"Informe de embalsamiento" Robert G. Mayer Quinta edición.
Normas de salud personal Y reglamentarias
Riesgos laborales biológicos y químicos Salud y seguridad del lugar del trabajo
1. RIESGOS LABORALES Exposición a riesgos biológicos Un estudio de 1996 de los centros para el control y la prevención de enfermedades (CDC) informo que existe un amplio motivo de preocupación sobre la exposición que los embalsamadores pueden tener a patógenos sanguíneos o de vías aéreas (Mackenna and coworquerd, 1996). Los CDC analizaron el riesgo de tuberculosis al determinar la posible exposición dentro de ciertos grupos laborales, según las observaciones históricas, y el impacto que podría tener un grupo infectado en la salud pública. Los grupos laborales se categorizaron en primer lugar por su nivel de peligro. Luego, los investigadores aplicaron una formula estadística para estimar la cantidad de casos de tuberculosis que se podría esperar dentro de cada grupo laboral. Una comparación entre la cantidad de casos predichos mediante en la formula estadística en un grupo laboral y la cantidad de casos reales que se informaron en cada grupo laboral demostró una fuerte relación entre el trabajo y el riesgo de contraer tuberculosis. Una evidente excepción a la asociación entre el nivel socioeconómico (NCE) laboral y la tuberculosis era el trabajo de “director de funeraria “. Aunque este trabajo se incluyó en la categoría NCE más alta de “trabajos ejecutivos, administrativos y gerenciales “. Se identificaron 16 casos en este trabajo donde solo se esperaban 4,1 (Mackenna et al., 1996, .p.590). Los CDC concluyeron que los directores de funerarias tenían un alto riesgo de contraer tuberculosis, como resultado de su contacto con cadáveres Gershon and colleagues (1998) informaron los resultados en unos estudio de la universidad johns Hopkins, el cual concluyo que los empleados de las funerarias que se desempeñaban como embalsamadores tenían una mayor exposición a tuberculosis que los empleados de funerarias que no embalsamaban cuerpos. El estudio encontró que de 864, solo 101 empleados de funerarias (11,7%), quienes se ofrecieron voluntariamente para ser examinados,
reaccionaron al test cutáneo tuberculinico. Se determinó que los empleados de funerarias que embalsamaban tenían el doble de probabilidad de tener un test cutáneo tuberculinico positivo en comparación con los empleados de funerarias que no embalsamaban cuerpos. Beck-sague and co-workers (1991) también abordaron la posibilidad de infecciones adquiridas en el trabajo entre los embalsamadores. Este estudio en particular sugirió que los embalsamadores estaban en riesgo potencial de infectarse a causa de su contacto frecuente con sangre, este estudio informo que 89 de los 539 (17%) funerarios que respondieron a una encuesta señalaron haber contraído enfermedades infecciosas atribuidas a su trabajo. Entre las enfermedades informadas más frecuentes del estudio se encuentran la hepatitis, infecciones estafilocócicas y cutánea. La exposición informada con más frecuencia era mediante el contacto con la sangre (393 de 539 o el 73%). las lesiones por pinchazos con agujas eran más comunes que los cortes. De los 539 funerarios que respondieron a la encuesta, 212(39%) informaron un pinchazo de aguja en los 12 meses anteriores a la encuesta, mientras que 61 (11%) funerarios informaron haberse cortado. Turner and colleagues (1989) informaron que los embalsamadores en el área de Boston tenían el doble de probabilidades de tener un resultado positivo por una infección de hepatitis B (HBV) que un grupo en comparación con donantes de sangre. El estudio también informo que la cantidad de tiempo en que una persona había trabajado como embalsamador elevaba el riesgo de contraer una infección de HBV. McDonald (1989) público un artículo que indicaba que los embalsamadores se enfrentaban casi al mismo riesgo de exposición a enfermedades infecciosas que los patólogos clínicos. La base de sus conclusiones era la exposición a la sangre y los fluidos corporales que tenían en común los patólogos y los embalsamadores. El riesgo de exposición se confirmó cuando se informó el primer caso documentado de un embalsamador infectado con tuberculosis mientras embalsamaba un cadáver en New England Journal of Medicine (revista de medicina de nueva Inglaterra) el 27 de enero de 2000por el DR: Timothy Stirling, Actualmente. Los patógenos resistentes a diversos fármacos son comunes en muchas regiones del mundo. La facilidad actual para transportarse y viajar por el mundo ha generado un nuevo entorno para la propagación de estos organismos causantes de enfermedades y sus huéspedes. En un periodo de 24 horas, las personas, los insectos y los animales portadores, o comestibles, se pueden transportar desde
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y hacia cualquier parte del mundo. Este rápido movimiento hace posible la ocurrencia y transmisión de enfermedades raras y tropicales en cualquier parte y cualquier momento. Nunca antes un embalsamador había enfrentado tal riesgo de exposición biológica. La outside magazine de julio de 1999 señala: “los microbios siguen siendo la tercera causa de muerte en el mundo occidental”. Señalado en THE FORUM de diciembre de 2009, una publicación de la asociación de directores de funerarias de nueva jersey: “en general, las incidencias de enfermedades infecciosas, contagiosas o comunicables contraídas de forma laboral son bajas y un tanto más bajas para los embalsamadores que para personas en otros campos, como la atención de la salud, intitute of ocupational medicine (instituto de medicina laboral), Edimburgo, Escocia, informado en 2004.sin embargo, cuando no se usan medidas de protección adecuadas y se tiene una alta probabilidad de exposición percutánea o mucocutanea, es posible la transmisión de agentes infecciosos. Por tanto. Los embalsamadores siempre deben seguir precauciones un universales al manipular cadáveres, sin importar su estado infeccioso conocido.” La embalsamadora: embarazo A medida que aumenta la cantidad de mujeres que entran en el servicio funerario, el empleador debe estar alerta de ciertos microbios patogénicos y las condiciones laborales que pueden afectar a una miembro del personal que esté embarazada, la siguiente lista de patógenos y enfermedades se ha documentado, los cuales pueden causar posibles daños al feto. Citomegalovirus (CMV), hepatitis B Y C, virus del herpes, parvovirus humano B19 ( la quinta enfermedad), rubeola (sarampión alemán), sífilis, toxoplasmosis y el virus de la varicela-zoster (varicela). La empleada, durante el embarazo, debe consultar a su médico sobre las precauciones necesarias para protegerse a sí mismo y al bebe. A la fecha de3 esta publicación, los estudios no han demostrado que la exposición de la embalsamadora al formaldehido produce daños al feto la empleada embarazada necesita mantener buenas normas de higiene personal, usar equipo de protección personal (PPE) y trabajar en un entorno que se mantenga en niveles seguros de formaldehido según la administración de salud y seguridad ocupacional (OSHA) Exposición a riesgos químicos Los objetivos del proceso de embalsamamiento son preservar, sanitizar y restaurar el cadáver. Estos
objetivos se logran mediante la aplicación de productos químicos. Muchos de estos productos químicos (usados en el embalsamamiento y en procesos relacionados) se han categorizado como sustancias peligrosas. Los peligros asociados con el uso de estas sustancias se han documentado a cabalidad en la documentación sanitaria y médica. U estudio realizado por Williams and associates (1984) señalo que la exposición a formaldehido, en particular al vapor de formaldehido, es probablemente la causa más importante de exposición química que enfrentan los embalsamadores. Con el paso de los años, varios otros estudios informaron los efectos adversos de la exposición crónica del formaldehido. Observaron que los trabajadores funerarios canadienses tenían más probabilidad de quejarse sobre irritaciones en la nariz y en los ojos que los miembros de un grupo de control. El estudio posteriormente señalo que era probable que aquellos empleados funerarios que estaban en contacto con formaldehido experimentaran irritación cutánea o de la membrana mucosa. Exposición a otros riesgos del embalsamamiento Además de los riesgos asociados con agentes biológicos y químicos, los embalsamadores están expuestos a riesgos en los que se incluyen: calor radiación ionizante y radiación no ionizante. Aunque estos peligros no son tan prevalentes como los peligros químicos y biológicos, vale la pena identificarlos; además, puede que la funeraria necesite tomar medidas contra ellos Ventilación y temperatura: las funerarias deben tener en cuenta la ventilación y la temperatura en la sala de embalsamamiento. Si la temperatura de una sala es alta, el embalsamador que use un juego completo de3 ppe podría tener problemas al tratar de ventilar su calor corporal. Esto puede generar un aumento en la temperatura corporal interna. Algunos PPE pueden atrapar el calor corporal en el interior y esto, junto a una combinación de alta temperatura ambiental, ventilación inadecuada y humedad, puede causar que algunos embalsamadores causen malestares e incluso se desmayen. Radiación ionizante: existe la posibilidad de que el embalsamador pueda estar en contacto con un cadáver que se haya sometido a una radioterapia. Se supone que los hospitales y las clínicas que administran tratamientos de radiación deben supervisar los niveles de radiación. Los cadáveres que se sometieron a tratamiento de radiación no deben liberarse hasta que llegue el momento en que no representen un peligro.
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La comunicación entre los familiares y las autoridades de salud es vital, ya que los embalsamadores no tienen forma de saber si un cuerpo es peligroso a menos de que este etiquetado. Si los embalsamadores tienen preguntas o inquietudes acerca de la exposición a radiación, deben comunicarse con el funcionario de radiación del hospital o clínica local, o comunicarse con organismos gubernamentales que tengan autoridad en asuntos relacionados con exposición a radiación. Radiación no ionizante: la posibilidad de exposición adversa a radiación no ionizante es remota. La exposición puede producirse por la radiación electromagnética que generan los hornos microondas o os monitores de computadores. Aunque es poco probable que cualquiera de estas fuentes pueda causar una inquietud sanitaria importante para los embalsamadores, sigue siendo conveniente para las funerarias que consideren las exposiciones de este tipo.