CÓMO DESCUBRIR EL PIE PLANO Y EJERCICIOS QUE DEBEN REALIZARSE. Pie Plano es aquella alteración en la morfología del pie caracterizada por una desviación en valgo (hacia fuera) del talón, acompañada de una disminución de la altura de la bóveda plantar. La mayor parte de la planta del pie o empeine se colapsa y queda en contacto con el suelo, muy frecuentemente este arco nunca se desarrolla. El retropié se desvía en pronación y el ante pié en sentido contrario, en supinación. Muchos de los pies planos son flexibles y el arco sólo se observa cuando la persona se apoya en los dedos de los pies, en cambio el pie plano rígido que produce dolor puede estar asociado con otras enfermedades y no se observa el arco. VALORACIÓN. Posición inicial: Ejecución: Duración: Frecuencia: Observaciones:
Se coloca agua en una bandeja y se introducen los pies del paciente. Introducir los pies del paciente en la bandeja y después, pisar una hoja de papel, a fin de que queden marcadas sus huellas. Momentánea, únicamente para poder detectar el pie plano. Cada seis u ocho meses, a fin de poder determinar los avances en la reeducación podal. Cuidar la temperatura del agua a fin de que no se contraiga la posición podal o se lastime la piel.
Algunas señales y síntomas del pie plano son: o Dolor, sensibilidad, o calambres en el pie, la pierna y la rodilla o Inclinación del talón hacia fuera o Incomodidad o cambios en la forma de caminar o Retiro voluntario o Energía reducida cuando participa en actividades físicas o Desgaste rápido de los zapatos; Zapatos que cuando se usan se inclinan hacia adentro
o
Otra evidencia, dificultad para correr, que indica que el pie está teniendo problemas para realizar su trabajo
El tratamiento de pie plano en el niño es diferente en el adulto. En el niño se aprovecha y se usa una serie de elementos que formarán sus pies adecuadamente, como ortesis o plantillas y los zapatos ortopédicos, acompañados de un plan de ejercicios adecuados. En el adulto los huesos ya están formados y en los pies planos están defectuosos, por lo tanto algunas veces se usan las plantillas ortopédicas para aquellos que trabajan parados o caminan largas distancias. La otra forma es la quirúrgica. PRIMER EJERCICIO. Posición inicial: Ejecución: Duración: Frecuencia: Progresión: Observaciones:
Bipedestación. Caminar varios minutos al día en puntas de pie, sobre los talones o sobre los bordes externos de los pies. 15 a 30 minutos diarios. por la mañana y por la noche Iniciar con quince minutos al día y progresar cinco minutos más por semana, hasta llegar a 30 minutos. Cuidar de no pisar sobre bases onduladas o con piedras que puedan ocasionar riesgo para el sujeto.
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SEGUNDO EJERCICIO. Posición inicial: Ejecución:
Duración: Frecuencia: Progresión: Observaciones:
Bipedestación descalzo. Camina descalzo por superficies irregulares como arena, césped o alfombras. Esto hará que tu pie realice el apoyo completo: primero en los talones, luego en la zona del arco y por último en la punta. Como el esfuerzo es mayor, se fortalecerán los músculos del pie. 15 a 30 minutos diarios. por las mañanas. Iniciar con quince minutos al día y progresar cinco minutos más por semana, hasta llegar a 30 minutos. Cuidar de no pisar sobre piedras o cristales que pudieran poner en riesgo para el sujeto. Asimismo, en caso de caminar cobre césped o arena, tener precaución de no tener afecciones en garganta, oídos o gripe.
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TERCER EJERCICIO.
Posición inicial: Ejecución: Duración: Frecuencia: Progresión: Observaciones:
Sedestación descalzo. Pisar sobre canicas de manera medial y lateral. 5 minutos cada tercer día. Por las mañanas o por las tardes. Iniciar con cinco minutos cada tercer día y progresar dos minutos más por semana, hasta llegar a nueve minutos. Cuidar de no ocasionar dolor.
CUARTO EJERCICIO. Posición inicial: Ejecución: Duración: Frecuencia: Progresión: Observaciones:
Bipedestación descalzo. Andar en bicicleta apoyando la punta del pie en los pedales. 15 a 30 minutos diarios. Diaria. Iniciar con quince minutos al día y progresar cinco minutos más por semana, hasta llegar a 30 minutos. En los niños es ideal el triciclo. No olvidar, elongar los gemelos después de andar en bicicleta, ya que pueden contracturarse y provocarte dolor.
QUINTO EJERCICIO. Posición inicial:
Sedestación.
Ejecución:
Siéntate en una silla que tenga la altura
de tus piernas y apoya los pies desnudos en el suelo: Eleva y desciende el talón, con ambos pies juntos. Eleva suavemente el talón, primero apoyando sobre el primer dedo (hallux o dedo gordo), luego sobre el resto de los dedos, y desciende. Pon un pie sobre tu rodilla (en posición de sastre) y realiza círculos con el pie hacia ambos lados. Intenta asir objetos (palillos, lápices o canicas) con los dedos de los pies. Duración: Frecuencia: Observaciones:
Lo que dure la actividad. Cada tercer día. Luego de realizar los ejercicios, elonga los músculos trabajados con flexiones y extensiones del pie. Mantén la tensión por 20 segundos y luego descansa otros 20. Realiza cada serie, por lo menos, 3 veces.
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