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De miedos a miedos
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l proyecto de esta secuencia es realizar y presentar audiocuentos. Como punto de partida, los alumnos leen y comentan cuentos que hablan de distintas clases de miedos, como los de ficción hasta los motivados por los retos y las adversidades de la vida cotidiana. Después leen, comentan y hacen actividades sobre los recursos para crear miedo en los cuentos de terror. Para finalizar escriben el guión para un audiocuento y llevan a cabo la grabación y presentación de su trabajo.
S e S1 i ó n sesión
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Para empezar 1. Vean el video sobre diferentes reacciones ante situaciones que causan miedo. 2. Comenta con el grupo: ¿Te paralizan tus miedos o eres capaz de vencerlos? 3. Sigan la lectura que hará su maestro del texto “¿Acaso sientes miedo?” Sigan la lectura en su libro.
¿Acaso sientes miedo? La noche profundamente oscura parece interminable. Un resquicio en la puerta apenas deja pasar un tenue rayo de luz. ¿Qué son esos ruidos? ¿Dónde están todos? ¿Acaso sientes… miedo? ¿De qué extrañas cosas tratan esos cuentos que causan escalofrío? Algún profesor te dijo que los fantasmas no existen. Una maestra de biología señaló que cuando uno muere, todo acaba. Algunos padres aconsejan que hay que temerle a las cosas reales, no a las fantasías, pero… ¿por qué se siente tan extraño al leer cuentos de terror? Sólo quienes estén dispuestos a enfrentar el misterio, lo incierto, lo extraño, lo inexplicable, lo innombrable, están invitados a conocer “El gato negro”, y tal vez tengan el valor de leer otros escalofriantes cuentos, que han sido creados para suscitar miedo y hacernos temblar de espanto. Si te atreves a seguir explorando las rutas de los miedos, sabrás que no todos están rodeados de tinieblas. Escucharás una voz del más acá que quiere aliviar sus temores, hacerlos más ligeros para no sucumbir ante ellos. Esta voz cercana habla de otra clase de miedos: los miedos de la vida diaria, los más tangibles e inmediatos, como reprobar un examen, perder a la novia, contagiarse de SIDA, caer en las drogas o no tener trabajo. A esta otra clase de miedos corresponden los que enfrenta cada día “La señorita Superman” de quien leerás cómo transcurren sus días y sus temores. Quizás aquí te encontrarás con algunos de tus propios miedos y hasta te animarás a enfrentarlos. ¿Te paralizan tus miedos o eres capaz de vencerlos? 30
Plan de sesiones Sesiones
Actividades
Recursos Tecnológicos
Sesión 1 Para empezar
• Observación y comentario de video. • Lectura y comentario del relato ¿Acaso sientes miedo? • Realización de actividad detonadora.
• Video.
Sesión 2 Para leer
• Lectura y comentario del cuento “El gato negro.”
• Audiotexto del cuento “El gato negro.”
Sesión 3 Para leer
• Lectura y resolución de Temas de reflexión: Recursos de los cuentos de terror. • Lectura y resolución de Palabras indispensables.
Sesión 4 Para leer
• Lectura , escritura y comentario de cuento La señorita Superman y la generación de las sopas instantáneas.
Sesión 5 Para investigar 1º E 1, 1º L 2
• Búsqueda de cuentos de terror y selección de uno de ellos.
Sesión 6 Para escribir
• Escritura de borrador de guión de audiocuento.
Sesión 7 Para escribir
• Lectura y resolución de Temas de reflexión: Segmentación de artículos; palabras graves y reglas de acentuación, paréntesis en acotaciones. • Revisión de texto.
Sesión 8 Para terminar
• Audición de cuentos de terror.
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Libro para el m a e s t ro
• Procesador de texto: escritura y formato de guión de audiocuento.
• Grabación de audiocuento.
ESPAÑOL
I
S ESIÓN 1
El proyecto de esta secuencia es realizar y presentar audiocuentos. Para ello, leerás un cuento de terror y, para dar seguimiento a este subgénero literario, buscarás y leerás otros cuentos de terror. Además, leerás un relato sobre los temores cotidianos, hablarás sobre afrontar los miedos personales y escribirás un guión que grabarás con música y efectos de sonido para presentarlo ante el grupo.
Para empezar
Introducción a los propósitos y al contenido temático de la secuencia mediante un video que trata sobre diferentes reacciones ante situaciones que causan miedo. Lectura del relato “¿Acaso sientes miedo?” y realización de una actividad detonadora.
4. Haz un dibujo que represente lo que te causa miedo y otro donde añadas o cambies elementos para que, en vez de causarte miedo, te provoque risa. Dibujo 1
Dibujo 2
“Lo que me da miedo”
“Lo que me daba miedo, ahora me da risa”
1 1 y 2. Invite a los alumnos a ver el video y después solicite comentarios sobre la manera en que los personajes reaccionan frente a lo que les causa miedo. (10 min.) 3. Lea con el grupo el relato “¿Acaso sientes miedo?” y aclare las dudas que surjan. (15 min.) 4. Resuelva con los alumnos la actividad detonadora e invítelos a comentar los dibujos que representan sus miedos y las preguntas correspondientes a la actividad. (25 min.)
5. Comenta con tus compañeros las siguientes preguntas con base en los dibujos que hicieron.
a) ¿Qué clase de personas, situaciones u objetos les provocan miedo?
b) ¿Qué sienten cuando tienen miedo?
c) Mencionen a alguna persona, objeto o situación que les haya provocado miedo y expliquen por qué. 31
L i b ro p a r a e l m a e s t ro
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SESIÓN 2
Para leer
Audición y lectura del cuento “El gato negro”. Los alumnos profundizan en el contenido del cuento ordenando la secuencia de lecciones y resolviendo las actividades posteriores.
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Manos a la obra Para leer 1. El cuento “El gato negro” que escucharás y leerás a continuación, fue escrito por Edgar Allan Poe (1809-1849), escritor estadounidense considerado maestro del género de terror. Al finalizar, comenten con el grupo qué les asustó o sorprendió del texto.
Cuento de terror (Audiotexto)
• Para leer. Invite a los alumnos a escuchar y seguir la lectura del cuento "El gato negro". Al terminar, dé un tiempo para que comenten en grupo lo que les asustó o sorprendió del cuento. • En el CD de recursos encontrará dos grabaciones del mismo cuento, uno en voz de un alumno de telesecundaria y otro en voz de un locutor profesional. • Seleccione uno de los dos audios con la finalidad de modelar la lectura en voz alta. (25 min.)
El gato negro Edgar allan PoE No espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque simple relato que me dispongo a escribir. Loco estaría si lo esperara, cuando mis sentidos rechazan su propia evidencia. Pero no estoy loco y sé muy bien que esto no es un sueño. Mañana voy a morir y quisiera aliviar hoy mi alma. Mi propósito inmediato consiste en poner de manifiesto, simple, sucintamente y sin comentarios, una serie de episodios domésticos. Las consecuencias de esos episodios me han aterrorizado, me han torturado y, por fin, me han destruido. Pero no intentaré explicarlos. Si para mí han sido horribles, para otros resultarán menos espantosos que baroques. Más adelante, tal vez, aparecerá alguien cuya inteligencia reduzca mis fantasmas a lugares comunes; una inteligencia más serena, más lógica y mucho menos excitable que la mía, capaz de ver en las circunstancias que temerosamente describiré, una vulgar sucesión de causas y efectos naturales. Desde la infancia me destaqué por la docilidad y bondad de mi carácter. La ternura que abrigaba mi corazón era tan grande que llegaba a convertirme en objeto de burla para mis compañeros. Me gustaban especialmente los animales, y mis padres me permitían tener una gran variedad. Pasaba a su lado la mayor parte del tiempo, y jamás me sentía más feliz que cuando les daba de comer y los acariciaba. Este rasgo de mi carácter creció conmigo y, cuando llegué a la virilidad, se convirtió en una de mis principales fuentes de placer. Aquellos que alguna vez han experimentado cariño hacia un perro fiel y sagaz no necesitan que me moleste en explicarles la narrocos, baroques: ba turaleza o la intensidad de la re. complicados tribución que recibía. Hay algo ad adulta. virilidad: ed en el generoso y abnegado amor . astucia de un animal que llega directasagacidad: 32
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Libro para el m a e s t ro
mente al corazón de aquel que con frecuencia ha probado la falsa amistad y la frágil fidelidad del hombre. Me casé joven y tuve la alegría de que mi esposa compartiera mis preferencias. Al observar mi gusto por los animales domésticos, no perdía oportunidad de procurarme los más agradables de entre ellos. Teníamos pájaros, peces de colores, un hermoso perro, conejos, un monito y un gato. Este último era un animal de notable tamaño y hermosura, completamente negro y de una sagacidad asombrosa. Al referirse a su inteligencia, mi mujer, que en el fondo era no poco supersticiosa, aludía con frecuencia a la antigua creencia popular de que todos los gatos negros son brujas metamorfoseadas. No quiero decir que lo creyera seriamente, y sólo menciono la cosa porque acabo de recordarla. Plutón —tal era el nombre del gato— se había convertido en mi favorito y mi camarada. Sólo yo le daba de comer y él me seguía por todas partes en casa. Me costaba mucho impedir que anduviera tras de mí en la calle.
ESPAÑOL Nuestra amistad duró así varios años, en el curso de los cuales (enrojezco al confesarlo) mi temperamento y mi carácter se alteraron radicalmente por culpa del demonio. Intemperancia. Día a día me fui volviendo más melancólico, irritable e indiferente hacia los sentimientos ajenos. Llegué, incluso, a hablar descomedidamente a mi mujer y terminé por infligirle violencias personales. Mis favoritos, claro está, sintieron igualmente el cambio de mi carácter. No sólo los descuidaba, sino que llegué a hacerles daño. Hacia Plutón, sin embargo, conservé suficiente consideración como para abstenerme de maltratarlo, cosa que hacía con los conejos, el mono y hasta el perro cuando, por casualidad o movidos por el afecto, se cruzaban en mi camino. Mi enfermedad, empero, se agravaba —pues, ¿qué enfermedad es comparable al alcohol?—, y finalmente el mismo Plutón, que ya estaba viejo y, por tanto, algo enojadizo, empezó a sufrir las consecuencias de mi mal humor. Una noche en que volvía a casa completamente embriagado, después de una de mis correrías por la ciudad, me pareció que el gato evitaba mi presencia. Lo alcé en brazos, pero, asustado por mi violencia, me mordió ligeramente en la mano. Al punto se apoderó de mí una furia demoníaca y ya no supe lo que hacía. Fue como si la raíz de mi alma se separara de golpe de mi cuerpo; una maldad más que diabólica, alimentada por la ginebra, estremeció cada fibra de mi ser. Sacando del bolsillo del chaleco un cortaplumas, lo abrí mientras sujetaba al pobre animal por el pescuezo y, deliberadamente, le hice saltar un ojo. Enrojezco, me abraso, tiemblo mientras escribo tan condenable atrocidad. Cuando la razón retornó con la mañana, cuando hube disipado en el sueño los vapores de la orgía nocturna, sentí que el horror se mezclaba con el remordimiento ante el crimen cometido; pero mi sentimiento era débil y ambiguo, no alcanzaba a interesar al alma. Una vez más me hundí en los excesos y muy pronto
I
razadas. seadas: disf metamorfo ncia. cia: intolera intemperan licarle. infligirle: ap : navaja. cortaplumas nfreno. orgía: dese tudia y encia que es filosofía: ci pios de bre los princi reflexiona so anos. m hu ón ci o y ac pensamient
ahogué en vino los recuerdos de lo sucedido. El gato, entretanto, mejoraba poco a poco. Cierto que la órbita donde faltaba el ojo presentaba un horrible aspecto, pero el animal no parecía sufrir ya. Se paseaba, como de costumbre, por la casa, aunque, como es de imaginar, huía aterrorizado al verme. Me quedaba aún bastante de mi antigua manera de ser para sentirme agraviado por la evidente antipatía de un animal que alguna vez me había querido tanto. Pero ese sentimiento no tardó en ceder paso a la irritación. Y entonces, para mi caída final e irrevocable, se presentó el espíritu de la PERVERSIDAD. La filosofía no tiene en cuenta a este espíritu; y, sin embargo, tan seguro estoy de que mi alma existe como de que la perversidad es uno de los impulsos primordiales del corazón humano, una de las facultades primarias indivisibles, uno de esos sentimientos que dirigen el carácter del hombre. ¿Quién no se ha sorprendido a sí mismo cien veces en momentos en que cometía una acción tonta o malvada por la simple razón de que no debía cometerla? ¿No hay en nosotros una tendencia permanente, que enfrenta descaradamente al buen sentido, una tendencia a transgredir lo que constituye la Ley por el solo hecho de serlo? Este espíritu de perversidad se presentó, como he dicho, en mi caída final. Y el insondable anhelo que tenía mi alma de vejarse a sí misma, de violentar su propia naturaleza, de hacer mal por el mal mismo, me incitó a continuar y, finalmente, a consumar el suplicio que había infligido a la inocente bestia. Una mañana, obrando a sangre fría, le pasé un lazo por el pescuezo y
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secuen c i a 11 lo ahorqué en la rama de un árbol; lo ahorqué mientras las lágrimas manaban de mis ojos y el más amargo remordimiento me apretaba el corazón; lo ahorqué porque recordaba que me había querido y porque estaba seguro de que no me había dado motivo para matarlo; lo ahorqué porque sabía que, al hacerlo, cometía un pecado, un pecado mortal que comprometería mi alma hasta llevarla —si ello fuera posible— más allá del alcance de la infinita misericordia del Dios más misericordioso y más terrible. La noche de aquel mismo día en que cometí tan cruel acción me despertaron gritos de: “¡Incendio!” Las cortinas de mi cama eran una llama viva y toda la casa estaba ardiendo. Con gran dificultad pudimos escapar de la conflagración mi mujer, un sirviente y yo. Todo quedó destruido. Mis bienes terrenales se perdieron y desde ese momento tuve que resignarme a la desesperanza. No incurriré en la debilidad de establecer una relación de causa y efecto entre el desastre y mi criminal acción. Pero estoy detallando una cadena de hechos y no quiero dejar ningún eslabón incompleto. Al día siguiente del incendio acudí a visitar las ruinas. Salvo una, las paredes se habían desplomado. La que quedaba en pie era un tabique divisorio de poco
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espesor, situado en el centro de la casa, y contra el cual se apoyaba antes la cabecera de mi lecho. El enlucido había quedado a salvo de la acción del fuego, cosa que atribuí a su reciente aplicación. Una densa muchedumbre habíase reunido frente a la pared y varias personas parecían examinar parte de la misma con gran atención y detalle. Las palabras “¡extraño!, ¡curioso!” y otras similares excitaron mi curiosidad. Al aproximarme vi que en la blanca superficie, grabada como un bajorrelieve, aparecía la imagen de un gigantesco gato. El contorno tenía una nitidez verdaderamente maravillosa. Había una soga alrededor del pescuezo del animal. Al descubrir esta aparición —ya que no podía considerarla otra cosa— me sentí dominado por el asombro y el terror. Pero la reflexión vino luego en mi ayuda. Recordé que había ahorcado al gato en un jardín contiguo a la casa. Al producirse la alarma del incendio, la multitud había invadido inmediatamente el jardín: alguien debió de cortar la soga y tirar al gato en mi habitación por la ventana abierta. Sin duda, habían tratado de despertarme en esa forma. Probablemente la caída de las paredes comprimió a la víctima de mi crueldad contra el enlucido recién aplicado, cuya cal, junto con la acción de las llamas y el amoniaco del cadáver, produjo la imagen que acababa de ver. Si bien en esta forma quedó satisfecha mi razón, ya que no mi conciencia, sobre el extraño episodio, lo ocurrido impresionó profundamente mi imaginación. Durante muchos meses no pude librarme del fantasma del gato, y en todo ese tiempo dominó mi espíritu un sentimiento informe que se parecía, sin serlo, al remordimiento. Llegué al punto de lamentar la pérdida del animal y buscar, en los viles antros que habitualmente frecuentaba, algún otro de la misma especie y apariencia que pudiera ocupar su lugar. Una noche en que, borracho a medias, me hallaba en una taberna más que infame, reclamó mi atención algo negro posado sobre uno de los enormes toneles de ginebra que constituían el principal moblaje del lugar. Durante algunos minutos había estado mirando dicho tonel y me sorprendió no haber advertido antes la presencia de la mancha negra en lo alto. Me aproximé y la toqué con la mano. Era un gato negro muy grande, tan grande como Plutón y absolutamente igual a éste, salvo un detalle: Plutón no tenía el menor pelo blanco en el cuerpo, mientras este gato mostraba una vasta aunque indefinida mancha blanca que le cubría casi todo el pecho.
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I io.
Al sentirse acariciado se enderezó prontamente, ronroneando con fuerza, se frotó contra mi mano y pareció encantado de mis atenciones. Acababa, pues, de encontrar el animal que precisamente andaba buscando. De inmediato, propuse su compra al tabernero, pero me contestó que el animal no era suyo y que jamás lo había visto antes ni sabía nada de él. Continué acariciando al gato y, cuando me disponía a volver a casa, el animal pareció dispuesto a acompañarme. Le permití que lo hiciera, deteniéndome una y otra vez para inclinarme y acariciarlo. Cuando estuvo en casa, se acostumbró a ella de inmediato y se convirtió en el gran favorito de mi mujer. Por mi parte, pronto sentí nacer en mí una antipatía hacia aquel animal. Era exactamente lo contrario de lo que había anticipado, pero —sin que pueda decir cómo ni por qué— su marcado cariño por mí me disgustaba y me fatigaba. Gradualmente, el sentimiento de disgusto y fatiga creció hasta alcanzar la amargura del odio. Evitaba encontrarme con el animal; un resto de vergüenza y el recuerdo de mi crueldad de antaño me vedaban maltratarlo. Durante algunas semanas me abstuve de pegarle o de hacerlo víctima de cualquier violencia; pero gradualmente —muy gradualmente— llegué a mirarlo con inexpresable odio y a huir en silencio de su detestable presencia, como si fuera una emanación de la peste. Lo que, sin duda, contribuyó a aumentar mi odio fue descubrir, a la mañana siguiente de haberlo traído a casa, que aquel gato, igual que Plutón, era tuerto. Esta circunstancia fue precisamente la que le hizo más grato a mi mujer, quien, como ya dije, poseía en alto grado esos sentimientos humanitarios que alguna vez habían sido mi rasgo distintivo y la fuente de mis placeres más simples y más puros. El cariño del gato por mí parecía aumentar en el mismo grado que mi aversión. Seguía mis pasos con una pertinacia que me costaría hacer entender al lector. Dondequiera que me sentara venía a ovillarse bajo mi silla o saltaba a mis rodillas, prodigándome sus odiosas caricias. Si echaba a caminar, se metía entre mis pies, amenazando con hacerme caer, o bien clavaba sus largas y afiladas uñas en mis ropas, para poder trepar hasta mi pecho. En esos momentos, aunque ansiaba aniquilarlo de un solo golpe, me sentía paralizado por el recuerdo de mi primer crimen, pero sobre todo —quiero confesarlo ahora mismo— por un espantoso temor al animal.
ción: incend
conflagra Aquel temor no era insistencia. pertinacia: precisamente miedo de urrucarse. un mal físico y, sin emovillarse: ac ntasías. bargo, me sería imposiquimeras: fa se ble definirlo de otra matrado en que patíbulo: es e. rt ue m de na nera. Me siento casi ejecuta la pe broso. avergonzado de reconocer, ne te e: lúgubr —sí, aún en esta celda de criminales me siento casi avergonzado de reconocer que el terror, el espanto que aquel animal me inspiraba, era intensificado por una de las más insensatas quimeras que sería dado concebir—. Más de una vez mi mujer me había llamado la atención sobre la forma de la mancha blanca de la cual ya he hablado, y que constituía la única diferencia entre el extraño animal y el que yo había matado. El lector recordará que esta mancha, aunque grande, me había parecido al principio de forma indefinida; pero gradualmente, de manera tan imperceptible que mi razón luchó durante largo tiempo por rechazarla como fantástica, la mancha fue asumiendo un contorno de rigurosa precisión. Representaba ahora algo que me estremezco al nombrar, y por ello odiaba, temía y hubiera querido librarme del monstruo si hubiese sido capaz de atreverme; representaba, digo, la imagen de una cosa atroz, siniestra..., ¡la imagen del PATÍBULO! ¡Oh lúgubre y terrible máquina del horror y del crimen, de la agonía y de la muerte! Me sentí entonces más miserable que todas las miserias humanas. ¡Pensar que una bestia, cuyo semejante había yo destruido desdeñosamente, una bestia era capaz de producir tan insoportable angustia en un hombre creado a imagen y semejanza de Dios! ¡Ay, ni de día ni de noche pude ya gozar de la bendición del reposo! De día, aquella criatura no me dejaba un
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secuen c i a 11 instante solo; de noche, despertaba hora a hora de los más horrorosos sueños, para sentir el ardiente aliento de la cosa en mi rostro y su terrible peso —pesadilla encarnada de la que no me era posible desprenderme— apoyado eternamente sobre mi corazón. Bajo el agobio de tormentos semejantes, sucumbió en mí lo poco que me quedaba de bueno. Sólo los malos pensamientos disfrutaban ya de mi intimidad; los más tenebrosos, los más perversos pensamientos. La melancolía habitual de mi humor creció hasta convertirse en aborrecimiento de todo lo que me rodeaba y de la entera humanidad; y mi pobre mujer, que de nada se quejaba, llegó a ser la habitual y paciente víctima de los repentinos y frecuentes arrebatos de ciega cólera a que me abandonaba. Cierto día, para cumplir una tarea doméstica, me acompañó al sótano de la vieja casa donde nuestra pobreza nos obligaba a vivir. El gato me siguió mientras bajaba la empinada escalera y estuvo a punto de tirarme cabeza abajo, lo cual me exasperó hasta la locura. Alzando un hacha y olvidando en mi rabia los pueriles temores que hasta entonces habían detenido mi mano, descargué un golpe que hubiera matado instantáneamente al animal de haberlo alcanzado. Pero la mano de mi mujer detuvo su trayectoria. Entonces, llevado por su intervención a una rabia más que demoníaca, me zafé de su abrazo y le hundí el hacha en la cabeza. Sin un solo quejido, cayó muerta a mis pies. Cumplido este espantoso asesinato, me entregué al punto y con toda sangre fría a la tarea de ocultar el cadáver. Sabía que era imposible sacarlo de casa, tanto de día como de noche, sin correr el riesgo de que algún vecino me observara. Diversos proyectos cruzaron mi fantiles. mente. Por un momento pueriles: in aprisionar r: pensé en descuartizar el da re pa em . cuerpo y quemar los pedaentre muros cubiertos. zos. Luego se me ocurrió revocados: cavar una tumba en el piso liente, parte sa a: ci n lie sa e. del sótano. Pensé también al es que sobr ada us a cl si no convenía arrojar el ez m argamasa: ón. ci cuerpo al pozo del patio o uc tr ns co en la 36
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meterlo en un cajón, como si se tratara de una mercadería común, y llamar a un mozo de cordel para que lo retirara de casa. Pero, al fin, di con lo que me pareció el mejor expediente y decidí emparedar el cadáver en el sótano, tal como se dice que los monjes de la Edad Media emparedaban a sus víctimas. El sótano se adaptaba bien a este propósito. Sus muros eran de material poco resistente y estaban recién revocados con un mortero ordinario, que la humedad de la atmósfera no había dejado endurecer. Además, en una de las paredes se veía la saliencia de una falsa chimenea, la cual había sido rellenada y tratada de manera semejante al resto del sótano. Sin lugar a dudas, sería muy fácil sacar los ladrillos en esa parte, introducir el cadáver y tapar el agujero como antes, de manera que ninguna mirada pudiese descubrir algo sospechoso. No me equivocaba en mis cálculos. Fácilmente saqué los ladrillos con ayuda de una palanca y, luego de colocar cuidadosamente el cuerpo contra la pared interna, lo mantuve en esa posición mientras aplicaba de nuevo la mampostería en su forma original. Después de procurarme argamasa, arena y cerda, preparé un enlucido que no se distinguía del anterior y revoqué cuidadosamente el nuevo enladrillado. Concluida la tarea, me sentí seguro de que todo estaba bien. La pared no mostraba la menor señal de haber sido tocada. Había barrido hasta el menor fragmento de material suelto. Miré en torno, triunfante, y me dije: “Aquí, por lo menos, no he trabajado en vano”. Mi paso siguiente consistió en buscar a la bestia causante de tanta desgracia, pues al final me había decidido a matarla. Si en aquel momento el gato hubiera surgido ante mí, su destino habría quedado sellado, pero, por lo visto, el astuto animal, alarmado por la violencia de mi primer acceso de cólera, se cuidaba de aparecer mientras no cambiara mi humor. Imposible describir o imaginar el profundo, el maravilloso alivio que la ausencia de la detestada criatura trajo a mi pecho. No se presentó aquella noche, y así, por primera vez desde su llegada a la casa, pude dormir profunda y tranquilamente, sí, pude dormir, aun con el peso del crimen sobre mi alma.
ESPAÑOL Pasaron el segundo y el tercer día y mi atormentador no volvía. Una vez más respiré como un hombre libre. ¡Aterrado, el monstruo había huido de casa para siempre! ¡Ya no volvería a contemplarlo! Gozaba de una suprema felicidad, y la culpa de mi negra acción me preocupaba muy poco. Se practicaron algunas averiguaciones, a las que no me costó mucho responder. Incluso hubo una perquisición en la casa; pero, naturalmente, no se descubrió nada. Mi tranquilidad futura me parecía asegurada. Al cuarto día del asesinato, un grupo de policías se presentó inesperadamente y procedió a una nueva y rigurosa inspección. Convencido de que mi escondrijo era impenetrable, no sentí la más leve inquietud. Los oficiales me pidieron que los acompañara en su examen. No dejaron hueco ni rincón sin revisar. Al final, por tercera o cuarta vez, bajaron al sótano. Los seguí sin que me temblara un solo músculo. Mi corazón latía tranquilamente, como el de aquel que duerme en la inocencia. Me paseé de un lado al otro del sótano. Había cruzado los brazos sobre el pecho y andaba tranquilamente de aquí para allá. Los policías estaban completamente satisfechos y se disponían a marcharse. La alegría de mi corazón era demasiado grande para reprimirla. Ardía en deseos de decirles, por lo menos, una palabra como prueba de triunfo y confirmar doblemente mi inocencia. —Caballeros —dije, por fin, cuando el grupo subía la escalera—, me alegro mucho de haber disipado sus sospechas. Les deseo felicidad y un poco más de cortesía. Dicho sea de paso, caballeros, esta casa está muy bien construida... (En mi frenético deseo de decir alguna cosa con naturalidad, casi no me daba
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cuenta de mis palabras). ión. Repito que es una casa de : investigac perquisición excelente construcción. s. re antes: aleg Estas paredes... ¿ya se mar- exult chan ustedes, caballeros?... tienen una gran solidez. Y entonces, arrastrado por mis propias bravatas, golpeé fuertemente con el bastón que llevaba en la mano sobre la pared del enladrillado tras de la cual se hallaba el cadáver de la esposa de mi corazón. ¡Que Dios me proteja y me libre de las garras del archidemonio! Apenas había cesado el eco de mis golpes cuando una voz respondió desde dentro de la tumba. Un quejido, sordo y entrecortado al comienzo, semejante al sollozar de un niño, que luego creció rápidamente hasta convertirse en un largo, agudo y continuo alarido, anormal, como inhumano, un aullido, un clamor de lamentación, mitad de horror, mitad de triunfo, como sólo puede haber brotado en el infierno de la garganta de los condenados en su agonía y de los demonios exultantes en la condenación. Hablar de lo que pensé en ese momento sería locura. Presa de vértigo, fui tambaleándome hasta la pared opuesta. Por un instante el grupo de hombres en la escalera quedó paralizado por el terror. Luego, una docena de robustos brazos atacaron la pared, que cayó de una pieza. El cadáver, ya muy corrompido y manchado de sangre coagulada, apareció de pie ante los ojos de los espectadores. Sobre su cabeza, con la roja boca abierta y el único ojo como de fuego, estaba agazapada la horrible bestia cuya astucia me había inducido al asesinato y cuya voz delatadora me entregaba al verdugo. ¡Había emparedado al monstruo en la tumba! Fuente: Edgar Allan Poe. Cuentos 1. Madrid: Alianza Editorial, 2001. pp. 107-118.
Busca en el diccionario otras palabras que desconozcas y escribe tus propias definiciones. BIBLIOTECA
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secuen c i a 11 El texto dice… 2. Numera en tu cuaderno las siguientes acciones según el orden en que aparecen en el cuento para reconstruir la trama.
Clave de respuestas
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Aparece la imagen del gato en la pared después del incendio.
El texto dice…
7
El segundo gato está desaparecido mientras la policía hace averiguaciones.
3
Cambia el carácter del narrador y agrede a su gato Plutón con un cortaplumas.
2. Organice equipos para que ordenen cronológicamente en su cuaderno los acontecimientos tal como ocurren en el relato. Coordine el intercambio y confirmación de respuestas entre los equipos. (10 min.)
5, 6 y 7. Lea en voz alta las indicaciones de la sección Y tú qué dices… y pida a los alumnos que realicen la actividad. Para finalizar, pida voluntarios para leer los textos que escribieron. (15 min.)
1 El narrador se dispone a contar su historia sin esperar que alguien le crea. 6
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El narrador mata a su esposa y esconde el cadáver. Encuentro en la taberna con un gato igual a Plutón.
2
El narrador habla de su gusto por los animales desde la infancia.
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La policía descubre el cadáver gracias a los quejidos del gato.
3. Comparen su trabajo con el de los otros equipos. Verifiquen las coincidencias y, si es necesario, corrijan el orden cronológico que dieron a las acciones. 4. Seleccionen a un personaje del cuento y describan sus características físicas y su manera de ser. Lean sus descripciones frente al grupo.
Y tú qué dices… 5. Vuelve a leer el fragmento que corresponde al final del cuento “El gato negro” y responde en tu cuaderno qué sentimientos te provocó éste. 6. Algunas personas sienten mucho miedo al ver películas o leer historias de terror. Otros se asustan más con lo que pasa en el mundo que con los cuentos, ¿de cuáles te consideras tú? Escribe tu respuesta, sobre lo que te causa miedo y por qué. 7. Lean en voz alta, frente al grupo, algunos de los textos que escribieron y comenten los trabajos de sus compañeros.
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Temas de reflexión
sesión 3
Recursos de los cuentos de terror Narrador personaje. En muchos cuentos de terror el narrador es uno de los personajes, quien narra en primera persona algo que vivió. Así la historia es más creíble pues transmite las emociones que se quieren provocar en el lector. Incertidumbre. Para crear incertidumbre (no saber qué o por qué pasa algo) los escri-
tores de cuentos de terror plantean preguntas que suscitan curiosidad o duda en el lector, o bien, evitan decir todos los detalles sobre algún suceso, personajes o acción.
Temas de terror. Generalmente los cuentos de terror tratan de la muerte, lo maligno o
siniestro, el dolor físico (la tortura), lo diabólico, lo sobrenatural, la locura, alucinaciones o pesadillas; de la transformación de hechos cotidianos en extraordinarios e inexplicables.
Ambiente. Se crea con la descripción de lugares desolados, amenazantes o lúgubres (ca-
sas antiguas o en ruinas, sótanos, lugares inhóspitos, oscuros o solitarios).
Atmósfera. Se sugiere con la descripción de las sensaciones, emociones y situaciones que viven los personajes: miedo, ansiedad, desesperación, encierro, espera o persecución.
Final sorpresivo o inesperado. El cuento termina en el momento o de la forma menos esperada, de manera que sorprenda al lector. 1. Lean los fragmentos del cuento “El gato negro” que se presentan a continuación y relacionen su contenido con uno de los recursos que se emplean en los cuentos de terror. Para tal efecto, tomen en cuenta las palabras subrayadas y anoten en su cuaderno la letra que corresponda:
A. Narrador personaje
B. Incertidumbre
C. Temas de terror
D. Ambiente
E. Atmósfera
F. Final sorpresivo o inesperado
D.
“…decidí emparedar el cadáver en el sótano, tal como se dice que los monjes de la Edad Media emparedaban a sus víctimas. El sótano se adaptaba bien a este propósito.”
A.
“No espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque simple relato que me dispongo a escribir. Loco estaría si lo esperara, cuando mis sentidos rechazan su propia evidencia. Pero no estoy loco y sé muy bien que esto no es un sueño.”
F.
“¡Había emparedado al monstruo en la tumba!”
B.
“¿Quién no se ha sorprendido a sí mismo cien veces en momentos en que cometía una acción tonta o malvada por la simple razón de que no debía cometerla?”
E.
“En esos momentos, aunque ansiaba aniquilarlo de un solo golpe, me sentía paralizado por el recuerdo de mi primer crimen, pero sobre todo —quiero confesarlo ahora mismo— por un espantoso temor al animal.”
C.
“…un aullido, un clamor de lamentación, mitad de horror, mitad de triunfo, como sólo puede haber brotado en el infierno de la garganta de los condenados en su agonía y de los demonios exultantes en la condenación.”
S ESIÓN 3 Para leer Lea la sección Temas de reflexión para conocer los recursos que se utilizan al escribir cuentos de terror.
• Temas de reflexión Lea en voz alta con sus alumnos los “Recursos de los cuentos de terror” y organícelos en parejas para realizar la actividad. Cuando terminen, revise sus respuestas con base en la clave anterior. (25 min.)
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L i b ro p a r a e l m a e s t ro
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secuen c i a 11 • Lea con el grupo la sección de Palabras indispensables para profundizar en el 2. Los cuentos que se incluyen en esta secuencia tratan del terror frente a lo desconocido y de los miedos ante situaciones reales. En ambos casos, se habla de emociones que contenido del texto leído e definimos con palabras como “miedo”, “susto”, “pánico” y otras como las que se presenindique que continuarán tan a continuación. Lean las siguientes explicaciones y comenten su contenido. trabajando en parejas. Para cerrar la sesión, revise las respuestas con el grupo. (25 min.)
Palabras indispensables
Miedo. Palabra que viene del
latín metus, que significa inquietud o angustia frente a un peligro real o imaginario. Es una emoción que funciona como alarma ante el peligro y se da en distintos grados: susto, alarma, terror y pánico.
susto. Se deriva del latín susci-
tare, que se refiere al hecho de despertarse de un sueño o levantarse de golpe, por lo que coincide con sobresaltarse.
Pánico. En la mitología griega se
asocia con Pan, el dios de los bosques y el campo. Pan se aparecía repentinamente en las noches haciendo ruidos misteriosos que
consulta en el diccionario otras definiciones de estas palabras y escribe tus propias definiciones. BiBLiOTeca
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Libro para el m a e s t ro
causaban miedo a las personas. Se representa con cuernos, nariz chata, barba y patas de cabra.
Temor. Temor y timidez se deri-
van del latín timeo, que significa tener miedo.
alarma. Es una señal de peligro que lleva hacia una actitud defensiva. La expresión tiene su origen en el grito ¡al arma! Terror. Proviene del latín terreo
que significa cercanía con la tierra. De aquí que se asocie con caer al suelo, agacharse para protegerse del peligro, o acabar enterrado en la tumba.
3. De acuerdo con la información anterior, comenta con un compañero si lo que se asevera en cada párrafo es falso o verdadero y anota en tu cuaderno F o V. F
a) El miedo es una reacción de inquietud y angustia frente a un evento planeado y deseado.
F
b) El miedo es una emoción que sirve para hacernos la vida más difícil de lo que de por sí es.
V
c) Se puede jugar con el miedo cuando lo provocamos de manera intencional; por ejemplo, al entrar a una “Casa de los Sustos” o al ver una película de terror.
F
d) La palabra “miedo” proviene del latín mieditis que significa temblor frente a un peligro chiquito.
F
e) La palabra “pánico” es de origen mexicano y se asocia con el Pan de muertos.
ESPAÑOL
I
Para leer
sesión 4
El cuento que leerás ahora no es de terror, pero también trata de miedos: los miedos ocasionados por los problemas y retos a los que se enfrenta una joven común y actual.
Para leer
Lectura del cuento “La señorita Superman y la generación de las sopas instantáneas” para relacionar este texto con el anterior.
1. Lean en voz alta y por turnos el siguiente cuento.
Cuento
2
La señorita Superman y la generación de las sopas instantáneas
• Para leer. Organice al grupo en equipos para leer en voz alta "La señorita Superman…" y para realizar las actividades de esta sección. Recomiende leer el recuadro sobre el uso de las comillas en la página 41 y emplear este recurso. (40 min.)
REgina Swain Baño apresurado a las siete; desnuda y a punto de entrar en la pequeña cámara lava-cuerpos, se lleva la primera sorpresa: NO HAY AGUA CALIENTE. Cree escuchar risitas y enseguida piensa: —Debo estar dormida aún. ¡Café!, un café sería muy bueno, conseguiría con ello abrir los ojos. A tientas busca un cerillo. SSSCRACH, lo prende. Gira la manivela para encender la hornilla. Segunda sorpresa: NO HAY GAS. Nuevas risas bailan al son de una modorra mañanera que no cede. No hay agua caliente… no hay gas… que no cunda el pánico… agua, sí… un vaso de agua sería bueno. El garrafón la contempla impávido y muy, muy vacío. Ella se resigna. Hay que consecuentar estas mañanas como a niños caprichosos. La primera decisión del día sería: ¿baño con agua fría sobre piel caliente, o piel caliente y adormilada bajo la ropa? Gana piel caliente y adormilada. El estómago se hace presente como espíritu chocarrero y ella piensa en las consecuencias que traería engullir un pan con mermelada. ¡Al diablo las consecuencias! Gracias a Dios por el pan de cada día (aunque no haya mermelada). Piensa en la hora. Piensa en qué ponerse.
S ESIÓN 4
Piensa que le han salido arrugas en el alma. Piensa. Afuera, el sol le recuerda insensiblemente su calidad de criatura nocturna, le hiere los ojos y parece preguntarle: —¿Te acuerdas, niña, de las copas de anoche y el joven de los ojos ve. manivela: lla grandes? illa: estufa. rn ho (Ella recuerda más . eño, letargo modorra: su el tequila que los ojos pasible, impávido: im grandes.) indiferente. De pronto, como vorar. en las películas, […] engullir: de podemos apreciar una 41
L i b ro p a r a e l m a e s t ro
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secuen c i a 11 escena retrospectiva en la que una Ella más niña, aunque igual de despeinada, observa el cuidado con el que su madre se maquilla, mientras le dice, con la gracia de una reina: —Ya lo sabes, preciosa: las niñas buenas no toman tequila, sino shirley Temples. Termina la escena y de vuelta al rostro de Ella, ahora con ojos rojos e inyectados. Se encuentra en una casa a oscuras, llena de humo, “jipis” y greñudos por doquier, sentados en flor de loto tan inmóviles que parecen estar jugando a las estatuas de marfil, una, dos y tres así, ríe Ella una risa estridente mientras enciende de nuevo la pipa verde que contiene una hierba verde, para que sus ojos verdes se pongan… ¡rojos! (He aquí nuestro primer error cromático.) —Las niñas buenas no fuman, y tampoco hablan mucho; comen como pajaritos y nunca llegan a su casa
de ples: bebida shirley Tem de y jarabe lima limón a. ad gran s. licos: guerra conflictos bé l de a er report Luisa Lane: rie eta en la se an pl El io diar Superman. personalidad clark Kent: se oculta bajo la que Superman.
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Libro para el m a e s t ro
después de las diez de la noche. ¿Lo entiendes, nena, lo entiendes? —continúa una madrerreina desde su trono hermoso y perfumado. Y la niña contesta: —Pero, ¿y las sopas instantáneas, madre, y las carreras de perro por conseguir trabajo? ¿Y las idas a la penitenciaría a recabar información, dónde meto todo eso? ¿Dónde lo coloco? ¿A un lado de los osos de peluche? ¿Entre las sábanas blancas? ¿Dónde guardo las prostitutas de la Zona, mamá, dónde pongo las angustias? ¿Dónde el miedo de no ser lo suficiente y la sarta de palabras agregable a “suficiente”? Suficientemente linda, suficientemente buena, suficientemente seria, alta, bella, fuerte, brava o experimentada. ¿Cómo viven hoy las niñas buenas, entre gritos y conflictos bélicos, entre azul y buenas noches, entre listas de amores frustrados, líneas de coca y uno que otro arponazo a la conciencia, entre nubes de humo que se burlan? La madre la mira largamente: —¡Ay, niña, no preguntes tonterías! —¿Y la amenaza del SIDA, madre, y los condones de colores, y el borracho de la esquina, dónde, dónde colocarlos? ¿Dónde guardo al niño asesinado, madre, no al niño muerto, al a-se-si-na-do? ¿Dónde guardo los quehaceres innombrables mientras explicas a las amigas del cafecito que a tu niña le ha dado por jugar a Luisa Lane y ser moderna, cuando yo me siento sólo una clark Kent fracasada? ¿Dónde guardo la presión del trabajo, las muertes de migrantes, la mujer de la maquila? ¡Ya no caben con las Barbis! Y es que vivimos en una generación de sopas instantáneas y amores instantáneos, que no duran más de cuatro copas, madre, andamos por la vida con máscara antigases, y nos brotan trincheras en el alma, y bombas en el cuerpo, una generación de “quítate o te como”, “me estorbas, te mato”, donde el compact disc sustituyó al disco de pasta como las computadoras nos sustituyen a nosotros, donde ahora las llamadas por teléfono son de máquina contestadora a contestadora, madre, y la soledad es absoluta. Donde estamos fragmentados, diluidos, reciclados, mientras los que se dicen profetas/defensores ecológicos pululan por las calles pronosticando el último desastre y el número ganador de la lotería, y los clubes de intelectuales te juzgan por la cantidad de hojasgastadastintaderrama-
ESPAÑOL da y se han asociado ya con tiendas y papelerías, […] y se reparten sus ropas, madre, mientras uno se enamora del apóstol reacio y renegado, madre, y se lanza a vivir un amor látex a fuerza de sexo enlatado, madre. Donde estamos solos. Las ocho, se acabó la reflexión de la mañana.
I
Es hora es hora es hora de ir al trabajo. Tercera sorpresa: NO HAY DINERO EN EL BOLSILLO. ¡Claro! Ella se aleja silbando una extraña tonada.
3 y 4. Para terminar la sesión, revise y comente con los alumnos sus respuestas con la siguiente clave. (10 min.)
Clave de respuestas
Regina Swain. La señorita superman y otras danzas. Programa Cultural Tierra Adentro de la Dirección General de Publicaciones del CONACULTA, 1993. No. 61, pp. 51-54.
El texto dice… 2. Escribe en tu cuaderno entre comillas las preguntas que hace la señorita Superman a su madre, relacionadas con los siguientes miedos:
a) A no tener trabajo.
b) A las adicciones.
c) A la violencia.
d) Al fracaso.
2. Los alumnos pueden elegir fragmentos distintos para la misma respuesta, pero las citas deben contener una alusión clara al tema que se plantea en cada inciso. Se anotan los fragmentos más evidentes:
Se usan comilla s en citas textuales para indicar que lo que encie rran es copiado en for ma idéntica de otro texto.
a) -“¿y las sopas instantáneas, madre, y las carreras de perro por conseguir trabajo?” b) -“¿Cómo viven hoy las niñas buenas, entre gritos y conflictos bélicos, entre azul y buenas noches, entre listas de amores frustrados, líneas de coca y uno que otro arponazo a la conciencia, entre nubes de humo que se burlan? ”
3. Escribe en tu cuaderno GN (Gato Negro) o SS (Señorita Supermán) según el tipo de miedos que enfrentan los protagonistas de estos relatos:
GN SS GN SS GN SS GN SS
Miedo a lo desconocido. Miedo a hechos conocidos. Miedo a situaciones sobrenaturales. Miedo a situaciones reales.
c) - “¿Dónde guardo al niño asesinado, madre, no al niño muerto, al a-se-si-na-do?”
Miedo a sucesos misteriosos y extraordinarios. Miedo a sucesos comunes y cotidianos. Miedo a una experiencia rara, insólita, diabólica. Miedo a una experiencia frecuente y contemporánea.
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- “¿Dónde guardo la presión del trabajo, las muertes de migrantes, la mujer de la maquila?”
d) Puede ser cualquiera de los siguientes fragmentos:
- “¿Dónde el miedo de no ser lo suficiente y la sarta de palabras agregable a “suficiente”?”
- “¿Dónde guardo los quehaceres innombrables mientras explicas a las amigas del cafecito que a tu niña le ha dado por jugar a Luisa Lane y ser moderna, cuando yo me siento sólo una Clark Kent fracasada?”
L i b ro p a r a e l m a e s t ro
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s e c uencia 11 4. Comenten las siguientes preguntas:
SESIÓN 5
Para investigar
sesión 5
• Lea con el grupo la descripción de un guión de audiocuento. (50 min.)
44
Libro para el m a e s t ro
Para investigar
• Por género: cuentos de terror, relatos de misterio, narrativa de terror. • Por tema: terror, miedo, susto, etcétera. 2. Revisen el índice de los libros que localicen y lean los cuentos que llamen su atención. 3. Elijan el cuento que más les guste para grabarlo en voz alta y con efectos de sonido. Debe ser un cuento apropiado para la dramatización con voces del narrador y de los personajes. 4. Fotocopien el cuento o transcriban las partes esenciales, pues los necesitarán para elaborar el guión para la audiograbación.
sesiones 6 y 7
Para escribir Guión de audiocuento un guión de audiocuento es un escrito que funciona como una guía de acción, clara
y precisa, para la grabación en audio de un cuento. El guión integra los elementos necesarios para la grabación: la historia, narrador, personajes, diálogos, música, ambientes y efectos de sonido. Para el guión de un audiocuento de terror tienes que pensar en:
el cuento de terror que seleccionaron. el narrador de la historia. Los personajes que toman parte en la historia y sus diálogos. Los efectos de sonido, tales como: música y efectos de sonido para ambientar, enfatizar las emociones de los personajes o marcar el cambio de escena. Por ejemplo: sonidos o ruidos de bosque, calle, mercado, etcétera.
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Creación del guión para la grabación de un audiocuento de terror.
b) ¿Se han hecho alguna de las preguntas que la Señorita Superman se hace?
• Por autor: Edgar Allan Poe, Horacio Quiroga, Stephen King, Howard Lovecraft, u otros.
• Informe al grupo que en la siguiente sesión crearán el guión para grabar el cuento que hayan seleccionado. (50 min.) Para escribir
1. Busquen cuentos de terror y sobre miedos en la biblioteca de aula o escolar (en su CD de Español se incluyen algunos cuentos breves que pueden servirles). Pueden localizarlos a partir del nombre del autor, por el género o por el tema. Por ejemplo:
- incluyan algunos diálogos.
SESIÓN 6
a) ¿Qué les parece más estremecedor: el miedo a un gato negro o el miedo frente a la realidad que tienen que afrontar día a día?, ¿por qué?
La búsqueda que harán a continuación tiene el propósito de elegir un cuento de terror. A partir de ese cuento, crearán un guión para hacer la audiograbación del mismo. Para tal efecto, lleven a cabo las siguientes actividades:
Búsqueda y selección de un cuento de terror para elaborar el guión de un audiocuento.
• Lea en voz alta con los alumnos las indicaciones para la búsqueda que se propone en el Libro para el alumno. Organice al grupo en equipos y apoye la realización de su trabajo con acciones como las siguientes: facilite el uso de los libros de la Biblioteca de Aula y colabore en la selección de cuentos breves que: - describan elementos que se puedan representar con efectos sonoros, e
ESPAÑOL
I
¿Qué tengo que hacer? 1. En la actividad de Para investigar seleccionaron un cuento de terror. Conviertan ese cuento en un guión que sirva para grabarlo y presentarlo en una narración radiofónica. Sigan estos pasos: • Lean el cuento que eligieron e identifiquen lo que dice el narrador y lo que dicen los personajes. • Identifiquen si hay cambios de escena para marcarlos con música o efectos de sonido.
1. Lea la sección ¿Qué tengo que hacer? Organice equipos y pídales que escriban un borrador de guión de audiocuento de terror a partir del relato que seleccionaron en la sesión anterior.
• Identifiquen en el cuento las partes que se pueden acompañar con efectos de • Revise con ellos el Texto modelo y aclare las dudas. sonido y escriban entre paréntesis, donde corresponda, por ejemplo: sonidos de pasos, chirriar de puertas, gritos de desesperación, manija que gira, alarmas, camInvítelos a elegir efectos panas, cosas que caen, ruidos de animales, de automóvil. sonoros para incluir en
distintas partes del guión.
• Escriban el guión en dos columnas: en la izquierda coloquen los nombres de los personajes, del narrador y del operador (el operador es quien pone los efectos especiales y la música); y en la derecha anoten los diálogos de los personajes o la narración y, con letra mayúscula, las indicaciones para el operador. Cuando incorporen indicaciones dentro de la narración, escríbanlas entre paréntesis y con letra mayúscula. Texto modelo: Guión de audiocuento
GUIÓN DE AUDIOCUENTO
La mano ramón GómEz dE la SErna
Título: Autor: Adaptación: Duración:
La mano
Ramón Gómez de la Serna Valentina Pérez y Emiliano Cruz 7 minutos
Operador: Operador: SONIDO DE SIRENA POLICÍACA, QUE BAJA SUAVEMENTE
El doctor Alejo murió asesinado. Indudablemente murió estrangulado. Nadie había entrado en la casa, indudablemente nadie, y aunque el doctor dormía con el balcón abierto, por higiene, era tan alto su piso que no era de suponer que por allí hubiese entrado el asesino. La policía no encontraba la pista de aquel crimen, y ya iba a abandonar el asunto, cuando la esposa y la criada del muerto acudieron despavoridas a la Jefatura. Saltando de lo alto de un armario había caído
Narrador: Narrador:
(CON VOZ PAUSADA) El doctor Alejo
murió asesinado. Indudablemente murió estrangulado.
Operador: Operador: PAUSA CON MÚSICA QUE SUGIERE SUSPENSO Narrador: Narrador:
Nadie había entrado en la casa, indudablemente nadie, y aunque el doctor dormía con el balcón abierto, por higiene, era tan alto su piso que no era de suponer que por allí hubiese entrado el asesino.
Operador: Operador: MURMULLO DE GENTE Narrador: Narrador:
La policía no encontraba la pista de aquel crimen, y ya iba a abandonar el asunto, cuando la esposa y la criada del muerto (SONIDO DE TACONEOS APRESURADOS)
acudieron despavoridas a la Jefatura. 45
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secuen c i a 11 sobre la mesa, las había mirado, las había visto, y después había huido por la habitación, una mano solitaria y viva como una araña. Allí la habían dejado encerrada con llave en el cuarto. Llena de terror, acudió la policía y el juez. Era su deber. Trabajo les costó cazar la mano, pero la cazaron y todos le agarraron un dedo, porque era vigorosa como si en ella radicase junta toda la fuerza de un hombre fuerte. ¿Qué hacer con ella? ¿Qué luz iba a arrojar sobre el suceso? ¿Cómo sentenciarla? ¿De quién era aquella mano? Después de una larga pausa, al juez se le ocurrió darle la pluma para que declarase por escrito. La mano entonces escribió: «Soy la mano de Ramiro Ruiz, asesinado vilmente por el doctor en el hospital y destrozado con ensañamiento en la sala de disección. He hecho justicia». Fuente: Ramón Gómez de la Serna (2006). En Ciudad Seva. Recuperado el 22 de mayo de 2006, de http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/ gomez/mano.htm
Esposa:
Saltando de lo alto de un armario había caído sobre la mesa (SONIDO DE UN GOLPE SECO). Esa cosa nos ha mirado, nos ha visto, y después ha huido por la habitación. Es una mano solitaria y viva como una araña. (SONIDO DE ALGO QUE SE ARRASTRA CON VELOCIDAD) Allí la dejamos, encerrada con llave en el cuarto.
Operador: PAUSA CON MÚSICA DE MISTERIO Narrador: Llena de terror, acudió la policía y el juez. Era su deber. Trabajo les costó cazar la mano (SONIDO DE COSAS QUE
CAEN Y SE ROMPEN, GOLPES Y QUEJIDOS),
pero la cazaron y todos le agarraron un dedo, porque era vigorosa corno si en ella radicase junta toda la fuerza de un hombre fuerte.
Operador: MÚSICA SUBE BREVEMENTE. BAJA HASTA DESAPARECER
Narrador: ¿Qué hacer con ella? ¿Qué luz iba a arrojar sobre el suceso? ¿Cómo sentenciarla? ¿De quién era aquella mano? (SONIDO DE UNA CAMPANILLA Y UN GOLPE DE MARTILLO)
Después de una larga pausa, al juez se le ocurrió darle la pluma para que declarase por escrito. La mano entonces escribió: (CON VOZ TENEBROSA) «Soy la mano de Ramiro Ruiz, asesinado vilmente por el doctor en el hospital y destrozado con ensañamiento en la sala de disección. He hecho justicia».
Operador: MÚSICA SUBE BREVEMENTE. BAJA HASTA DESAPARECER
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Libro para el m a e s t ro
ESPAÑOL
I
Temas de reflexión Uso de la lengua Segmentación de artículos. El, la, los, las, un, una, unos y unas, son palabras
llamadas artículos. Su función es precisar de qué sustantivo se habla: el gato negro, un gato negro. Aunque son muy cortas, son palabras independientes que se escriben separadas de los sustantivos que les siguen: Incorrecto: elgato, lasopa, undía, unaseñora
Consulta manuales de gramática y ortografía para saber más sobre los artículos y otras clases de palabras.
Correcto: el gato, la sopa, un día, una señora
BIBLIOTECA
2. Completa las siguientes oraciones, tomadas de “El gato negro”, con los artículos que sean adecuados, elige entre: el, la, las, los, un, una, unos.
Mi mujer creía que todos Plutón —tal era
el
los
S ESIÓN 7 Para escribir
gatos negros son brujas metamorfoseadas.
nombre del gato— se había convertido en mi fa-
vorito y mi camarada. Una
vez más me hundí en los excesos y muy pronto ahogué en vino
los
recuerdos de lo sucedido.
3. Localiza en el siguiente texto las palabras que están unidas incorrectamente. Vuelve a escribirlo separando los artículos de los sustantivos:
Elestómago se hace presente como espíritu chocarrero y ella piensa en lasconsecuencias que traería engullir unpan con mermelada.
Temas de reflexión: segmentación de artículos, palabras graves y regla de acentuación, y uso de paréntesis en acotaciones. Revisión del texto escrito. • Temas de reflexión Lea en voz alta la sección, aclare las dudas que surjan con la resolución colectiva de algunos de los ejercicios propuestos en el pizarrón. (20 min.)
Palabras graves y regla de acentuación. Las palabras que tienen el acento en la penúltima sílaba se llaman palabras graves. Ejemplo:
Clave de respuestas
ca-dá-ver
Última sílaba
Penúltima sílaba
Antepenúltima sílaba
Regla: Se acentúan las palabras graves que no terminan en n, s o vocal: Sin acento: caminen, suaves, sombrero (terminan en n, s, y vocal) Con acento: ágil, álbum, carácter
3. El estómago se hace presente como espíritu chocarrero y ella piensa en las consecuencias que traería engullir un pan con mermelada. 47
L i b ro p a r a e l m a e s t ro
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secuen c i a 11 4. Observa en las siguientes oraciones las palabras graves que están subrayadas y coloca el acento ortográfico en las que lo requieran, de acuerdo con la regla de acentuación:
4. fácil
cadáver
carácter
apóstol
Sin lugar a dudas, sería muy facil sacar los ladrillos en esa parte, introducir el cadaver y tapar el agujero como antes.
… mi temperamento y mi caracter se alteraron radicalmente por culpa del demonio.
látex
Uno se enamora del apostol reacio y renegado.
Y se lanza a vivir un amor latex a fuerza de sexo enlatado, madre.
• Organice equipos para que lean la sección Revisión y presentación y dé un tiempo para que revisen su texto con las pautas indicadas. (30 min.) • TAREA: Recomiéndeles preparar la audición del guión que escribieron considerando los puntos que se señalan en el libro para el alumno.
Paréntesis en acotaciones. Los paréntesis ( ) son signos de puntuación que destacan que una parte de la oración es ajena. Cuando se utilizan en guiones de radio, televisión o audiocuento, sirven para distinguir las acotaciones, que señalan lo que hacen los personajes o describen los ambientes, los efectos sonoros y el volumen. Ejemplo:
Llena de terror, acudió la policía y el juez. Era su deber. Trabajo les costó cazar la mano (SONIDO DE COSAS QUE CAEN Y SE ROMPEN, GOLPES Y QUEJIDOS), pero la cazaron y todos le agarraron un dedo, porque era vigorosa…
Cuando utilices estos signos cuida abrir ( y cerrar ) el paréntesis.
Revisión y presentación 5. Intercambien su guión de audiocuento con otro equipo. Después de la revisión, corríjanlo de ser necesario: aspectos Ideas / Contenido Organización
Revisa si: Se basa en un cuento de terror. El guión escrito está en dos columnas: En la izquierda, los personajes, el narrador y el operador.
Oraciones Ortografía y puntuación
En la derecha, la narración, los diálogos y las acotaciones. Separaron adecuadamente las palabras, en especial los artículos de los sustantivos. Las acotaciones están escritas entre paréntesis. Acentuaron correctamente las palabras graves.
sesión 8
Para terminar audición de cuentos de terror 1. Para concluir esta secuencia organicen una sesión de audiocuentos de terror.
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Libro para el m a e s t ro
ESPAÑOL
I
La sesión de audiocuentos es una reunión para escuchar las grabaciones en audio de cuentos, con el acompañamiento de música y efectos sonoros.
S ESIÓN 8
a) Realicen la grabación en audio del guión que elaboraron:
• Elijan quién hará las voces del narrador y los personajes. • Escuchen efectos sonoros incluidos en su CD de Recursos y si lo desean elijan alguno. • Antes de la grabación hagan varios ensayos de la lectura del guión y decidan dónde incluir la música y los efectos sonoros. • Para hacer la grabación sólo necesitan un casete y una grabadora. En caso de no tener estos aparatos, pueden hacer una lectura dramatizada y crear los efectos sonoros en el escenario. Por ejemplo, para el fuego pueden arrugar un papel celofán.
Audición de cuentos de terror y comentarios finales.
2. Escuchen los audiocuentos de terror de cada uno de los equipos.
a) Comenten su experiencia en la producción del audiocuento que grabaron y su vivencia al escuchar los audiocuentos de sus compañeros. b) Por último, comenten, ¿qué se puede hacer para enfrentar el miedo?
Para terminar
1. Para terminar, coordine la organización y presentación de los audiocuentos, así como una ronda de comentarios sobre los miedos y cómo afrontarlos. (50 min.)
Para saber más… en tu CD enContraráS: • • • • • • •
Audiotexto “El gato negro”, de Edgar Allan Poe Cuento “El almohadón de plumas” de Horacio Quiroga Cuento “El retrato oval” de Edgar Allan Poe Cuento “Morella” de Edgar Allan Poe Cuento “La máscara de la muerte roja” de Edgar Allan Poe Cuento “La cafetera” de Théophile Gautier Efectos sonoros
ConSulta en internet laS SiguienteS páginaS: Cuentos de Edgar Allan Poe. www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/poe/eap.htm Cinco cuentos de terror. http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/act_permanentes/teatro/index_enca.htm Cuentos de H.P. Lovecraft. http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/lovecraf/hpl.htm Cuentos de Horacio Quiroga. http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/quiroga/hq.htm
BiBlioteCaS eSColareS y De aula Los mejores cuentos de terror Monstruos, locos y bromistas macabros, un misterioso amuleto que anuncia un destino fatal y la ventana abierta a lo desconocido. En estas páginas se reúnen los autores de algunos de los mejores relatos y novelas de horror de la historia, y todos están dispuestos a impedir que hoy duermas tranquilo. Bram Stoker, Edgar Allan Poe et al. Los mejores relatos de terror. México: SEP/Ediciones Jaguar, Libros del Rincón, 2002. 49
L i b ro p a r a e l m a e s t ro
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secuencia 12
Puro teatro
E
l proyecto de esta secuencia es llevar a cabo un taller de teatro, que consiste en preparar y organizar con el grupo la representación de obras de teatro basadas en textos escritos por los alumnos. Como punto de partida, se leerán y comentarán obras de teatro y llevarán a cabo un teatro en atril así como juegos de expresión corporal, de construcción de personajes y de improvisación. Los alumnos escribirán un texto dramático que servirá para el montaje escénico con el que concluirá la secuencia.
S e S1 i ó n sesión
1
Para empezar 1. Ve el video en el que un grupo de adolescentes representa una obra de teatro. Comenta con tus compañeros lo que sabes acerca del teatro, si has participado en alguna obra, ya sea como actor o como espectador y, en tal caso, lo que te pareció esa experiencia. 2. Escuchen la lectura del siguiente texto dramático, que será leído por su maestro y por dos de sus compañeros, quienes leerán los parlamentos de los personajes.
Tercera llamada, comenzamos… PERSONAJES: RODRIGO, un adolescente. MARISOL, una adolescente. ESTUDIANTES, alumnos y alumnas de Telesecundaria. ACTO ÚNICO Es mediodía y, en el patio de la Telesecundaria, los alumnos y alumnas de primer grado preparan la puesta en escena de las obras de teatro que están a punto de representar. Unos estudiantes acomodan las sillas para el público; otros montan la escenografía y acomodan la utilería; algunos más ensayan sus parlamentos y movimientos, o preparan su maquillaje y vestuario. Rodrigo, un adolescente alto y robusto, vestido como revolucionario zapatista, ve pasar y se acerca a Marisol, una chica morena de ojos grandes y expresivos, con largas trenzas y vestido largo con holanes. RODRIGO: (titubeando) Mari, Marisol… te quiero… te quiero decir algo antes de que comience la obra. Es algo importante, sobre los papeles que nos tocaron interpretar. MARISOL: (alarmada) ¡Qué!, ¿no me sale bien el papel de la hija estudiosa y rebelde del gobernador porfirista? ¿No te gusta cómo digo mis parlamen-
Plan de sesiones
50
Sesiones
Actividades
Recursos Tecnológicos
Sesión 1 Para empezar
• Observación y comentario de video. • Lectura del texto dramático Tercera llamada, comenzamos... • Taller de expresión corporal. • Caracterización de personajes. • Audición y lectura de la obra de teatro El novio del tranvía número setenta y nueve. • Realización de juego de entonación. • Lectura y comentario de la obra de teatro El beso que embaraza. • Realización de juegos de improvisación.
• Video.
Sesión 2 Taller de construcción de personajes 1º L 5 Sesión 3 Taller de improvisación Sesión 4 Taller de teatro en Atril
Sesión 5 Taller escritura 1º L 5 Sesión 6 Taller de montaje Sesión 7 Ensayo general Sesión 8 Para terminar 50
Libro para el m a e s t ro
• Lectura y comentario de la obra de teatro Farsa del valiente Nicolás. • Transformación de un texto en prosa a diálogo. • Lectura y resolución de Temas de reflexión: uso de signos de admiración e interrogación, dos puntos y paréntesis en la escritura de diálogos. • Escritura de un texto dramático. • Organización y ejecución de tareas para preparar el montaje de las obras de teatro. • Realización del ensayo general. • Organización de la presentación de las obras de teatro. • Presentación de obras de teatro y cierre de la secuencia.
• Audiotexto de la obra de teatro El novio del… • Grabadora de audio: grabar diálogo con distintas intenciones
ESPAÑOL tos? ¡Ah, ya sé!, mi actuación no es convincente cuando salgo corriendo después de que tú me confiesas que estás enamorado de la antipática hija del terrateniente y no de mí, o es que… RODRIGO: (la interrumpe) No, no, para nada, si tú haces súper ese papel. Creo que es a mí al que no se le da tan bien esto de la actuación. El problema es que me gustas más tú que la Guille, que tiene ese papel de la muchacha rica, bonita y malcriada, y cuando me toca tomarla de las manos y decirle que estoy perdidamente enamorado de ella, pues, como que no me sale muy natural. MARISOL: Oye, Rodri, así es el teatro. Tienes que actuar como el personaje que te tocó. Ponerte en sus zapatos, como dice la maestra. En el escenario no eres tú, o bueno, sí eres tú, pero juegas a que eres otro, en otra época, en otro lugar. Nomás es un ratito, eso es lo emocionante. Cuando acaba la obra: tan tan, aplausos y otra vez vuelves a ser tú. RODRIGO: Sí, sí, ya lo sé, sólo que la Guille se emociona mucho y a la hora en la que le declaro mi amor, bueno, no mío sino el del caudillo del Sur, ella se me acerca demasiado y me pone tan nervioso que hasta se me olvida lo que tengo que decir sobre los terratenientes, la tierra y la libertad.
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MARISOL: Guille quiere que su papel sea creíble, se pasó toda la semana ensayando. Yo le ayudé con el diálogo de la escena de amor donde tú, bueno, no tú, sino el caudillo le lanza los canes. Yo le aconsejé acercarse con carita enamorada a ti, bueno, no a ti, sino al caudillo. ¡Ay!, ya me estás haciendo bolas. Mira, mejor procura interpretar muy bien a tu personaje y cuando acabe la obra nos vamos juntos, ¿sale? RODRIGO: ¿Juntos? Sí, sí, sale. Ya no me siento tan confundido. La verdad, me gusta mucho este taller de teatro y esta obra y… ¿Sabes qué, Mari, Marisol? (toma las manos de la chica) Te quiero… te quiero decir que si me queda bien el papel del caudillo va a ser por tu ayuda. MARISOL: (titubeando) Yo también te quiero… te quiero decir, Rodri, que… (señalando a la cara y la cabeza del chico) ya nada más te falta pintarte bien el bigote y acomodarte el sombrero. Y yo, ¿qué tal me veo? RODRIGO: (emocionado) ¿Tú?, te ves como una reina, como una flor, como una nube, como una estrella, como una gota de rocío, como… Telón.
El proyecto de esta secuencia es representar una obra corta escrita en equipos. Para ello, realizarás juegos de expresión corporal y breves dramatizaciones, leerás algunos diálogos divertidos e interesantes obras de teatro. También conocerás cómo se hace el montaje de la obra para presentarla con tus compañeros en la última sesión.
Manos a la obra Taller de expresión corporal 3. Elijan dos de los siguientes juegos de expresión corporal y preparen el espacio para llevarlos a cabo.
Procuren que la participación individual en los juegos sea voluntaria y que las actividades se lleven a cabo de manera espontánea (con lo primero que se les ocurra decir o hacer). Eviten que el juego sea lento o que el ánimo decaiga. Entre más rápido se realicen las acciones, más divertidos resultarán los juegos. 51
Sesión 1
Para empezar
Introducción a los propósitos y al desarrollo del taller de teatro mediante un video, lectura de “Tercera llamada, comenzamos…”, y realización del Taller de expresión corporal.
1. Invite a los alumnos a ver el video y propicie comentarios sobre si han participado como actores en alguna representación teatral o si han asistido al teatro alguna vez. Pida que relaten sus experiencias al respecto. Al terminar, lea con los alumnos el texto dramático “Tercera llamada, comenzamos…”. (20 min.)
3. Taller de expresión corporal. Invite a los alumnos a realizar dos de los juegos de expresión corporal descritos en la secuencia de aprendizaje. Se trata de juegos que tienen la finalidad de motivar la expresión, desinhibir y despertar el interés de los alumnos por el juego escénico. Es necesario que despejen un área del salón donde puedan desplazarse con cierta libertad. Es importante explicar las reglas del juego con claridad para no propiciar el desorden y que el moderador indique las acciones con rapidez, pues así resultarán más divertidos los juegos. (25 min.)
• Propicie el comentario de los alumnos acerca de lo que les pareció la lectura y las actividades llevadas a cabo en la sesión. (5 min.)
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a) El juego “¡Quiúbole!” consiste en que todos los alumnos caminan en distintas direcciones por el salón y se saludan con un compañero, cada vez que se encuentren de frente. La manera de saludarse será indicada por un moderador elegido previamente. Éste puede ser un alumno o el maestro, quien dictará una manera especial de hacer el saludo y la cambiará por otra después de un minuto, aproximadamente. Pueden saludarse como lo harían: • los marcianos. • los políticos. • los hombres y las mujeres de la prehistoria. • sólo con expresiones de la cara. • sólo con movimientos de los pies y hombros. • si tuvieran mucho sueño. • si tuvieran ganas de hacer pipí.
b) El juego “Marioneta-Marionetista” se lleva a cabo en parejas. Consiste en que un alumno actúa como marioneta, imaginando que sus brazos y cabeza cuelgan de hilos, mientras su compañero actúa como un marionetista, jalando los hilos para dirigir los movimientos de la marioneta. • La marioneta puede mover los labios sin emitir sonido, mientras el marionetista dice en voz alta algunas palabras, saludos o chistes. • Cuando el marionetista deja de mover los hilos o guarda silencio, la marioneta se queda quieta o sin mover los labios, según corresponda. • Después intercambian los papeles. • El juego se puede realizar por turnos, en los que cada pareja pasa al frente del grupo, o bien, con la actuación de todas las parejas de manera simultánea.
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Libro para el m a e s t ro
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c) El juego de los “Cuatro rincones” se lleva a cabo con un moderador previamente elegido que dará las indicaciones y con cuatro equipos, cada uno de los cuales elegirá un rincón para permanecer ahí durante dos minutos, aproximadamente. Cuando el moderador indique: “¡Cambio!”, todos los equipos cambiarán de rincón, hasta haber pasado por los cuatro lugares. A cada rincón se le asignará previamente una situación específica que los equipos deberán representar: • Un rincón será el lugar de la carcajada, ahí se contarán chistes o se dirán cosas que provoquen la risa. • Otro será el rincón de la pelea, ahí el equipo en turno discutirá con alguien imaginario y defenderá sus ideas y puntos de vista sobre cualquier asunto también imaginario. • El tercero será el rincón de las disculpas, ahí todo el equipo se portará apenado y ofrecerá disculpas prometiendo no volver a “portarse mal” ni a hacer “travesuras”. • En el cuarto rincón se tratará de vender alguna cosa, la cual se presentará como una maravilla; se trata de convencer a alguien imaginario de aceptar la oferta.
4. Por último, hagan una ronda de comentarios finales sobre lo que les pareció la lectura del diálogo "Tercera llamada, comenzamos…" y las actividades de esta primera sesión del Taller de teatro.
Taller de construcción de personajes
sesiÓn 2
1. En esta sesión se harán algunos juegos para representar diversos personajes.
Sesión 2 Para poder representar a un personaje debemos encontrar la manera de darle vida con nuestros movimientos. Construir un personaje requiere visualizarlo y darle características físicas y de modo de ser.
a) El juego “¿Cómo soy?” consiste en que cada alumno imagina un personaje y escribe una lista de sus características tanto físicas como de manera de ser. Luego pasan voluntarios a representar su personaje ante el grupo. Al final muestran la lista y los demás comentan si la representación del personaje coincide con la lista de características.
Taller de construcción de personajes Juegos de representación de personajes y escucha del audiotexto de un diálogo. Los alumnos imitan las voces del diálogo modelado en la grabación.
1. Proponga a los alumnos que imaginen un personaje y escriban sus características. Pida a algunos 5 3 voluntarios que representen su personaje frente al grupo. (15 min.) L i b ro p a r a e l m a e s t ro
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cia 12 2. Comente secuen a los alumnos que van a escuchar un audiotexto para observar la expresividad que dan los 2. Escuchen el siguiente audiotexto y sigan la lectura en su libro. actores a las voces de los personajes. (10 min.)
Para leer
Audiotexto: Obra de teatro
El novio del tranvía número setenta y nueve Béla SzeneS
Hacía años que no hablaba con Imre Benedek. Esta tarde nos hemos encontrado en el tranvía número setenta y nueve. Estamos sentados junto a la ventanilla, uno frente al otro. YO: ¿Cómo te encuentras? ÉL: (Con el rostro radiante.) Maravillosamente bien. YO: ¿A quién le llevas esas lindas flores? ÉL: (Orgulloso.) No es a mi abuela, precisamente. YO: ¿Es bonita? ÉL: Maravillosa. YO: ¿Casada? ÉL: (Llamándole al orden.) Una muchacha soltera, muy distinguida. YO: ¡Supongo que no pensarás casarte! ÉL: ¿Y por qué no he de casarme? Gano tres mil coronas mensuales. Y tengo un apartamento. (Hace una pausa.) ¿Conoces a Arányi, el de nuestro Banco? YO: No. ÉL: El pobre viejo se encuentra muy mal. Si muere, ascenderé a cajero. Gracias a Dios, tengo suerte en todo. Además, el padre de Aurora es un hombre rico, muy rico. YO: Que sea enhorabuena, amigo. ÉL: Gracias. Aunque debo decirte que la noticia no se ha hecho pública todavía. Es un asunto arreglado, pero no se conoce aún. EL COBRADOR: ¿Quieren hacer el favor de darme los billetes? ÉL: Abonado. YO: Pase. EL COBRADOR: Gracias. (Se va.) ÉL: La muchacha es muy bonita. El viejo tiene dos casas en el Gran Bulevar. Aurora es hija única. En estos últimos tiempos, el viejo ha ganado mucho en la Bolsa; es un antiguo usurero; pero a mí eso no me interesa. No me caso con él, sino con su hija, ¿no es cierto? Te digo que el viejo se opone a la boda; pero Aurora… (se calla y acaricia suavemente las flores.) YO: ¡Oh, el amor! 54
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ÉL: Sí, ésa es la justa palabra. EL CONDUCTOR: ¡Puente Margarita, lado de Pest! Llegan nuevos viajeros; se sientan junto a nosotros una señora gruesa y otra delgada. Las dos damas prosiguen una conversación ya comenzada. LA GRUESA: Aurora no me dijo nada el otro día. LA DELGADA: Porque la cosa no es pública todavía. LA GRUESA: ¿Y quién es él? LA DELGADA: Han dado muy buenos informes. Está en un banco, y pronto ascenderá a cajero. LA GRUESA: Es un buen empleo. LA DELGADA: Sí. YO: (Mira a ÉL, quien le hace señas con los ojos para que atienda a la conversación.) LA GRUESA: Tiene un apartamento. LA DELGADA: En estos tiempos, eso es un verdadero premio gordo. YO: (Mira sonriente a Benedek, cuyo rostro irradia orgullo.) LA GRUESA: Además no sería difícil que encontraran un apartamento mayor en una de las casas del viejo. LA DELGADA: El viejo, aquí entre nosotras, ha robado bonitas sumas. YO: (Mira a ÉL, quien le hace señas de que indudablemente se refieren a él.) LA GRUESA: ¿Y es mucho el amor? LA DELGADA: ¡Muchísimo! ÉL: (Resplandece de excesivo orgullo.) LA DELGADA: (Después de una breve pausa.) Pero sólo por parte del joven. Me han dicho que Aurora no lo puede soportar. ¡Pobre muchacho! YO: (Mira a ÉL a hurtadillas.) (ÉL enrojece avergonzado.) LA GRUESA: ¡Que no puede soportarlo! ¿Por qué? ¿Sigue enamorada del teniente? LA DELGADA: ¿Y acaso no es lógico? El teniente es un hombre espléndido, da gusto mirarlo. Después de
ESPAÑOL la desgracia, el viejo habló con él; pero el teniente no estaba dispuesto a casarse. LA GRUESA: ¿Y el novio lo sabe? LA DELGADA: No sabe nada. Figúrate tú; aun después de lo ocurrido, Aurora sólo consiente en ser su mujer por las amenazas del viejo usurero. LA GRUESA: ¿Tan feo es el novio? YO: (Mira a ÉL, quien se muerde los labios y observa atentamente las casas del bulevar Margarita.) LA DELGADA: Según Aurora, no sólo es feo, sino que, además, tiene la cabeza hueca y es un ser desagradable. Además, está enfermo. Se trata de una grave enfermedad; él mismo lo ignora, pues su familia y los médicos se lo ocultan. YO: (Mira a ÉL a hurtadillas. Éste último en su dolor, estruja las flores.) LA GRUESA: ¿Y cómo se llama el joven? LA DELGADA: ¿Qué cómo se llama?... Espera, voy a decírtelo enseguida. Anoté su nombre, pues he prometido informarme sobre él. (Revuelve en su bolso.) Sólo recuerdo que su apellido comienza con la letra B… ÉL: (Está pálido como un muerto. Su frente se baña en sudor. Apoya la cabeza en el cristal de la ventanilla.) LA DELGADA: (De pronto.) ¡Ya sé! Bien segura estaba de que el apellido comenzaba con B. Se llama Pedro Balog, y vive en la calle Mester. ÉL: (Lanzando un suspiro de alivio.) ¡Gracias a Dios! La gruesa y la delgada no comprenden lo que le ocurre a aquel señor que está sentado junto a la ventanilla. Imre Benedek se levanta, y se va sin despedirse casi. Su novia vive en la plaza Széna. Al salir del tranvía, enjuga el sudor de su frente. El tranvía da una vuelta, pero sigo viendo un momento a Benedek, quien, después del tormento sufrido, camina tranquilo y con ágiles pasos hacia una casa de la plaza. En la puerta se detiene un instante y arregla las estrujadas flores. Veo su rostro, que vuelve a irradiar satisfacción. En aquel mismo momento la señora delgada acerca más el papel a sus ojos y dice:
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LA DELGADA: ¿He dicho Pedro Balog?... Me equivoqué… Ése es, seguramente, el nombre del nuevo sastre… Más abajo tengo escrito otro nombre… Imre Benedek… Sí, ahora lo recuerdo: el novio de Aurora se llama Imre Benedek.
3. Intenten imitar lo mejor posible el último parlamento de LA DELGADA siguiendo las distintas entonaciones del audiotexto: triste, enojada, alegre, asustada, enamorada. Pueden repetirlo varias veces hasta lograr la intención con que se dice el texto. 4. Elaboren una lista con las características de los personajes que intervienen en la historia recién leída. 5. Lean y comenten frente al grupo los trabajos realizados.
Bela Szenes. En Cuentos húngaros. Salvador Bueno (comp.) Arte y Literatura, Habana, 1976: pp. 179-184.
de voz: la de ejercicio n Propósitos la repetició voz alta o n e n ra o tu c c , le onaje de un pers es, ayuda del diálogo n e inte cion s o n to s to distin ctitudes, distintas a r dicho a expresar e puede se u q n o c s e emocion esas Identificar el diálogo. grar una rve para lo si s ia c n re dife personaje. zación del ri te c ra a c mejor
3. Explique al grupo que van a repetir, imitando lo mejor posible, un diálogo entre personajes del audiotexto donde usan distintas entonaciones de voz para expresar distintas emociones e intenciones. Repita el ejercicio si lo cree conveniente. (15 min.) 4 y 5. Pida a los alumnos que, en cada equipo, elijan a uno de los personajes que intervienen en la historia y elaboren una lista de sus características. En cuanto terminen, solicite que lean frente al grupo lo que escribieron. (10 min.)
Para leer en vo z alta un texto dramático cons idera: – la expresivida d y el énfasis pro pios según el perso naje. – dar el tono ad ecuado según la emoción: triste , alegre, enojado , enamorado, de sesperado. – leer en tono “neutral” las ac otaciones. 55
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Sesión 3 Taller de improvisación Lectura dramatizada de la obra de teatro El beso que embaraza (que aparece en el Anexo 1 del Libro para el alumno). Reflexión sobre el tema y conflicto de la obra y realización de un juego de improvisación de diálogos.
1. Para leer. Haga una breve recapitulación con el grupo sobre la expresividad y el énfasis que se debe dar a la lectura de los diálogos de una obra de teatro. Después explique a los alumnos que van a leer en grupo, de manera dramatizada, la obra titulada El beso que embaraza. Organice la actividad y apoye su realización con base en la consigna del Libro para el alumno. (25 min.) 2. Pida a los alumnos que respondan las preguntas del Libro para el alumno. Al terminar, organice y modere el diálogo grupal. Acepte diversas respuestas y opiniones sobre las preguntas, pues la intención es que los alumnos argumenten sobre las razones de haber elegido sus respuestas. (10 min.) 3. Juego "Parejas que improvisan": invite a los alumnos a formar parejas para realizar el juego basándose en las indicaciones del Libro para el alumno. Solicite parejas de voluntarios para improvisar frente al grupo su diálogo. Recuerde al grupo que se trata de un juego en el que tienen que hablar como lo harían los personajes en la situación que se plantea. Por último, pida dos o tres comentarios sobre la dificultad que tuvieron para improvisar los diálogos. (15 min.)
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secuencia 12 sesión 3
Taller de improvisación
Para leer
1. Organicen la lectura dramatizada de la obra de teatro El beso que embaraza (Anexo 1) de Rubén Martínez. Se necesitan trece lectores: uno leerá las acotaciones, dos más leerán la intervención de Los Cantores, y los demás leerán los parlamentos correspondientes a los personajes. 2. Después de leer comenten las siguientes preguntas; den razones para apoyar su elección:
z es un Rubén Martíne a) ¿Cuál de las siguientes opciones refleja mejor el tema de la obra? en que dramaturgo jov A. la ignorancia de una adolescente sobre la manera en que puede quedar empara escribe sobre y barazada. obra de adolescentes. Su e qu B. el autoritarismo de los padres. teatro El beso luye en el embaraza se inc C. la dificultad de los padres para hablar sobre sexualidad con sus hijos. el rre co ora nd libro Pa de teatro b) ¿Quién enfrenta el conflicto principal en la obra? telón. Antología s, que nte sce ole ad ra pa A. Pancho, porque corrió el riesgo de ser golpeado por el padre y el hermano de Paty. las forma parte de olares y de B. Paty, al creer en la mentira de sus amigas sobre quedar embarazada por un beso. Bibliotecas Esc Aula. C. Las amigas de Paty, porque se sintieron muy mal después de haberle jugado la broma.
c) ¿Cuándo se resuelve el conflicto? A. Cuando la mamá de Paty ofrece tamales para la cena. B. Cuando Pancho pide disculpas a Paty. C. Cuando las amigas le cuentan la verdad a los papás de Paty.
3. El juego, “Parejas que improvisan”, consiste en improvisar un diálogo diferente entre dos personajes. Por ejemplo, el papá de Paty y Pancho, Paty y su mamá, el compadre y el hermano de Paty, u otra combinación. Para llevar a cabo el juego sigan los siteatro es Improvisar en guientes pasos: o que hacer o decir alg en el a) Formen parejas. Cada pareja elige un par de personajes para representarlos frente no está escrito al grupo e improvisar un diálogo. guión. b) El grupo trata de adivinar qué personajes se están representando. Cuando se acierta, otra pareja pasa al frente.
c) Los diálogos pueden darse a partir de que los personajes expresen puntos de vista distintos y den sus argumentos acerca de asuntos como los siguientes: • El autoritarismo de los padres sobre los hijos. • La ignorancia sobre temas de sexualidad. • El apoyo y la confianza entre hermanos y amigos. • La agresión de algunos hombres hacia sus novias, esposas o hijas.
4. Para cerrar, el grupo hace comentarios acerca de la creación e interpretación de los personajes. Finalmente, los alumnos que participaron en el juego comentan las dificultades que tuvieron para improvisar los parlamentos. 56
• TAREA: Pida a los alumnos que lean la obra Farsa del valiente Nicolás, texto que se encuentra en el Anexo 2 de su libro. Infórmeles que las actividades de la siguiente sesión requieren que todos hayan leído previamente la obra y estén familiarizados con la historia y los personajes.
ESPAÑOL Taller de teatro en atril
Para leer
1. Organicen equipos de al menos seis integrantes para leer en “teatro en atril” la obra Farsa del valiente Nicolás (Anexo 2) de Jorge Ibargüengoitia. En esta obra intervienen dos personajes femeninos y cuatro masculinos. Para desarrollar la actividad, tomen en cuenta lo siguiente:
a) Asignen un personaje a cada alumno del equipo, quien leerá los parlamentos correspondientes.
b) Cada lector debe caracterizar con la voz, lo mejor que pueda, a su personaje: su estado de ánimo (enojado, triste, asustado, divertido, etc.) y su intención al decir algo (burlarse, herir, suplicar, disculparse, coquetear, etcétera).
c) Todos los equipos leen la obra de manera simultánea.
2. Lean la situación de Nicolás en su trabajo. Después reescriban el diálogo entre Nicolás y su jefe. Para ello utilicen los signos de puntuación que comúnmente se usan en las obras de teatro, como los dos puntos, los signos de interrogación, de admiración y los paréntesis. Pueden completar el ejemplo o inventar otro: Cuando Nicolás se fue en busca de trabajo lo encontró en un pequeño pueblo azucarero del estado de Morelos. Su jefe estaba tan contento con el trabajo de Nicolás que no quería que se fuera y le propuso un muy buen sueldo a cambio de que se quedara. Nicolás no pudo acep-
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Sesión 4 sesiÓn 4
Teatro en atril es la lectura en voz alta de obras de teatro , dando énfasis y tono adecuado a cada perso naje. No se leen en vo z alta las acotacione s, pero sí se toman en cuenta para caracteriza r a los personajes me diante la voz. Jorge Ibargüen goitia es un novelista, cu entista y dramaturgo me xicano, caracterizado po r su sentido del humor en el tratamiento de temas tradicionales y de la vida diaria. La parod ia y la ironía están pre sentes en muchas de sus obras.
tar porque su familia lo esperaba.
NICOLÁS: ¿Cómo está don Pancho? Vengo a avisarle que ya no voy a poder seguir trabajando. JEFE: (sorprendido) ¡No me digas eso! ¿Qué mala cara has visto? NICOLÁS: Ninguna, pero tengo que volver con mi familia
Taller de Teatro en Atril Realización de un Teatro en atril con la obra “Farsa del valiente Nicolás”. Transformación de un texto en prosa en un diálogo. Temas de reflexión: uso de signos de admiración e interrogación, dos puntos y paréntesis en la escritura de diálogos.
1. Para leer. Lea en voz alta el recuadro donde se explica en qué consiste el Teatro en atril y recuerde la importancia de leer con el énfasis y la intención que requiere la caracterización de cada personaje. Organice al grupo en equipos para que lleven a cabo el Teatro en atril de la obra Farsa del valiente Nicolás, de acuerdo con las indicaciones del Libro del alumno. (30 min.) • Pida a los alumnos que comenten en equipo su experiencia al leer los diálogos con el tono y la intención correspondientes al personaje que les tocó interpretar. (5 min.)
JEFE: No, no, no… NICOLÁS: JEFE: NICOLÁS: JEFE: 57
• Lea con los alumnos la consigna 2. (15 min.)
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• Lea con el grupo la sección Temas de reflexión, y aclare las dudas que surjan. Puede ejemplificar en el pizarrón con algún diálogo que recupere las ideas de los alumnos. Cierre la sesión solicitando algunos diálogos escritos por los equipos.
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Temas de reflexión consulta manuales de gramática para saber más sobre los signos que se usan para escribir diálogos. BiBLiOTeca
Recursos para escribir diálogos teatrales signos de interrogación: (¿?) sirven para expresar duda y hacer preguntas. signos de admiración: también llamados de exclamación (¡ !), expresan todo tipo de emociones. Los dos tipos de signos siempre se utilizan al principio y al final de la frase. Dos puntos: se escriben después del nombre del personaje que habla. Puntos suspensivos: se usan para indicar que el personaje interrumpe lo que está
diciendo.
Sesión 5
Paréntesis: se usan en obras de teatro para intercalar las acotaciones (de voz, actitud y movimientos de los personajes).
Taller de escritura
Escritura de una obra de teatro breve.
sesión 5
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Obra de teatro o texto dramático
1. Lea con el grupo las características de un texto dramático y la sección ¿Qué tengo que hacer?, y resuelva dudas. Modele en el pizarrón el esbozo de un argumento a partir de alguna de las situaciones propuestas en el libro para el alumno y el recuadro que muestra un ejemplo. (10 min.)
Una obra de teatro o texto dramático es un texto que se escribe para ser representado por actores. Sirve como guía para la actuación o lectura dramatizada de una historia protagonizada por uno o varios personajes. Para escribir un texto dramático tienes que pensar en los siguientes aspectos:
La trama o argumento: la situación o historia que vas a representar. el tema: de qué trata la obra; por ejemplo: celos, conflicto entre hijos y padres, amor no correspondido, etcétera. el guión: incluye personajes (quiénes son, cómo son y cómo actúan), diálogos (lo que dicen los personajes), escenas (acciones y diálogos que ocurren en un mismo lugar y tiempo), actos (agrupa varias escenas), y acotaciones (descripción de escenas, acciones y actitudes de los personajes), la organización de la obra (puede incluir una sola escena con un diálogo, o varias escenas en varios actos).
• Organice a los alumnos en equipos para escribir una obra de teatro breve a partir de una de las situaciones que se proponen en el libro para el alumno, o bien, de algún tema o conflicto que sea de su interés. (5 min.)
¿Qué tengo que hacer? 1. Escriban una obra de teatro breve (para actuarse en unos cinco minutos) para ser representada por el equipo en la sesión final de esta secuencia. Sigan estos pasos:
Libro para el m a e s t ro
a) Elijan una de las siguientes situaciones para escribir su obra: • Una pareja de novios habla de su amor. Ella confiesa que es infiel. Él siente enormes celos y busca a su rival, se enfrentan y hay un disparo. • Un grupo de adolescentes se encuentra en un problema: un amigo suyo es adicto a las drogas, quieren ayudarlo y no saben cómo hacerlo. • Una familia enfrenta la decisión de sus hijos adolescentes quienes quieren dejar la escuela: uno quiere irse a la frontera, otra quiere trabajar en lo que sea para tener dinero.
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Para escribir
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• Varios estudiantes quieren montar una obra de teatro en la escuela, pero la noche anterior a la presentación desaparece todo el vestuario y la escenografía. • Se acerca el día de las elecciones, los candidatos a gobernadores visitan la escuela. Los estudiantes los ponen a prueba para ver si hablan con la verdad y si son honestos.
b) Piensen en un argumento sencillo que incluya: situación inicial (inicio de la historia), un nudo (conflicto o complicación) y un desenlace (resolución del conflicto).
c) Decidan qué personajes intervendrán y cuáles serán sus características físicas y su • Lea con el grupo el Texto modo de ser: modelo "No hay que complicar la felicidad" y • Aspecto físico: ¿Es una persona alta, baja, fornida, robusta, delgada, etc.? • Modo de ser: ¿Es una persona alegre, seria, impaciente, etc.? • Motivos: ¿Qué lo lleva a actuar de esa manera?
muestre dónde y cómo se escriben los diálogos y las acotaciones. (5 min.)
• Comportamiento o actitud: ¿Su gesto y forma de andar es tímido, altivo, temero• Pídales escribir el borrador so, agresivo? Por ejemplo: Argumento: -Situación inicial: Una pareja se declara su amor en un parque. -Nudo: Ella confiesa su infidelidad y él siente celos y se enfrenta con su rival.
-Desenlace: Uno de los dos recibe un balazo.
Personajes: -Ella: mujer joven, delicada y asustadiza
de la obra de teatro con base en los elementos propuestos en las sección ¿Qué tengo que hacer? y en el Texto modelo. Cuando finalicen, dé un tiempo para que revisen su obra de teatro con base en las pautas de revisión del Libro para el alumno. (30 min.)
-Él: joven, ágil e impulsivo Motivos: -Ella: quiere ser sincera respecto a su amor. -Él: quiere darle intensidad a su relación amorosa.
d) Incluyan parlamentos y acotaciones entre paréntesis para describir la escena, la actitud y el tono en el que hablan los personajes. Texto modelo: Obra de teatro breve
Título: Autor:
No hay que complicar la felicidad
Descripción de la escena
(Un parque. Sentados en un banco de piedra, debajo de los árboles. Él y ella se besan.)
Diálogos (mayúsculas en nombres de personajes)
ÉL: Te amo. ELLA: Te amo. (Vuelven a besarse.) ÉL: Te amo. ELLA: Te amo.
Marco Denevi
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secuen c i a 1 2 Acotaciones (entre paréntesis)
(Vuelven a besarse.) ÉL: Te amo. ELLA: Te amo. (Él se pone violentamente de pie.) ÉL: ¡Basta! ¡Siempre lo mismo! ¿Por qué cuando te digo te amo, no contestas, por ejemplo, que amas a otro? ELLA: ¿A qué otro? ÉL: A nadie. Pero lo dices para que yo tenga celos. Los celos alimentan el amor. Nuestra felicidad es demasiado simple. Hay que complicarlo un poco. ¿Comprendes? ELLA: No quería confesártelo porque pensé que sufrirías. Pero lo has adivinado. ÉL: ¿Qué es lo que adiviné? (Ella se levanta, se aleja unos pasos.) ELLA: Que amo a otro. (Él la sigue.) ÉL: Lo dices para complacerme. Porque yo te lo pedí. ELLA: No. Amo a otro. ÉL: ¿A qué otro? ELLA: A otro. (Un silencio.) ÉL: Entonces, ¿es verdad? ELLA: (Vuelve a sentarse. Dulcemente.) Sí. Es verdad. (Él se pasea. Aparenta un gran furor.) ÉL: Siento celos. No finjo. Siento celos. Estoy muerto de celos. Quisiera matar a ese otro. ELLA: (Dulcemente) Está allí. ÉL: ¿Dónde? ELLA: Arriba, entre los árboles. ÉL: Iré en su busca. ELLA: Cuidado. Tiene un revólver. ÉL: Soy valiente. (Él sale. Al quedarse sola, ella ríe. Se escucha el disparo de un arma de fuego. Ella deja de reír.) ELLA: Juan. (Silencio. Ella se pone de pie.) ELLA: Juan. (Silencio. Ella corre hacia los árboles.) ELLA: Juan. (Silencio. Ella desaparece entre los árboles.) ELLA: Juan. (Silencio. La escena permanece vacía. Se oye, lejos, el desgarrador grito de ella.) ELLA: ¡Juan! (Después de unos instantes, desciende silenciosamente el telón.) Fuente: Marco Denevi. En El Taller de teatro, 2001. Tomás Motos. et al (comp.) Barcelona: Octaedro, pp. 11 y 12.
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Sesión 6
Revisión y presentación
Organización y división de tareas para el montaje de las obras de teatro.
2. Revisa tu obra de teatro y haz los ajustes necesarios.
Aspectos Ideas / Contenido
Revisa si: Inicia, desarrolla y soluciona un conflicto.
Organización
Se describen los personajes. Incluye el título de la obra y el nombre de los autores.
• Organice al grupo para llevar a cabo las tareas que se proponen en el Libro del alumno, con el fin de preparar el montaje de las obras de teatro. (El tiempo requerido)
Se desarrolla en una o varias escenas.
Oraciones Ortografía y puntuación
Taller de montaje
Los parlamentos de cada personaje están escritos después de su nombre. Los parlamentos están escritos en tiempo presente. Se utilizan apropiadamente los signos de interrogación, admiración y dos puntos para marcar diálogos. Se utilizan paréntesis para acotaciones.
3. Al finalizar esta secuencia, los equipos presentarán las obras de teatro que escribieron.
Taller de montaje
sesiÓn 6
1. En esta sesión se planeará el montaje de las obras de teatro que se van a representar. El trabajo se va a hacer por equipos, conformados por el número de participantes que se requieran para la representación de su obra. No es obligatorio que todos actúen, pero sí es importante que todos tengan una tarea asignada. Los elementos que se deben tomar en cuenta para el montaje de una obra de teatro son:
Escenografía. Son los elementos que se colocan en un espacio para sugerir que se trata de la escena donde transcurre la historia que se va a actuar.
Vestuario. Son los trajes que usan los actores. Sonido. Es la música o efectos de sonido que se van a usar en una representación, en qué momentos y con qué objetivo.
• Indique a los alumnos que en la siguiente sesión se llevará a cabo el ensayo general, para lo cual será indispensable que todos los elementos del montaje estén listos. Los actores deberán presentarse al ensayo general con el vestuario y maquillaje requeridos, así como con sus diálogos memorizados. (5 min.)
Utilería. Son los objetos que se requieren para la escena: sombreros, tazas, libros, sillas, etcétera. Maquillaje. Es la pintura que usan en la cara los actores para parecerse más al personaje que va a representar.
2. Para llevar a cabo el montaje de la obra de teatro deben seguir los siguientes pasos:
a) Se dividen en equipos, según las obras que van a representar.
b) Se escogen a los actores, a un director, a un encargado de la escenografía y a un sonidista.
c) En equipo deciden en dónde van a representar la obra.
d) Después, los actores se aprenden sus parlamentos; los demás planean cómo puede ser la escenografía, el vestuario, el sonido y qué necesitan de utilería. 61
Cómo preparar el montaje de obras de teatro • Asegure la participación de todo el grupo. Recuerde que un montaje teatral no sólo requiere de actores. Los alumnos que no actúen podrán responsabilizarse en otras tareas. • Organice las tareas requeridas para el montaje: escenografía, vestuario, sonido, utilería y maquillaje. • Acuerde con el grupo a quiénes invitarán a la representación de las obras de teatro y organice la manera de hacer las invitaciones (verbales y/o escritas). • Elija con el grupo a un maestro de ceremonias, quien se encargará de presentar las obras. • Apoye el cumplimiento de las diferentes tareas y propicie el trabajo colaborativo.
L i b ro p a r a e l m a e s t ro
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s e c uencia 12
Sesión 7
Ensayo general
sesión 7
e) Se preparan la escenografía y el vestuario para el ensayo general que tendrá lugar al día siguiente.
ensayo general 1. El ensayo general se realiza en el lugar donde se van a representar las obras, de la siguiente manera:
Realización de un ensayo general de las obras de teatro que se representarán al final de la secuencia.
• Todos los equipos, de manera simultánea, hacen un ensayo de su obra, en espacios distintos. Los actores ya deben saberse sus parlamentos y estar vestidos y maquillados tal como harán su representación. • El director hace sugerencias a los actores para mejorar la interpretación de sus personajes. El escenógrafo y el sonidista ya tienen el material necesario para la puesta en escena. Se acomoda todo para el ensayo general.
1. Organice a los alumnos para llevar a cabo el ensayo general a partir de las indicaciones del Libro para el alumno. Coordine las tareas y asesore al maestro de ceremonias elegido para la presentación de las obras. (El tiempo requerido)
Sesión 8
• Después, los equipos se reúnen para definir el orden de las representaciones y se presentan de corrido, tal como se hará al día siguiente. Un maestro de ceremonias anuncia cada una de las obras. Y, por último, deciden si invitarán a sus amigos y familiares para que asistan al día siguiente.
Para terminar sesión 8
Presentación de obras de teatro La presentación de una obra de teatro es una actividad en la cual cada equipo de alumnos representa una obra de teatro, que leyeron o escribieron, frente a un público. La actividad puede realizarse en el patio de la escuela, con la asistencia de padres de familia y los demás grupos y maestros; o en el salón, sólo con la participación del grupo.
Para terminar
Presentación de las obras de teatro
1. La presentación de las obras se realiza de este modo: • Cada equipo se prepara para representar su obra.
1. Elija a un responsable por obra de teatro que se encargue de la coordinación necesaria para su representación.
• El maestro de ceremonias agradece al público su asistencia y explica brevemente cómo se hizo el trabajo. Después anuncia el título de la obra, nombra a los actores y los personajes que interpretan y el título de la obra que van a representar. • Al terminar la presentación de los equipos, el maestro de ceremonias agradece la participación de los alumnos y del público, y los invita al próximo evento de la escuela.
• Dé consignas claras y concretas, de tal manera que todos los alumnos sepan identificar la responsabilidad que tienen con su equipo. 62
• Supervise que cada responsable cumpla con eficiencia su tarea.
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Libro para el m a e s t ro
ESPAÑOL
I
Para saber más... en tu CD enContraráS: • Audiotexto de la obra El novio del tranvía número setenta y nueve, de Béla Szenes • Audiotexto del diálogo final de la misma obra, leído en distintos tonos
ConSulta en internet laS SiguienteS páginaS: Cinco obras de teatro para jóvenes http://redescolar.ilce.mx/redescolar/act_permanentes/teatro/index_enca.htm Obras de teatro juveniles http://www.avantel.net/~lgarrett/cyp_contents.html
BiBlioteCaS eSColareS y De aula Cómo haCer teatro (Sin Ser deSCuBierto) Algunas actividades de esta secuencia fueron tomadas y adaptadas de este libro. Si se te antoja seguir haciendo teatro con tus amigos o amigas, Cómo hacer teatro (sin ser descubierto) te llevará de la mano. El capítulo “Primera llamada” te invita a hacer gestos, voces y juegos de expresión corporal. “Segunda llamada” te enseña a crear personajes mediante juegos que pondrán a prueba tu imaginación. “Tercera llamada” es el comienzo para improvisar situaciones y diálogos. Y la “Cuarta llamada” es para escribir tu propia obra de teatro y llevarla a escena. Larry Silberman, Paula Markovitch, Patrick Querillacq. Cómo hacer teatro (sin ser descubierto). México: SEP, Libros del Rincón, 1997.
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L i b ro p a r a e l m a e s t ro
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