”, “es el mejor libro que he leído en mi vida”, etc, son ideas que comparto totalmente. No podría afirmar que es la mejor novela de mi vida porque es algo 3 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

muy difícil de decir, pero si que puedo afirmar que está en ese pequeño pódium de los que más me han gustado. Comprendí que muchísima gente había sentido lo mismo que yo con este libro. En estos meses, cuando le he dicho a alguien que estaba leyendo este tomo, si conocían algo de él, sus reacciones eran curiosas. Recuerdo las palabras de mis amigos Antonio Jiménez González y Eduardo Duro, se me quedaron mirando y tras unos segundos de silencio balbuceron algo como: “...uff eso si que es...” “...sí, eso es... tela...”, mientras movían la mano y daban a entender la calidad auténtica. También mi amigo Enrique Muñoz es un lector habitual que ha dado varios repasos al libro. Por supuesto, mi padre, que además conociendo a un Montecristo más cercano en lengua, leído en francés, es seguidor absoluto de la obra de Dumas en general. Supongo que durante mi camino encontraré a más gente que compartiremos este pequeño tesoro. Quiero confesar que cuando estaba llegando al último capítulo, un emocionante sentimiento de alegría, descanso y nostalgia empezaba a apoderarse de mí. La despedidas finales de algunos personajes, el recuentro inesperado de otros, la vista atrás hacia el pasado, la nostalgia, las palabras filosóficas finales. Un epílogo final que no deja indiferente a cualquiera que haya disfrutado el libro y haya sentido las vidas de sus personajes.

He disfrutado la novela muchísimo. Años atrás, nunca tuve la atracción para leerlo, puesto que habiendo visto un par de películas adaptadas y un par de series consideré que El Conde de Montecristo era uno de esos libros aburridos y tediosos escritos en un lenguaje rebuscado y doblemente aburrido de otra época. Estaba equivocado. Acababa de leerme Los tres mosqueteros también del maestro Dumas, y me animé a leerme el primer capítulo de Montecristo en un tomo que era de mi 4 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

hermana. Los tres mosqueteros están muy bien, pero El Conde de Montecristo es excelente. Las primeras páginas fueran lentas e inconstantes, de vez en cuando, cada cuatro o cinco días, leía un poco. E incluso en cierta ocasión lo dejé dos meses colgado, es decir, estuve a apunto de devolverlo a la biblioteca por siempre jamás. Sin embargo en cuanto pasé los primeros capítulos sobre las acusaciones que les hacían a Edmond Dantès y llegué al momento que lo encierran en la prisión, me enganché totalmente. Entonces comencé a leerlo diariamente, casi siempre antes de dormir, o si tenía que esperar a alguien en la calle, aprovechaba para avanzar unos párrafos más.

Es una obra larga, creo que son mil cuatrocientas páginas (y digo creo) porque el primer tomo lo leí en papel físico y el segundo tomo lo leí en e-book, además ambos de editoriales diferentes. Para el e-book, que contiene otro formato y tamaño me decía que tenía 3164 páginas o lo que es lo mismo, 3164 pantallitas de seis pulgadas, pero la gente de internet comenta que a tamaño de papel grande son unas 1100 o 1400 según edición. Es igual, es una obra larga y además, con unas descripciones muy detalladas. No digo que sea un lenguaje aburrido como pensaba tiempo atrás, pero si que contiene ese estilo decimonónico de describir extensamente las cosas. Descripciones largas y meticulosas, pero atención porque aquí radica un fuerte de la obra. Cuando comencé a ver esas enormes descripciones se me pasó por la mente saltar fragmentos (menos mal que no lo hice), ya que a veces cuenta sub-historias que en apariencia no tienen mucho que ver, como la adolescencia de Luigi Vampa, los monumentos de Roma, los detalles 5 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

de la mar, etc. Armándome de valor, me propuse leerlo íntegramente, cada palabra una por una, sin prisas, disfrutando cada una de las historias que Dumas cuenta. Y eso lo he agradecido mucho porque además de disfrutar el libro durante meses, al final todas las historias que cuentan tienen relación con los hechos finales y se cierran multitud de líneas argumentales a las que se les ve la lógica. Es un libro interesante a niveles extraordinarios, engancha y te hace pensar a menudo en los personajes durante la época de lectura. Es una novela para no tener prisas en llegar a las resoluciones, sino en disfrutar cada momento, cada interesante diálogo y las reacciones ante los acontecimientos. El Conde de Montecristo es un compendio de emociones humanas, buenas y malas: sufrimiento, dolor, incomprensión, rabia contenida, venganza, traición, miedo... y por otro lado: alegría, optimismo, amor, esperanza, amistad, honestidad, etc. Recomiendo muchísimo la lectura para todos, tanto para los que les haya gustado la versión de cine, como para los que no conozcan nada esta obra o incluso para los que como yo, tenían sus dudas por el libro. Para terminar esta introducción tan mía, voy a incluir unos datos enciclopédicos un poco más objetivos. Los copio directamente de diversas fuentes, son muy fáciles de buscar por internet pero voy a copiar estrictamente lo más interesante, con lo cual el lector puede tener una idea más cercana acerca de Alexadre Dumas, sus libros, las fechas de publicación, etc. Unos datos extraídos directamente de internet... El conde de Montecristo (Le comte de Monte-Cristo), 1844 y 1845, de Alexandre Dumas padre y Auguste Maquet. Esta obra se suele considerar como el mejor trabajo de Dumas, y a menudo se incluye en las listas de las mejores novelas de todos los tiempos. El libro fue publicado en una serie de 18 partes durante los dos años siguientes. La historia tiene lugar en Francia, Italia y varias islas del Mediterráneo durante los hechos históricos de 1814–1838 (Los Cien Días del gobierno de Napoleón I, el reinado de Luis XVIII de Francia, de Carlos X de Francia y el reinado de Luis Felipe I de Francia). Trata sobre todo los temas de la justicia, la venganza, la piedad y el perdón y está contada en el estilo de una historia de aventuras. Dumas obtuvo la idea principal de una historia real que encontró en las memorias de un hombre llamado Jacques Peuchet. Peuchet contaba la 6 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

historia de un zapatero llamado François Picaud que vivía en París en 1807. Picaud se comprometió con una mujer rica, pero cuatro amigos celosos le acusaron falsamente de ser un espía de Inglaterra. Fue encarcelado durante siete años. Durante su encarcelamiento, un compañero de prisión moribundo le legó un tesoro escondido en Milán. Cuando Picaud fue liberado en 1814, tomó posesión del tesoro, volvió bajo otro nombre a París y dedicó diez años a trazar su exitosa venganza contra sus antiguos amigos. Dumas fue un escritor prolífico, aunque, para atender a la creciente demanda del público, tuvo que recurrir a la ayuda notoria de ‘colaboradores’, entre los que destacó Auguste Maquet (1839-1851), quien intervino en la confección de varias de sus novelas, entre ellas Los tres mosqueteros (1844) y El Conde de Montecristo (1845). La discusión en torno a este tema ha concluido gracias la aparición de las notas en las que, de manera autógrafa, consta que fue él quien encontró las Memorias de D´Artagnan, obra de Gatien Courtilz de Sandras (editada por Emecé en 1961), base argumental de su famosa novela. Así, mientras Auguste Maquet investigó el trasfondo histórico de la trama, fue Alejandro Dumas el encargado de darle forma narrada. Maquet publicaría poco después su propia versión, pero tanto ésta como la de Gatien no han llegado a la trascendencia literaria de la obra de Alejandro Dumas, la cual es muy ágil y divertida. El Conde de Montecristo fue publicado originalmente en Journal Des Débats en dieciocho partes. La publicación funcionó del 28 de agosto de 1844 hasta el 15 de enero de 1846. Primero fue publicado en París por Pétion en 18 volúmenes (1844-5). Las versiones completas de la novela en el francés original fueron publicadas durante el siglo XIX.

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II ) UN ANÁLISIS PERSONAL “Todo es relativo, querido amigo, desde el rey, que estorba a su futuro sucesor, hasta el empleado, que estorba a su supernumerario. Si el rey muere, el sucesor hereda una corona; si el empleado muere, el supernumerario hereda su sueldo (...) así en lo más alto como en lo más bajo de la escala social, se agrupa constantemente un mundo entero de intereses, con sus torbellinos y sus átomos”

A partir de aquí voy a analizar en profundidad y de una forma personal, por lo cual aconsejo a quien no haya leído el libro que postergue esta parte para no revelar el final y los detalles. Después que acabéis el libro, podéis regresar a esta web, y seguir mirando estas líneas que os comparto. Creo que es muy difícil comentar el libro sin dar spoiler que tanto pueden molestar a los que no conozcan esta trama. Por eso, vamos a suponer que los siguientes párrafos están enfocados entre personas que quieren comentar el libro tras leerlo. Avisados pues, pasaré a comentar (siempre de una forma personal mía) las motivaciones morales de la venganza de Edmond Dantès. El primer punto que quiero tocar en este análisis personal es “la modernidad” de la novela. Aunque está escrita en 1844, toca un tema universal que es aplicable a día de hoy. La injusticia, en el mundo actual, sigue siendo (desgraciadamente) algo que afecta a las personas y los sentimientos de justicia (afortunadamente) perviven en el interior de cualquier corazón sincero. Sin embargo, parte del secreto de la modernidad de este libro, forjado en mitad del siglo XIX (hago incapié en ello), están en un punto muy especial: la dignidad bien entendida. A diferencia de otras novelas de la época (y casi diría que muchas posteriores), en Montecristo no existe un falso y patético sentimiento de orgullo construido frívolamente. El Conde de Montecristo no es un señorito orgulloso que quiera lavar sus ofensas, no. Repito que no hay frivolidad. En todo caso, Edmond es un pobre diablo al que nadie le importa que tras haber pasado mil calamidades injustas ve la oportunidad de ofrecer un “justo castigo” a sus enemigos. Pongo como ejemplo las motivaciones de Benedetto en “La mano del 8 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

muerto” (la continuación no oficial del libro, escrito por Possolo Hogan en 1854. Un libro que no me gusta nada y que considero horrendo del que hablaré más adelante. En fin, el tal Benedetto quiere culminar una venganza absurda por un juramento a un padre del que casi ni conocía simplemente por los votos de la dignidad tan absurdos que los nobles de la época solían hacer en sus reuniones frívolas. Por eso, cuando se lee el original Conde de Montecristo, nos sumergimos en una novela atemporal, moderna eternamente. Edmond ha jurado vengarse porque ha sufrido en sus propias carnes lo indecible, porque quiere hacer una justicia del que se siente instrumento de Dios para ello... pero como sabemos, Edmond llega a perdonar, a plantearse sus dudas sobre sus actos. “Al intentar matar al joven marino que no le pedía nada a nadie, hicieron nacer al vengador que viene a pedirles cuentas.” También en la personalidad del resto de nombres que figuran en la novela, vemos unas actitudes muy modernas. Lo fácil es mantenerse en el patrón de la normalidad del París en el siglo XIX, tal como lo podríamos ver en otras novelas o en los arquetipos de algunas películas. Sin embargo Dumas da una primera capa de “normalidad” para añadir rasgos íntimos en sus personajes, manías, vicios, gustos, posesiones curiosas, carestías interesantes, relaciones amorosas, ideologías secretas. Así, detrás de esa primera capa de opulencia y normalidad, en esta obra podemos encontrar un submundo más íntimo. Amistades sinceras, asesinatos, corrupción, pasiones secretas, lesbianismo (entendido como un tabú en su época y por lo tanto encubierto), robos, mentiras, etc. Y por último, el tema tecnológico también es interesante de analizar. En la obra vemos que la prensa diaria actúa como el quinto poder que es hoy día. La rapidez en las comunicaciones telegráficas sirven para los planes bancarios de Montecristo y para atrapar a Benedetto por la policía de cada localidad al que se notifica. En el sistema de transportes, aunque no existía el motor de explosión ni mucho menos los desplazamientos por aire, vemos una sofisticación con mucho detalle siempre mediante el tiro de caballos por tierra y de la vela y aspas en mar. Carros de muchos tipos, fragatas, veleros, vapores, etc. En los avances científicos también destaco el estudio médico que Montecristo cita a veces. Pese a estar lejos del conocimiento actual en el campo médico, en ningún momento atribuye 9 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

propiedades mágicas a las cosas, no se hablan de espíritus ni fuerzas extrañas, siempre se habla de sustancias químicas. Esa lógica es la que hace que Montecristo pueda convertirse en un conocedor de la medicina, de los venenos, que ha estudiado durante años por países lejanos. Gracias a su fortuna ha leído libros exclusivos y ha hablado con sabios desconocidos, en esta ficción cabe la posibilidad que el Conde tenga sus conocimientos gracias a la mente y los rescursos económicos. En este sentido, se trata de una visión científica moderna, lejos de los tiempos antíguos donde pesaban mucho las figuras fantasmagóricas. Otro elemento que hacen de esta novela algo especial es la evolución de los personajes. Tanto el protagonista como los secundarios van cambiando según las circunstancias que les rodean, según sus edades, según las problemáticas del entorno, etc. En ese aspecto, “El conde de Montecristo” se despega de las novelas de viejo corte donde el héroe era de una determinada manera desde el inicio hasta el final; y este tipo de novela antigua se viene repitiendo desde la antigüedad hasta el día de hoy, donde por desgracia, la calidad argumental hay que buscarla a fondo. Edmond comienza siendo un joven humilde y sonriente; en prisión pasa por todo tipo de desesperaciones, blasfemia contra Dios, locura, odio y aceptación de su tráfico destino en prisión. Cuando está fuera, también evoluciona por otras líneas; el resto de personajes igualmente, pero de una forma menos radical, experimentan cambios en sus vidas y sus formas de pensar. La novela también es moderna porque es el origen de muchas variantes que a priori no parece que tengan nada que ver. Pero pensemos un poco... ¿Superhéroes del cómic? Millonarios que quieren hacer su justicia mediante inventos y planes fuera de la ley... ¿Justicieros de otras novelas y del cine? Personas que después de haberlos pasado mal, consiguen grandes recursos y que se disfrazan para ayudar a los desvalidos y castigar a los malvados. Los ejemplos serían muchísimos y la repercusión en multitud de obras, héroes, argumentos similares, etc. Sin embargo, ningunos con la fuerza, con la personalidad, con la humanidad, con la intensidad de Montecristo. Cuando se ha leído este libro, el resto de argumentos y perfiles, son meras sombras; para matar el tiempo nada más.

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III) LA JUSTICIA DE MONTECRISTO “No es la existencia la que lamento perder, es la ruina de mis proyectos combinados con tanto trabajo, llevados a cabo con tanta constancia. La Providencia que yo creía que les favorecía, les es contraria...”

Edmond considera que sus actos no son parte de una venganza cruel y sádica. No pretende hacerles daño de un modo vulgar y soez, sino que quiere que su venganza sea como la justicia divina. Tal vez esto es lo que más me gusta del libro. Dicha justicia va a administrarla como un castigo ejemplar, sumamente estudiado; a cada uno de los que le hicieron daño en el pasado. Para ello no los ataca directamente, ni se precipita a devolverles un mal, nada de eso, su justicia es muchísimo más refinada. Edmond pasa muchísimos años investigando a sus malhechores y los ataca justo allí donde ve que han cometido faltas. Es decir, saca a la luz el hijo secreto de Villefort, saca a la luz la traición militar cobarde de Morcef, arruina al banquero Danglars estropeando sus corruptos planes económicos. Así que en este sentido, aunque siempre se habla de venganza, no es más que una justicia administrada por él mismo.

IV) LOS LÍMITES DE SU VENGANZA “¿Creeríais suficiente la reparación que os concede la sociedad porque el hierro de la guillotina ha pasado entre la base del occipital y los músculos trapecios del cuello, y porque aquel que os ha hecho sentir años de sufrimientos morales ha experimentado algunos segundos de dolores físicos...? la justicia humana es tan insuficiente como consoladora.”

Algunos críticos de la novela que he leído por internet, califican los actos de Montecristo como de extrema locura, de pérdida de humanidad y que en muchos sentidos rebasó los límites de su propia venganza. Yo no estoy de acuerdo y os explico porqué. En el propio libro, hay un momento, cuando Montecristo ve que el pequeño Edouard ha fallecido, se plantea si lo que está haciendo está bien o mal; el personaje se viene abajo moralmente y Dumas escribe explícitamente que Montecristo había rebasado unos límites... Pero atención... porque al final del 12 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

libro, y tras la muerte del pequeño Edouard, como he manifestado, Montecristo vuelve a visitar (como turista) la prisión de If. En ese capítulo se dan unos actos filosófico-simbólico que hay que saber ver. En la pared de su vieja celda ve una escritura: “Dios mío, conservarme la memoria”. Fue escrito en la pared por el joven Edmond preso en sus días que creía enloquecer. Sin embargo Montecristo lo toma como un mensaje desde el pasado: “No olvides”. Y después, en la celda del abate de Faria, justo cuando pide una señal sobre si ha obrado bien o mal, lee unas líneas del anciano: “Lucha contra el león y el dragón, pero quitales sus colmillos y sus garras”. Estos mensajes reafirman las convicciones de Montecristo totalmente. El lector debe de caer en la cuenta, aunque no lo remache Dumas, que el protagonista ha hecho eso: les ha quitado las garras y los colmillos a sus enemigos; o sea, que los ha desprovisto de sus armas y su poder, pero no los ha asesinado. Unos han sucumbido ante la deshonra, otros a la locura, otros a la pobreza; pero ninguno ha sufrido en la misma medida que lo hizo el joven Edmond. Por lo cual, además de haberles dado un justo castigo, se pone de manifiesto que también los perdona. Es más, recordemos los días de su desesperación, como prisionero. Jura que matará a sus malhechores si un día sale, pero el sabio Faria le dice que no hará tal cosa. Le conmina a convertirse en un hombre de mundo, inteligente y piadoso. Con lo cual, la primera premisa se cumple. Edmond no se presenta en París para hacer de asesino; matarlos sería sencillo a la vez que cruel. Edmond quiere “vengarse” (término quizá desajustado) de un modo sutil, donde les mostrará qué es perder lo que más duele, siempre por supuesto haciéndoles ver que lo que van a sufrir es muchísimo menor que lo que sufrió él.

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V) LA POLÍTICA EN LA NOVELA No hablar de política en este libro es cerrar los ojos ante un tema importante. Mucha gente con la que hablo, que leyeron el libro en su juventud no entendieron del todo este apartado que paso a explicar. En la novela encontraremos personajes que durante toda la obra, desde la primera página hasta casi la última, hacen alusiones a sus ideologías opuestas. Además, es una lucha que se alarga décadas y a través de multitud de personajes, o sea, que no es una cosa ni pasajera ni casual, Dumas hizo hincapié en ello. Encontraremos unos polos opuestos fundamentalmente (aunque luego veremos que la diversidad puede llegar a ser tanta como casi actualmente): están, básicamente, los monárquicos y los bonapartistas. Dumas, aparentemente, se mantiene en el centro, igual que Montecristo. No da a entender él mismo sea más simpatizante de la corona o de la república. Por un lado, sabemos que Dumas mira con cierta simpatía y curiosidad a las épocas monárquicas antiguas (no olvidemos que fue autor de muchas obras basadas en esas épocas del Antiguo Régimen absolutista), en parte por ese gusto a la historia y en parte porque tras la abdicación de Napoleón, Francia fue restituida con la Monarquía durante algunas décadas. Adentrarse en la política francesa desde la Revolución de 1789 hasta la época de Dumas es un puzzle lleno de piececitas que hay que estudiar al detalle para no perder la lógica. Quien me conozca, sabrá que estudié la carrera de historia antes de hacer cine, con lo cual ya podéis imaginaros lo que me gustan estas reflexiones. “-Dejo a cada cual en su puesto: a Robespierre en la plaza de Luis XV sobre el cadalso; a Napoleón, en la plaza de Vendôme sobre su columna; con la diferencia de que el uno ha creado la igualdad que destruye; el otro, la igualdad que eleva; el uno ha puesto a los reyes al nivel de la guillotina; el otro ha elevado al pueblo al nivel del trono. Pero eso no impide que los dos sean unos infames revolucionarios (...) -¿Sabéis, Víllefort, que lo que estáis diciendo presenta un matiz algo revolucionario? Pero os perdono: le es imposible a un hijo de un girondino no conservar cierto apego al terror.”

Centrémonos en esa época, la de 1838-1844. Si analizamos fríamente, 1838 es cuando transcurre la historia de Montecristo en París, que tiene en común con la 14 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

época real de Dumas (1844 al escribir el libro) en que el rey Luis Felipe I lleva varios años constituido en el gobierno; con lo cual sospecho que Dumas se basa en su propia realidad para enmarcar la realidad de Montecristo. En esa época, aún pervivía una amalgama de ideologías que vienen sobreviviendo desde la Revolución Francesa (siendo la monarquía una idea que también viene de antiguo). Y como bien sabemos, hay muchos tipos de revolucionarios como se vio en los famosos Comités Revolucionarios, siendo los bonapartistas una parte de ellos. Las diferencias pueden ser sutiles pero suficientes para situar las ideologías y los poderes regentes. Una vez explicado este contexto de convulsiones políticas en esos cincuenta años desde la revolución, paso a explicar mis visiones sobre este tema entorno a Edmond. La novela comienza en el año 1815, fecha de prisión para Edmond, y hasta su liberación en 1829. Con lo cual, Edmond que ha estado catorce años en prisión ha perdido todas las noticias políticas de su país. De los cambios en el trono de Luís XVIII, de la toma del Estado por Napoleón I en 1824 con su “Gobierno de los Cien días” ; de la vuelta de la corona en 1830 por Carlos X; y tampoco sabe de su sucesor, Luis Felipe I, que ya no era un rey reinante valga la redundancia. Luis Felipe I era un rey con muchos problemas políticos alrededor. Había una enorme crisis en Francia y la actitud de este rey propició el ambiente para un enfado general de la burguesía francesa. En 1848 y tras una insurrección popular en París, se apartó a este Rey y se instauró la Segunda República Francesa. Continúo, sin perder el hilo. Como dije, Edmond está en prisión mientras ocurren gran parte de esos acontecimientos. Cuando Montecristo se presenta en París estamos en 1838; reina Luis Felipe I. Montecristo no ha vivido todos esos cambios políticos ni se siente identificado con ninguno. Ha aprendido que los reyes en Asia y Oriente tienen el poder de dioses, con decisión de vida y muerte en el acto, pero que contrariamente a lo que se pueda temer de ellos, la sabiduría oriental les otorga una filosofía de vida contundente y lógica. Piedad o castigo de unas formas que no se conocen en Europa; el conde cuenta ciertos hechos de torturas extranjeras, lecciones de política cotidiana en su vida con el asombro de los que le escuchan en París. Y entre estas lejanas referencias, Montecristo se ha cultivado su personalidad, gracias a su nueva fortuna; parece que es amigo de los reyes de oriente (como los herederos del Bajá de Janina) y hasta de los bandidos más peligrosos (como la banda de Luigi Vampa). 15 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

Dumas deja así bien claro su posición neutral y más que neutral, indiferente, del Conde de Montecristo hacia el gobierno que encuentra en Francia. Montecristo aprende a vivir en la sociedad francesa, sus trucos, sus políticas y sus leyes; pero no para cumplirlas sino para contratar a aquellos que le puedan servir en llegar a hasta sus planes. Sin embargo, observemos otros detalles: Dumas escribió la novela en 1844/1845, tres años antes de la caída de Luis Felipe en la famosa insurrección multitudinaria (las famosas barricadas de 1848), y Montecristo es situado en 1838 con el mismo gobierno. Creo no equivocarme mucho si Dumas critica a la monarquía de una forma sutil (igual que el enfado general que tenían todos hacia el final del Luis Felipe) a través de sus personajes. Montecristo pone de manifiesto algunas cosas absurdas que encuentra en las leyes europeas en comparación a otros países exóticos; el viejo Noirtier y Morrel padre fueron bonapartistas, estos personajes se presentan como totalmente honrados y fiables, igual que Maximilien y su novia Valentine que están fuera de toda política. Por otro lado, al comienzo del libro, Edmond es acusado de bonapartista sin él saberlo ni pretenderlo, así que también de alguna manera se ve que lo juzgan por algo que no quiso. Y luego están los seguidores del monarca como Franz d'Epinay y su padre, que se descubre que murió en un duelo a espada contra el entonces joven Noirtier. Pero Dumas va más lejos y varias veces hace que el padre de Epinay cometa actos maleducados y poco honrosos por (en palabras del personaje) defender su ideal monárquico. También está Villefort, que es personaje frío y repelente, muy seguidor de la monarquía hasta un nivel repulsivo porque quiere “lavar su mancha” de haber sido hijo de un bonapartista. Si tomamos, como dije antes, que la misma realidad de Dumas (1844) es la de Montecristo (1838), el novelista está poniendo de manifiesto de un modo bastante claro que todas las ideas bonapartistas de antaño le parecían dignas y que la monarquía actual le parecía algo artificial y sin honor. O que quizá toda la grandeza de las antiguas monarquías absolutistas de épocas pasadas no tenían nada que ver con la bajeza corrupta de la monarquía de Luis Felipe I, como por ejemplo el escándalo ocurrido con la galería de joyas del Louvre, confiscadas y vendidas al extranjero por y para el bolsillo personal del rey. Aunque vuelvo a repetir que en ningún momento, Dumas se manifiesta expresamente y abiertamente en su narración. Es siempre a través de sus personajes. En mi opinión, Dumas aleja a los héroes de la monarquía y acerca a los enemigos. ¿Sería una premonición ante lo que ocurría en 1848? 16 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

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VI) LA FORTUNA DE MONTECRISTO “Tranquilizaos, que no estoy loco. Este tesoro existe, Dantés, y ya que no he podido poseerlo, vos lo poseeréis. Nadie quiso escucharme ni creerme, teniéndome por loco, pero vos que debéis saber que no lo soy, me creeréis después de lo que voy a deciros. Escuchadme...”

Como dije antes, Edmond es un personaje que evoluciona muchísimo. Desde el joven marinero jovial, pasando por el preso loco hasta el noble millonario que todo lo sabe y a quien todos respetan. La libertad de Edmond, más su tesoro lo convierten en un hombre temido y poderoso. La sabiduría excepciona que el abate de Faria inculcó al joven, más (repito) la enormidad fastuosa de un tesoro incalculable dan al joven la posibilidad de realizar todos sus sueños. Viajar a donde quiera, vestir como quiera, hacer lo que quiera allá donde esté. Decora cuevas como si fuesen palacios en su interior. Llega a París y compra varias casas y castillos (para culminar sus planes) sin importarles su precio. Mantiene continuamente una red de postillones para viajar, en cualquier momento que le plazca, cambiando de caballos y carros desde París a cualquier país. ¿A cuanto asciende el tesoro? El Conde solamente dice una vez el final que posee más de cien millones de francos solamente en joyas; sin embargo creemos que su valor debiera ser incalculable porque además de diamantes, rubíes, zafiros, oro, plata, coronas, anillos, también había reliquias históricas pertenecientes a los reyes Italianos del pasado. El viejo abate de Faria cuando habla de su tesoro a los carceleros, les ofrece cinco millones de francos, una cantidad enorme, sin embargo ni siquiera el abate sabía la desproporcionada suma a la que ascendía dicho tesoro. Supongo que el abate no tuvo tiempo a tasarlo y contarlo como hizo Edmond. Faria accedió a libros y pergaminos ocultos en casa de un Cardenal rico italiano. Con su maravillosa mente, descubrió en secreto que en años pasados, el paradero de un botín de los negocios 18 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

turbulentos del Papa César Borgia y otros nobles italianos para realzar su poder en Italia y combatir a Luís XIII de Francia. Unas coordenadas poéticamente encriptadas en unas palabras de un pergamino, que Faria había descifrado, hablan de este tesoro en las profundas paredes de la isla de Montecristo. Es el legado que le deja a Edmond. Quiero resaltar el momento en que Edmond, tras su éxito de fuga, busca su tesoro. Una vez llega a la isla de Montecristo, y cuando localiza la entrada tapada de la cueva, tiene un lugar una angustiosa excavación por parte del hombre. Exhausto, escuálido, pobre, mal-vestido, perseguido por la justicia, sin recursos, sin herramientas, sin comida, sin bebida y casi ya sin esperanzas... se ve sólo dentro de la cueva. Hay un momento épico, donde Dantès pierde las esperanzas si ese tesoro existe o si todo era fruto de la mente senil del abate. Montecristo, está en la oscuridad, agotado y llorando; se encuentra con la realidad aplastante de su situación. En ese momento, el destino lo pone a prueba una última vez. De repente se asoma por la cueva una cabra. Edmond tiene el tiempo justo para decidirse, levantar su fusil, disparar y perseguir a su presa herida, así comería ese día. Sin embargo, Edmond decide seguir hasta el final hasta una muerte irremediable o hasta encontrar el tesoro. Comienza a remover el suelo en vez de las paredes... y aparece su premio, lo que cambia su vida. Cuando Edmond encuentra su enorme tesoro, dedica su fortuna a tres cosas que paso a explicar: · Primero, instruirse: Quiere ser una persona formada con una red de contactos importante. El conocimiento se lo dio el abate de Faria, enseñándole ciencia, letras, idiomas, etc. Edmond busca las relaciones comerciales, la sabiduría lejana, la sabiduría oculta, los secretos de Estado, etc. Edmond se convierte en Simbad el Marino, es su primer apodo. Simbad el Marino es un aventurero que surca los mares con un barco enorme, con miles de sirvientes pagados que están a sus órdenes día y noche en tierra, en mar, en gobiernos, en palacios, etc. · Segundo, ayudar de los que se compadece. Edmond siempre tiene en mente realizar su venganza, pero por el camino va ayudando a aquellos que considera que son buenas personas. Suele dar generosas propinas que sorprenden a los que como, repito, considera que son de buen 19 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

corazón. Aún con el nombre de Simbad el Marino, se recorre las costas de Marsella, como un rico comerciante marino y también disfrazado del banquero Lord Wilmore. El acto más notable que realiza antes de ir a París es ayudar a la familia Morrel. Morrel padre está casi arruinado, ha perdido todo su capital y todos sus barcos. Cuando le anuncian que su último y mejor barco “El Faraón” ha naufragado, no le queda más remedio que suicidarse de un disparo para lavar el deshonor y poder dar la oportunidad a su hijo de seguir negociando desde cero. Sin embargo, un desconocido les envía dinero; es Edmond, que sabiendo que Morrel fue el único que ayudó a su padre antes de fallecer, ahora quiere ayudarlo de una manera anónima. Y además, hecho épico en ese capítulo, ven aparecer el barco “El Faraón”, llegando al puerto. La alegría es inmensa para todos, los marineros del puerto, la familia, los barcos cercanos. Todos celebran con alegría este regreso “milagroso”. Montecristo lo que hizo fue construir durante tres meses un barco exactamente igual a “El Faraón”, ya que fue la nave donde él trabajaba antes de que lo encarcelasen; y porque en prisión hacía repaso mental de cada una de sus partes para no volverse loco, con lo cual lo conocía a la perfección. Los marineros que llevan el nuevo barco (que pasa por el viejo), son los hombres de confianza de Montecristo. · Tercero, preparar su venganza La inmensa fortuna de Montecristo no es usada para su propia felicidad. Montecristo, pese a que posee mucho, no ansía nada. Pese a que viaja mucho y conoce personas de todos los calibres, no lo hace por placer o por amistad. Todo lo que mueve a Montecristo es el afán por cumplir unos planes que lleva años trazándolos. Por eso, cuando compra casas y castillos, lo hace para estar cerca de sus objetivos. Cuando adquiere el saber de lenguas como el inglés o el italiano, conocimientos de bancos, leyes, Iglesia, etc. Es para disfrazarse de Lord Wilmore, del abate Bussoní, de Simbad del Marino. Montecristo aparece como un señor encantador, muy educado y respetuoso. Además es generoso, siempre invita a los que tienen cerca y hace continuos regalos asombrosos: caballos magníficos, diamantes, vestidos únicos, palcos en la ópera exclusivos, etc. Se convierte en la persona de moda en París y es bien recibido por todos; se granjea la amistad de aquellos a quien pretende usar en sus 20 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

planes e incluso la amistad de sus antiguos malhechores. Su fortuna y su educación exquisita le abren todas las puertas. Y eso lo utiliza para sus planes ocultos. Pero... ¿a cuánto ascendía la fortuna de Montecristo? Esta pregunta seguro que nos la hemos hecho todos alguna vez. Él mismo dice al final del libro que tiene más de cien millones, pero ¿cuánto son cien millones? ¿Es muchísimo? ¿Es mucho? ¿Es la fortuna de un país? Vamos a compararla con la fortuna de los otros personajes. La del conde de Morcef es de un millón trescientos mil. La de Danglars es de cinco millones que roba cuando se marcha de Francia, aunque supongo que en total sumaría más. El mismo barón va diciendo las cantidades que va perdiendo. Si tenemos en cuenta que el jornal de un obrero artesano bien colocado de esa misma época era de entre 4,50 a 6 francos al día (según veteranía), nos da a entender que el pueblo podía ganar al año entre dos mil y tres mil francos. Nuestros protagonistas cuando hablan de rentas anuales dicen cifras mucho mayores: veinte mil, cincuenta mil, se citan bastante. Eso nos da una cifra diaria de unos cien francos aproximadamente de sueldo para estos apoderados. Sabemos también que un viaje de París a Marsella podía costar alrededor de cien francos, incluyendo un gran tramo en carrozas y otros tramos de navegación en vapor por el Ródano. Con lo cual suponemos que el capital de esta gente es lo suficiente para moverse por toda Europa y hacer lo que quieran si no durante todo el año, quizá gran parte; son personajes ricos. Sin embargo en el caso de Montecristo, aún es más exagerado, porque solamente contando con sus cien millones de francos, se traduciría en un sueldo diario (por un sólo año) de 28 mil francos... ¡diariamente! Así que imaginamos que Montecristo todo lo puede hacer y que es enormemente rico... incalculablemente rico, como las joyas y tesoros que esconde por medio mundo y que multiplican hasta límites desconocidos. Ese es el único cálculo posible.

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VII) LA VENGANZA “De aquellos a quienes habéis herido, yo soy la más culpable. Todos actuaron por odio, codicia y egoísmo, pero yo lo hice por cobardía. Ellos deseaban poder, yo he tenido miedo. Mirad -descubrió de repente su rostro-, ved, el sufrimiento ha puesto grises mis cabellos y mis ojos han vertido tantas lágrimas que están rodeados de venas violáceas... - el corazón de la mujer se despedazaba al choque de los recuerdos”

Los planes de nuestro protagonista realmente son fruto del estudio de sus enemigos durante casi una década. Está todo tan bien hilvanado que a veces, el lector tiene la sensación de ver una continuidad de casualidades, pero luego se descubre que de casualidades nada... todo está urdido en la mente de nuestro Montecristo.

EL FIN DE CADEROUSSE A Caderousse le da una doble lección. Por un lado, le entrega un diamante valorado en 50 mil francos. Nuestro héroe, disfrazado del abate Bussoní, le entrega esa joya con la historia que ha inventado para la ocasión: quiere hacer cumplir el testamento de un preso llamado Dantès, que ha dejado ese diamante para sus 22 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

cuatro amigos. Bussoní quiere asegurarse que las personas que reciban ese diamante sean dignos herederos de Dantès. Es la trampa perfecta para que el vil Caderousse hable más de la cuenta y cuente al abate las tropelías del complot de esos “amigos” para encarcelar al joven Dantès. Ese es el momento que Montecristo conoce toda la historia. El diamante se lo deja porque sabe que tiene que cambiarlo por dinero y no es algo tan sencillo porque ese valor no es fácil de negociar para un rufián sin crédito. Es un regalo con trampa. Precisamente en el intento de cambiarlo, el sucio Caderousse asesina a su esposa, a un tasador y acaba en presidio. La segunda lección que da a Caderousse, es que (de una forma un indirecta) es asesinado por la codicia vil. A través de Benedetto, un socio de este rufián que Montecristo ha llevado a París. Al igual que pasó con el diamante, han discutido muchas veces sobre la fortuna que van a robar en casa de Montecristo. Benedetto lo quiere todo para él sólo; además, Caderousse llevaba días amenazando con tirar de la manta: contar la verdad sobre el falso nombre que ocupa su socio (el conde Andrés Cavalvanti). Caderousse es asesinado por el otro rufián, por la noche, justo en la puerta de la casa de Montecristo. En ese momento aparece el abate Bussoní. Caderousse en su sufrimiento final reconoce al abate que le dio el diamante y le pide la extrema unción. En ese momento Montecristo se quita el disfraz y le cuenta quién es, le recuerda el pasado atroz. El rufián cree que va al infierno derecho, que todo es un castigo por sus actos, muere horripilado. EL FIN DE FERNAND A Fernand de Morcef le ataca donde más le duele: su traición secreta a Francia. Fernand había servido en el ejército durante las guerras en Grecia y Turquía; hizo una gran fortuna y fue elevado como un héroe que defendió en sus últimos días al Bajá Alí Pashá en Janina, gobernante aliado de Francia. Sin embargo Montecristo descubre a través de los años, que fue todo lo contrario, Fernand traicionó al gobernante Bajá a cambio de un botín. Nuestro vengador consigue encontrar a la hija del gobernante, que fue vendida como esclava siendo niña y ya es una mujer adulta, bella e inteligente. La lleva a París y la presenta en sociedad como una princesa griega que causa la admiración de todo el mundo. Montecristo trama un plan a través de los periódicos que van publicando a 23 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

diario los escándalos descubiertos en Janina sobre un francés llamado Fernand... Cuando el conde de Morcef acude al tribunal a defenderse de esas acusaciones, aparece Haydée, la princesa griega, que cuenta la historia de este traidor asesino que acabó con su familia, sus riquezas y el gobierno de Janina. Fernand, que sabe que es la dama de Montecristo, va a casa de éste para retarle a un duelo a muerte para lavar su honor. Montecristo se desenmascara y le dice que es Dantès, le recuerda todo el pasado y que está allí para hundirlo. Fernand huye despavorido y se suicida con un disparo. Mercedes y Albert se marchan de París para siempre. EL FIN DE VILLEFORT Con Villefort es contra más cosas hace. Le ataca en su familia, también justo lo que más le duele. Villefort intentaba aparentar que su familia era perfecta y que apoyaban la causa monárquica, recordemos, para lavar ese pasado bonapartista de su padre Noirtier. Montecristo alimenta continuamente la atracción por los venenos a su esposa, indicándoles cómo hacerlos invisibles y cómo aplicarlos, dándole recetas. Y por otro lado averigua la historia del hijo secreto de Villefort con la baronesa Danglars. Consigue encontrar al niño, que es adulto. Un criminal sin escrúpulos joven; es Benedetto, socio de prisión de Caderousse. Las muertes comienzan a darse en la familia Villefort. Son obra de la baronesa Villefort. La baronesa lo que quiere es que muera el anciano Noirtier para dejar toda su herencia a Valentine (ya que había amenazado con dejar sus millones a las instituciones de los pobres). Sin embargo, y por error, muere Barrois, su ayudante de cámara. El viejo Noirtier es inmune al veneno porque una medicación del doctor, tiene un contraveneno casualmente; esto no lo sabe nadie, por eso a la baronesa le sorprende que el viejo no muera. También asesina a su suegra, la señora de Saint-Meran, que acababa de perder su marido durante el viaje a París. Aprovecha esta situación de luto para acabar con su vida. Todo el mundo dirá que ha sido a causa de la tristeza del luto. Intenta matar a Valentine al mismo tiempo que a su abuelo Noirtier, durante un mes. Valentine se salvará gracias a Montecristo, que la cuida durante ese mes. Sin embargo, para Villefort y todo París, los asesinatos han sido múltiples: sus suegros, Barrois y su hija Valentine. Cuando Villefort descubre que su esposa está detrás de todo le da dos alternativas: que se beba toda la botella de veneno o un paseo por la guillotina.

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"Hay personas para quienes el trabajo es el remedio de todos los dolores.”

Villefort se hace a la idea que ha obrado con justicia, como el fiscal que es, y se va a trabajar como si nada pasase; al juicio del joven Benedetto. Para esos momentos, Montecristo ha dicho a Benedetto la verdad sobre su origen, así que en pleno juicio, Benedetto dice que es hijo de Villefort y cuenta la historia del niño enterrado en un cofre. Villefort se queda blanco, cuando creía que ya no tenía hija, le aparece este hijo perdido que sabe toda la historia; le recuerda un pasado y que él también es criminal. El fiscal huye a su casa con la idea de marcharse del país, de darle una oportunidad a su esposa, ya que tanto él como ella son culpables. Sin embargo, al llegar encuentra muerta a la baronesa y al pequeño Edouard. Ha perdido a toda su familia y para colmo vuelven los fantasmas del pasado. En su estado de agitación es cuando aparece Montecristo, que le dice que él es Dantès, aquel joven marinero encarcelado que vuelve para venganrse. Villefort se vuelve totalmente loco. EL FIN DE DANGLARS El barón de Danglars lo que más ama en el mundo es el dinero, las finanzas y su poder económico; incluso por encima que a su esposa que tiene como amante a Lucien Debray, él lo sabe todo pero le da igual. La venganza sobre éste personaje es entorno al dinero. Montecristo le solicita constantemente dinero a su banco, ya que tiene crédito con un banco asociado que Danglars no puede obviar. Además, gracias a una información falsa por telégrafo, consigue arruinar un negocio millonario del barón. El banquero piensa un plan que puede salvarlo de la bancarrota: casar a su hija con el conde Cavalcanti, del que se presume que es rico. Sin embargo este Cavalcanti es, como ya sabemos, Benedetto, que ha sido vestido como un noble por Montecristo y se le han pagado casas y una vida de millonario durante un tiempo con este mismo plan. Cavalvanti no tiene fortuna y además es hijo de la baronesa Danglars y Villefort, con lo cual es medio hermano de Eugénie, con quien se pretende casar, la hija de los Danglars. Justo el día de la boda se sabe todo esto. Un escándalo que destroza la familia, porque Eugénie huye con su amiga amante.

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Además, en última instancia Montecristo pide en persona cinco millones en efectivo a Danglars, si os fijáis bien, ¿podrían ser los mismos cinco millones que el abate de Faria daba a los carceleros a cambio de la libertad? Curiosa cantidad. Esto no viene afirmado en el libro: yo creo que el día que Montecristo se plantó en el despacho del banquero a pedirle ese dinero, que era lo último que le quedaba en sus fondos, era simbólicamente como decirle: da este dinero por tu libertad y te perdonaré. Sin embargo Danglars le da unos bonos al portador a Montecristo que no piensa pagar porque al día siguiente, el banquero huye de Francia llevándose los cinco millones para cobrar en Roma y Suiza, donde viviría muy bien. En Roma es interceptado por la banda de Luigi Vampa, los bandidos amigos de Dantès. Lo encarcelan y le someten a una tortura psicológica con la comida. Le cobran a veinte mil francos la bebida y a cien mil francos el plato de comida; cuando Danglars está desesperado y hambriento, va firmando bonos al portador. Justo cuando le quedan cincuenta mil francos, aparece Dantès en Roma, que le cuenta toda la verdad, su venganza. Le dice que le perdona la vida y que puede irse con ese dinero. Danglars, aterrado y magullado, es abandonado en Roma, con el dinero exacto para mal esconderse de la sociedad que lo reclama. EL FIN DE MERCEDES Creo que este punto sorprende al lector. Posiblemente sea la que peor lo pasó. Mercedes huye de París y abandona toda la fortuna de su marido, Fernand de Morced, que van a parar a las instituciones benéficas. Siente un dolor terrible por lo que hizo su marido en Janina, un dolor terrible por enterarse de quiénes encarcelaron a su amor Edmond, un dolor terrible desde el día que le perdió la pista. Mercedes y su hijo Albert huyen a Marsella con un dinero muy escaso, apenas para pagar una noche de habitación y el viaje. Están desonrados, dolidos y muy tristes. “Dios nos ha ofrecido un nuevo comienzo. No apartes su mano... Él está en todo... Incluso en un beso...”

Montecristo le regala la humilde habitación de Marsella que tenía preparada para ella cuando eran novios; y además le da un dinero, que escondido durante muchas décadas en esa casa, estaba destinado a su matrimonio con Mercedes. 26 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

También insinúa que quizá podrían empezar desde cero otra vez. Mercedes rechaza esta idea y dice que no podría funcionar, porque ella también es culpable del encarcelamiento de Dantès. Cuenta que durante algunos años supo dónde estaba pero que por miedo y cobardía nunca se atrevió a intentar averiguar si era inocente, o saber más de él. Y atribuye a esta cobardía parte del sufrimiento de Edmond. Mercedes se queda sóla porque Albert se alista al ejército por dinero. Mercedes es la más honesta, porque ha contado la verdad. También es quien más lo ha querido y echado de menos, pero no puede soportar la idea esa cobardía y de esas venganzas de Edmond. Se separan definitivamente de un modo común, con mucho cariño y un adiós sincero.

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VIII) LOS PERSONAJES “No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor.”

a) El listado Edmond Dantès. Protagonista de la historia, traicionado por sus amigos, quienes aumentan su prestigio o consiguen poder a su costa. Adopta disfraces y personalidades como El Maltés, El Conde de Montecristo, Simbad el Marino, El comisionista principal de la casa de Thompson y French, Abate Giaccomo Busoni, El señor Zaccone y Lord Wilmore. Abate de Faria. Sacerdote y erudito italiano. Traba amistad con Edmond mientras ambos son prisioneros en el Castillo de If, le enseña todos sus conocimientos. En sus últimos minutos de vida le revela el secreto del tesoro de Cesare Espada, oculto en la isla de Montecristo, y le conmina a encontrarlo. Luigi Vampa. Un infame bandido italiano que opera en Roma y los alrededores. Secuestra a Albert de Morcerf y lo libera cuando el Conde de Montecristo lo visita en su guarida. Haydèe. Princesa de Janina e hija del sultán Alí Pachá. Cuando éste fue traicionado y muerto por Fernand Mondego, Haydée fue vendida como esclava a los trece años y adquirida por Dantès. Bertuccio. Mayordomo del conde de Montecristo. También tiene una historia muy interesante entremezclada con los intereses de Edmond: el cría a Benedetto junto a su cuñada.

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Alí. Un esclavo mudo (le cortaron la lengua como condena), comprado por Montecristo en Oriente sobornando al sultán que lo iba a mandar al verdugo como parte de su condena. Se muestra incondicionalmente fiel y servicial al conde. Bautista. Criado contratado por el conde en París y que se convierte en su tercer hombre de confianza. Familia Morcef Fernand Mondego Conde de Morcef. Primo de Mercédès, enamorado de ella desde hacía mucho tiempo. Traiciona a Edmond junto a Danglars conspirando contra él para poder casarse con su amor no correspondido, Mercedes. Mercédès Herrera Condesa de Morcef. Prometida de Edmond Dantès al comienzo de la historia. Tras la desaparición de su amado, y creyéndolo muerto, se casa con Fernand y tiene un hijo. Albert de Morcef Vizconde de Morcef. Hijo de Mercédès y Fernand Mondego. Mejor amigo de Franz d´Epinay, hace amistad con Montecristo en Roma. Familia Danglars Baron Danglars Inicialmente el contador del mismo barco que Dantès. Ansía ser rico y poderoso, y ve a Dantès como un obstáculo para sus ambiciones. Se convierte en barón mediante su matrimonio con la baronesa viuda Herminie de Nargonne y el banquero más rico de París. Herminie Danglars Viuda del barón de Nargonne, casada en segundas nupcias con Danglars. En vida de su primer esposo, tuvo un romance con Villefort del que nació un hijo.

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Eugénie Danglars Hija del matrimonio y prometida de Albert de Morcerf; posteriormente se cancela el compromiso en favor de Andrea Cavalcanti. Familia Villefort Gérard de Villefort. Siendo procurador real en provincias dictó un mandamiento para encarcelar a Edmond con el único fin de proteger a su padre y su carrera. Héloïse de Villefort. Segunda esposa del procurador del rey, quien luego por su egoísmo envenena a toda la familia Villefort para que su hijo Édouard herede toda la fortuna familiar. Noirtier. Un antiguo bonapartista vigoroso que ahora está paralítico por una apoplejía. Le cuidan su hijo Villefort, su nieta Valentine y el leal sirviente de la familia, Barrois. Valentine de Villefort. Hija de Villefort y de su primera esposa, Renée de Saint-Méran. Ama a Morrel hijo, pero está prometida con el joven Franz d'Épinay. Edouard de Villefort. Hijo de Villefort y de su segunda esposa Héloïse. Es un niño muy travieso. Gaspard Caderousse. Sastre y hostelero deshonesto del lugar donde viven Dantés y su padre. Está presente, aunque ebrio, cuando Danglars redacta la carta que acusa a Edmond de agente bonapartista. Maximilien Morrel. Hijo del patrón de Edmond; tras la fuga de Edmond, Maximilien se convierte en un buen amigo para el conde de Montecristo y éste lo ayuda a realizar su deseo de casarse con la hija de Villefort. Franz d'Épinay. Barón y amigo de Albert de Morcerf, prometido con Valentine de Villefort. 30 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

Conoce al conde en la gruta de Montecristo antes de dirigirse hacia Roma a encontrarse con su amigo. Su padre, el general realista Quesnel, falleció en un duelo contra Noirtier de Villefort. Lucien Debray. Secretario del Ministro del Interior y amigo de Albert. Es el amante de Herminie Danglars, a quien sólo utiliza para robar dinero al banquero. Beauchamp. Asistente de editor jefe de un importante periódico de París y otro amigo del vizconde de Morcerf. Barón Raoul de Château-Renaud. Amigo de Albert. Maximilien Morrel le salva la vida en África. Julie Herbault. Hija de Pierre Morrel y hermana de Maximilien Morrel, es ayudada por el conde bajo la identidad de Simbad el Marino para salvar a su padre de la bancarrota. Está casada con Emmanuel Herbault. Emmanuel Herbault. Esposo de Julie y cuñado de Morrel hijo, es el segundo testigo del conde cuando este va a batirse a duelo con Albert. Benedetto. Asesino y ladrón, hijo ilegítimo de Villefort y Herminie Danglars, nacido cuando ésta aún era esposa del barón de Nargonne. Benedetto fue criado por Bertuccio y su cuñada, Assunta. Vuelve a París bajo la identidad de Andrea Cavalcanti. Mayor Bartolomeo Cavalcanti. Hombre al que el conde integra en la sociedad parisiense para que haga el papel del padre de Andrea Cavalcanti (Benedetto). Pierre Morrel. Armador de barcos de buen corazón que trata a Dantès con amabilidad y quien intercedió por él cuando fue capturado.

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Organigrama que muestra la relaciones de los personajes de una manera visual. Éste dibujo puede encontrarse en wikipedia y mi web, donde lo he ubicado a máxima resolución para poder ampliarlo correctamente.

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b) El futuro hipotético de los personajes Como habéis visto, he incluido el listado con todos los personajes porque lo veía interesante para poder hablar de algunos de ellos. Ese listado, al igual que el organigrama están extraídos de internet, sin ninguna modificación por mi parte; pero ahora voy a exponer diversas ideas propias acerca del futuro de los personajes. Me refiero al futuro tras acabar la novela. Creo que una de las causas por la que aparecieron tantas continuaciones no oficiales es porque, aunque Montecristo culmina sus objetivos, deja abiertas muchas incertidumbres sobre el futuro de los personajes. Realmente está bien diseñado, porque esas incertidumbres nos muestran en algunos casos la deriva de algunas vidas o la incógnita sobre lo que les espera. Por ejemplo, si Albert regresará con su madre, o si Danglars conseguirá vivir con esas cincuenta mil libras. Así que haciendo el mismo ejercicio primigenio que hicieron los escritores que desarrollaron las novelas no oficiales, voy a permitirme el lujo de imaginarme qué ocurriría después del final de la novela. La gran diferencia es que yo no pretendo construir un gran argumento interesante, con lo cual me limitaré a la lógica, bueno a mi lógica. Por supuesto, parto sólo de mi imaginación, olvidando lo propuesto en otros libros que no son de Dumas. Comienzo mi divertido juego imaginario y al mismo tiempo dejo una base para un posible futuro libro (otro más). a) Albert de Morcef Supongo que para empezar se cambiará el nombre y muy posiblemente use el de su madre, con lo cual podemos llamarle Albert Herrera. Tal como dijo Montecristo, él había dispuesto todo para que no le faltase de nada en el ejército. Si tiene la suerte de sobrevivir a las guerras, podrá regresar con su madre a Marsella. b) Mercedes Herrera Mercedes permanecería viuda y solitaria durante muchos años; aunque creo que por su antiguo carácter humilde y su buen corazón, encontraría amistades 33 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

rápidamente. Posiblemente trabaje en alguna artesanía. Entre ese dinero y lo que le envía su hijo, viviría bastante bien. El día que regresó su hijo se pusieron muy contentos. Les esperaba una vida agradable en Marsella. c) Maximilien y Valentine La joven pareja se traslada a París nuevamente, porque recordemos que Montecristo les regala su casa de Auteil, su casa de la Rue Rivoli y su castillo. Además les deja muchas riquezas. Ahora ambos son ricos. Lo primero que hacen llevar al viejo y discapacitado Noirtier a la casa de Auteil, porque está más retirado del bullicio de París y puede disfrutar de la paz de un pueblo que está cercano a la capital. Maximilen amplía el negocio de los barcos, cada vez más modernizados; para ello viaja cada cierto tiempo a Marsella donde encuentra a su amigo Albert Herrera. Lo contrata como supervisor general. d) Villefort Quedó completamente enloquecido y vagando como demente por las calels de París. Como tenía pendiente con la justicia el escándalo de Benedetto y además la policía descubre los envenenamientos de su casa, es acusado de múltiples causas y condenado a morir guillotinado. Sin embargo, Valentine, que acaba de llegar a la capital, intercede aludiendo que los envenenamientos fueron cosa de la baronesa Villefort y que los hechos ocurridos en el pasado ya han sido pagados con la cordura de su padre. El jurado se apiada de él y lo encierra en un hospital para enfermos mentales. e) Danglars Se quedó en Roma, con cincuenta mil libras como única fortuna, sin casa, sin amigos, sin contactos y sin familiares. A Danglars le damos una oportunidad de aprendizaje. Cambia de nombre y su forma de ser; la comida que antes le resultaba vulgar y asquerosa, ahora la come todos los días: sopa de cebolla y verduras. Como no habla el italiano, nadie se fía de él y nunca ha aprendido a trabajar para otros, ahora trabaja en su propio huerto y vive en una pequeña casucha de madera. Sus días son anodinos y repetitivos, solamente consigue entablar conversación cuando algún viajante se detiene para comprarle vino o comida. Entonces llora todo lo que ha perdido y piensa que ha sido por castigo divino. 34 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

f) Benedetto Por todos sus crímenes es guillotinado. La ley anula toda falsedad documental sobre los títulos nobiliarios de los Cavalcanti. g) Andrea Cavalcanti Padre El anciano italiano, pese a haber participado en la farsa de los Cavalcanti, no pierde nada. Al contrario, ha conseguido ahorrar todo lo que le dieron durante la pantomima. Es un pícaro mediterráneo pero no es un criminal; Montecristo lo sabe, por eso lo apartó de Francia cuando le sirvió en sus planes de crear la familia para Benedetto. h) Eugénie Danglars Supongo que sus andanzas con su amiga y novia, la señorita de Armilly no resultaron eficaces. A donde van las habladurías las siguen. El dinero les escasea y esta vez no puede pedir nada a su padre porque ya sabemos como acabó Danglars. Eugénie regresa a París, para convertirse en una solterona de clase media que trabaja junto a su madre. i) La baronesa Danglars Con el rechazo de Lucien Debray y el abandono de su marido, es repudiada por la alta sociedad parisina. No recibe invitaciones, ni amistades. Además las autoridades que tienen en búsqueda y captura a su marido por el dinero que debe al banco, le exigen el pago. La baronesa no paga y la ley embarga la casa del banquero. La baronesa y su hija se retiran a una vivienda más modesta. Posiblemente ella siga trabajando en la compra y venta de bonos extranjeros, tal como hacía tan bien. j) Bertuccio, Alí y todos los sirvientes de Montecristo Siguen a su señor a una nueva vida. Ahora se les instala en los palacios del Pashá, que han comprado para Haydée. En esta nueva vida ya no hay investigaciones secretas, ni tramas, ni salidas nocturnas con disfraces. Ahora los 35 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

sirvientes se dedican a la familia Dantès de una forma muy cómoda y tranquila. k) Edmond Dantès y Haydée La pareja es muy feliz, tienen niños y éstos aprenden con unos conocimientos maravillosos, sobretodo de marinería, ya que su padre les enseña todo lo referente a la navegación. Edmond, que ha pasado por multitud de nombres, decide volver a usar el suyo original, aunque prefiere no utilizar su apellido para evitar problemas de curiosos que conozcan la historia ocurrida. Nunca regresará a Francia, porque al final todos conocen la historia vengativa de Montecristo y el fugado Dantès. Diez años después, en 1848, tras la caída de la monarquía francesa y la instauración de la Segunda República, Edmond se atreve a usar su nombre real. Siguen teniendo una gran fortuna, pero la dedican a fines caritativos y familiares. Edmond copia todos los pergaminos que el abate de Faria dejó en la prisión (él se los llevó consigo) y publica varios libros anónimos para que saber científico no se pierda. Envía muchos tomos de regalo a las bibliotecas de las universidades de cada país; son muy bien recibidos porque contienen conocimientos de un valor incalculable que ayudan muchísimo. Mantienen correspondencia con sus amistades y de vez en cuando viajan a Roma, esta vez para disfrutar de la belleza, y a la isla de Montecristo donde se encuentran con Maximilien y otros.

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IX) CONCLUSIONES DE ESTE ENSAYO "Los hombres verdaderamente generosos están siempre dispuestos a ser compasivos cuando la desgracia de un enemigo sobrepasa los límites del odio hacia él"

El Conde de Montecristo es la obra cumbre de Alexander Dumas. Dicen algunos expertos que esta obra gusta tanto porque contiene todos los elementos de cualquier género literario: drama, historia, terror, aventuras, romance, thriller, filosofía, etc. No se hasta que punto puede ser cierto esta suma de multitud de géneros, pero en principio estoy de acuerdo, porque en muchas partes he notado cómo la ambientación y la sensación al público causaba unas sensaciones muy marcadas y diversas. Podría alargar este ensayo muchísimo más, con datos de todo tipo y con opiniones sobre otras facetas sobre la obra, sin embargo me limito a dar mi opinión lo más exacta posible, añadiendo algunas referencias. Diez meses, leyendo como dije en la introducción de este ensayo, primero en partes y luego ya enganchado del tirón. Y durante este tiempo me he acercado al universo de Montecristo (no diré al universo de Dumas, porque he comprobado que muchos otros libros del autor no me gustan tanto como este). He descubierto que existen muchos seguidores de esta obra, fans que les encanta todo el universo generado en torno a esta historia. Son en su mayoría, gente que han sabido valorar gratamente la lectura y que se han dado cuenta de su grandeza. También he descubierto que ninguna de las versiones cinematográficas existentes se acerca a la intensidad del libro. No voy a decir ni mejor ni peor; son medios diferentes, y esto es un hecho común, una película que está basado en un libro nunca va a ser igual por el mero hecho que se tratan de dos medios de comunicación diferentes; con lo cual no hay que caer en la premisa fácil de decir: esto es mejor que lo otro. Yo mismo he adaptado el libro de mi amiga Flavia Catella a la pantalla y nunca es posible hacerlo igual; con lo cual diré que las versiones de cine, de audiolibro, de novelas radiadas, de teatro, etc, no se conviertan en obras comparables, sino en aportes complementarios al libro. Ya que hablamos de cine, y aunque ésta sección merecía por sí sólo un 37 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

ensayo (que dejo pendiente para realizar al detalle en otro momento, porque sí que puede ser un tema a desarrollar muy interesante), la adaptación francesa dirigida por Josée Dayan e interpretada por Gérard Depardieu me gusta bastante, además, Ornella Muti está espectacular en la serie. Es un producto excelente, en formato de miniserie para televisión, pero de una gran calidad. Personalmente es la que más se acerca al espíritu del libro. Y la clásica versión de TVE de Sin embargo, nada que ver con el libro. Creo que esta novela no está pensada para llevarse a la pantalla, ni como serie ni como cine y todo es debido a su enorme duración y su forma narrativa de contar multitud de pequeñas historias que luego se encuentran un camino en común. Las películas existentes suelen eliminar personajes, historias o incluso sintetizar personajes en uno sólo, porque al fin al cabo, el cine es un producto para seguir durante un tiempo de una o dos horas. También hay versiones donde el final ha cambiado y Edmond vive feliz con Mercedes, como es el caso de la versión con Ornella.

También he descubierto que existen continuaciones no oficiales, una herencia literaria más directa que la de los cómics, ya que son novelas que usan a los mismos personajes con continuaciones. La más conocida “La mano del muerto”, que continúa los hechos justo un año después; creo que las otras novelas continúan la historia décadas después. Personalmente, he leído los cuatro primeros capítulos de “La mano del muerto”, y no me han gustado. Cuando he consultado a otros lectores, me han corroborado que es horrenda; con un mal estilo literario y destruyendo la lógica de algunos personajes; creo que no la leeré porque no ofrece interés alguno; por lo visto es una repetición mala y sin planes sutiles. 38 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

Los otros libros no he podido acceder a ellos y por lo que descubro, son difíciles de adquirir, así que no puedo opinar sobre sus calidades. Sospecho que ninguno será tan maravilloso como el de Dumas, ya que casi nadie (en comparación el original) los ha leído ni encuentro comentarios ni ventas, pero ¿quién sabe? lo mismo hay alguno que se muestre interesante. Es algo que invito a que descubráis por vuestra cuenta. Al fin al cabo, el mismo Montecristo dijo que quizá algún día regresaría... La lista de las continuaciones no oficiales: Edmond Dantès (Edmond Dantes, 1849) de George W. Noble La Mano del Muerto (A Mão Do Finado, 1854) de Alfredo Possolo Hogan Las Hijas de Montecristo (Les filles de Monte-Cristo, 1876) de Charles Testut El Hijo de Montecristo (Le fils de Monte-Cristo, 1881) de Jules Lermina Montecristo y su Esposa (Monte Cristo and his Wife, 1884) de Jacob Ralph Abarbanell El Tesoro de Montecristo (Le trésor de Monte-Cristo, 1885) de Jules Lermina Edmond Dantès (Edmond Dantès, 1885) de Edmund Flagg La Hija de Montecristo (Monte-Cristo’s Daughter, 1886) de Edmund Flagg

Mi conclusión final es que aconsejo leer este libro a todo el que quiera disfrutar de algo muy especial. Es una de esas cosas que debería hacerse como propósitos en la vida. Igual que hay quienes dicen que hay que ir a París, a Roma, a Egipto, a Viena, etc, o los que dicen que hay que plantar un árbol o escribir un libro... pues antes de escribirlo, aconsejo leer El Conde de Montecristo entre los preferidos a tener en cuenta. Es un clásico que no aburre, se vive con los personajes, se llega a pensar en ellos día y noche, se les echa de menos cuando se marchan y se les quiere cuando llegamos al final. Las enseñanzas que se ponen de manifiesto son eternas y fascinantes. El abate de Faria, a través de Edmond, está enseñando al lector. La paciencia, la humildad, el optimismo, la liberación del odio. “A cambio de tu ayuda, te ofrezco algo invaluable. Nos pueden quitar la libertad. Te ofrezco el conocimiento. Todo lo que he aprendido.” “No cometas el crimen por el que ahora cumples sentencia”

Montecristo habla a sus allegados pero realmente habla al lector; les dice sobre la justicia, sobre los vicios que tienen sus enemigos (que son realmente lo que los destruyen). Montecristo aprende incluso que ha obrado justamente sin 39 ANÁLISIS PERSONAL - MONTECRISTO. Fran Kapilla

llegar al crimen. Algunos hechos lo llenan de dudas y lo transtornan pero él no puede hacer nada por salvar lo que cada enemigo se ha labrado él mismo. Finalmente Montecristo quiere olvidar su pasado, ya no quiere ser más Montecristo porque ha cumplido su misión, tampoco quiere ser Bussoní, ni Wilmore ni Simbad. Quiere regresar a su vida, aquel humilde Edmond que era marinero. “Solo el que ha conocido el extremo del infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es necesario haber querido morir, para saber cuan dulce es la vida”

Creo que la enseñanza más grande que nos da este libro es a afrontar todas las adversidades, a no rendirse ni dejarse vencer por la desesperación. En el libro se dan varios episodios de personajes desesperados: en la cárcel, con las deudas, con el dolor de la muerte, que quieren acabar con su sufrimiento suicidándose. Edmond consigue seguir viviendo y luchar, y ayuda a sus amigos a que hagan lo mismo. Amar la vida y disfrutar de ella, son también palabras de nuestro protagonista. También el amor es una enseñanza más del libro. El amor hacia los seres que tenemos cerca. La princesa Haydée amaba a Edmond, pero éste ciego por su venganza no veía la verdad hasta el final. También en el final, Edmond descubre que pese a la enorme fortuna que tiene, sólo cuenta con un amigo leal y sincero. Cuando su amigo Maximilen decide matarse, Montecristo llega a ofrecer todo su tesoro para que él viva olvidando el dolor. Son cuestiones básicas que nos ofrecen el lado más positivo de la humanidad: el amor, la amistad, la valentía ante la adversidad. Ese es el sabor que me deja el libro al acabarlo. Fran Kapilla Junio 2015

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ANÁLISIS PERSONAL DE EL CONDE DE MONTECRISTO Fran Kapilla

Este ensayo puede leerse completo y descargarse en la página web www.frankapilla.com siendo una valoración subjetiva sobre el libro de Alexander Dumas. El autor de éste análisis, Fran Kapilla, deja completamente a disposición de quien quiera usar este contenido con fines culturales, pidiendo la mención del autor si fuese oportuno. Junio de 2015.

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